Esta es la historia de Marta Reina, la primera personal transexual de los Mossos d’Esquadra, no ha sido nada fácil. Fue un niño adoptado en primera instancia, es zurda y la quisieron hacer diestra de malas maneras. Pero lo más importante es que nació en un cuerpo que no era el suyo.

Luego en su edad adulta eligió una profesión laboral que no ve con buenos ojos a las personas transexuales. Ella misma ha sufrido episodios de transfobia durante toda su vida. Pero ahora es por fin una mujer. El mes pasado acabo su última operación de cambio de sexo. Un proceso que empezó en 2014, ahora puede decir que es la primera persona transexual dentro del cuerpo de los Mossos d’Esquadra.

Marta ha escrito un libro, en el que cuenta sus experiencias, desde las burlas sufridas en su niñez, hasta sus operaciones de cambio de sexo. Ahora mismo Marta está de baja médica por su última intervención, en que se le ha construido una neovagina. Se tiene que introducir una pieza de 15 centímetros de largo y 3,5 de ancho para que se produzcan dilataciones. Según cuenta empieza a tener ya sensibilidad en la zona, pero todavía queda para que pueda vestir el uniforme.

Su transición comenzó cuando tenía 7 años, cuando ya se sentía como una niña, sufrió bastante, que la llevo a cambiar de colegio varias veces. Eso no la quito la idea de querer ser policía, aun sabiendo lo difícil que iba a ser ese camino. Tras varias traslados, comenzó su transición en 2014 por su cuenta, con la ayuda de una transexual austriaca que la asesoro.

Y ahora que ya ha finalizado su transición, entre sus planes está irse a Asia, posiblemente Taiwan, para lo que está estudiando chino. De momento sigue teniendo que aguantar que se la trate de manera distinta en el cuerpo. Su libro ‘Viviendo sin ti’, se publicara dentro de poco.

Fuente Cromosomax

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Unas 25.000 personas marchan por la ciudad para reivindicar los derechos del colectivo LGTBI

Unas 25.000 personas han participado este sábado en el Pride Parade de Barcelona, dentro de la edición del 2016 de la semana de celebraciones que ha protagonizado el colectivo LGTBI. Este año, la manifestación estaba dedicada a la defensa de los derechos del colectivo transexual. Ha empezado en la plaza de España a las cinco de la tarde y ha llegado a su destino, el Moll de la Fusta, pasadas las siete.

Media decena de trabucos marcaban este sábado el paso en la avenida del Paral·lel de Barcelona. Una marea de camiones convertidos en coloridas carrozas los seguían y apagaban el estruendo de la pólvora con música de ABBA y Alaska. Desde la plaza de Espanya hasta la estatua de Colón, se perdían a la vista las 25.000 personas que acompañaban la marcha para celebrar, un año más, el Pride Barcelona, el día del orgullo LGTBI en la ciudad.

Jóvenes, mayores, familias con niños han llenado carrozas y camiones que han desfilado por el Paral·lel para finalizar junto al escenario en el que una actuación musical ha precedido a la lectura de un manifiesto por parte de la primera mossa d’Esquadra transexual, Marta Reina, y el activista transexual Damián Díaz.

Cabecera de la manifestación

Encabezaba la manifestación, además de una bandera en homenaje a los asesinados en la masacre homófoba de Orlando, una pancarta que rezaba: ‘Personas trans, tan comunes como diversas”, este año dedicada al colectivo transexual. Sostenían la pancarta concejales municipales, representantes de entidades sociales y el consejero de Salud, Toni Comín, que precisamente 24 horas antes anunció que cambiaría el protocolo de reproducción asistida para que las mujeres lesbianas o solteras pudiesen acceder a estas técnicas de forma gratuita en la sanidad pública.

Y en el desfile se podía observar a la diversidad defendiendo la diversidad. “Somos mujeres, somos transexuales, somos iguales”, proclamaba una integrante del colectivo desde uno de los camiones. En otro, con padres e hijos, se veían camisetas con el lema ‘Euforia de género’, en alusión a que la transexualidad es considerada un trastorno de identidad sexual: disforia de género. Las familias de los menores en esa situación, la de sentirse niños y que los vean como una niña o viceversa, luchan por lograr que se deje de ver como una enfermedad, por que se imponga la despatologización.

El colectivo gay cristiano Protestantes Inclusius

No muy lejos iba el de Ciutadans, que ha triunfado al repartir abanicos con su emblema: el calor era considerable. También había camión del PSC y otro independentista, que advertía, en inglés: “Quiere como quieras en la República catalana”. Y mientras coreaban gritos a favor de la independencia, participantes con la camiseta de la selección española pasaban por su lado.

Al paso de la marcha, la gran avenida se teñía de confeti y caramelos que volaban desde las carrozas. Un ángel bañado en serpentina, una bandera gay humana y una estatua brillante que caminaba con cautela sobre unos zancos de medio metro, saludaban a la multitud y coreaban las Spice Girls o el clásico de turno. “Quedan muchos deberes por hacer. De boca, a todo el mundo le parece todo muy bien pero las Administraciones tienen mucho que hacer para combatir la discriminación”, apuntaba el Síndic de Sabadell, Josep Escarpín, a su llegada al paseo de Colón.

Más tarde, un joven no entendía que se leyera parte del manifiesto en catalán: “El orgullo es de todos”. Al finalizar el desfile ha llegado la hora del manifiesto. Reina y Díaz han abordado todas las facetas de la vida de una persona. Han pedido una atención sanitaria digna para los transexuales, que se combata con firmeza la violencia que sufren, el bullying escolar. Han recordado el caso de Alan, un transexual de 17 años que se suicidó en diciembre pasado después de ser acosado en el colegio.

Ya en el Moll de la Fusta, tras dos horas y media de marcha, la primera mossa d’esquadra transexual, Marta Reina, y el activista transexual Damián Díaz, dieron voz a un duro manifiesto que reivindicaba los derechos del colectivo transexual. “Denunciamos la exclusión, la violencia y la representación que se hace socialmente de nosotros, olvidando que somos mucho más que nuestra identidad de género o nuestra orientación afectivo-sexual”, protestaron. Los oradores pidieron además a la Administración un plan de acción para prevenir el VIH y “un nuevo protocolo de atención a las personas transexuales no patologizado y basado en los derechos humanos”.

También los políticos han tomado la palabra. Tras la lectura del manifiesto, han comparecido en el escenario la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; los ‘consellers’ de la Generalitat, Santi Vila y Toni Comín, el teniente de alcalde socialista Jaume Collboni. También representantes de Ciutadans y ERC han estado en el desfile.

Colau ha recordado la masacre de Orlando y ha defendido que Barcelona es una “ciudad refugio” también para los que huyen de la persecución homófoba. Comín, ‘conseller’ de Salut, ha asegurado que todas las mujeres contarán con la posibilidad de ser madres, un día después de anunciar que las mujeres lesbianas y sin pareja accederán a la reproducción asistida.

Fuente Agencias

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Marta Reina es la primera agente de los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica catalana) en visibilizarse públicamente como mujer transexual. En declaraciones a La Vanguardia, Reina narra lo complicado que ha sido su proceso, al tiempo que alaba la comprensión que ha encontrado entre sus compañeros y superiores. 

Marta Reina, nacida en 1970, pertenece a esa generación de mujeres que creció en una época en la que la realidad transexual permanecía invisibilizada y era casi imposible encontrar referentes. No fue, de hecho, hasta hace tres años cuando decidió salir del armario e iniciar su proceso de transición. Un proceso que su condición de policía no facilitaba demasiado. Marta, que ingresó en los Mossos en 2002, es una reconocida experta a nivel internacional en falsificación de documentos.

Afortunadamente Marta ha encontrado comprensión en sus compañeros y superiores, que no le pusieron ningún problema a la hora de hacer los ajustes necesarios para asegurar que era tratada como la mujer que es. Marta, que asegura ser policía por vocación, quita en cualquier caso importancia a su historia recordando que ella no es la primera mujer abiertamente transexual en un cuerpo de seguridad. La agente de los Mossos recuerda, en este sentido, a Alba Romero, una Guardia Civil de Castellón con la que de hecho ha trabado gran amistad y que hace ya diez años libró una auténtica batalla para poder ser readmitida en el cuerpo que dos años atrás la había declarado “inútil”.

En la entrevista que Reina ha concedido a La Vanguardia, la agente comenta como recientemente le tocó presidir un congreso de Interdocpol (International Documents Police), una asociación internacional de especialistas para la detección de movimientos terroristas a través de documentación falsa. Fue en Italia. Allí se visibilizó por primera vez como mujer en este ámbito, lo que no fue recibido con especial agrado ni por los anfitriones italianos ni por los participantes de países musulmanes. En cambio, los de países latinoamericanos “lo encontraron de lo más normal”.

Queda mucho por hacer hasta que algún día este tipo de acciones de visibilización no llamen la atención. Entretanto, bienvenidas sean historias de mujeres valientes como Marta Reina, referentes de visibilidad para un colectivo, el de personas transexuales, sin duda el más vulnerable de la comunidad LGTB.

Fuente Dosmanzanas

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