El abogado de Pell tacha de “fantasías” de personas “frustradas” las denuncias de abusos
No tienen respeto por las víctimas…
El Tribunal decidirá el 1 de mayo si envía al purpurado a juicio
Intentan “castigarle por no parar otros abusos ocurridos” con anterioridad, sostiene Robert Richter
(C.D./Efe).- Se acerca el día de la verdad para el cardenal George Pell. El prelado de más alto rango en enfrentarse a cargos de presuntos abusos sexuales de menores sabrá el día 1 de mayo si la justicia australiana le manda o no a juicio, según ha dado a conocer este martes la magistrada que instruye el caso, tras escuchar el abogado del jefe de finanzas del Vaticano tildar las acusaciones contra el purpurado de inverosímiles, una vendetta e “imposibles”.
En el último día de instrucción, la juez Belinda Wallington atendió hoy las premisas escritas y orales presentadas por ambas partes, en una jornada a la que no acudió el investigado.
El abogado de la defensa, Robert Richter, sugirió ante la corte de Melbourne que los cargos son “fantasías” inventadas por personas “frustradas” que intentan “castigar” al representante de la iglesia católica en Australia “por no parar otros abusos ocurridos” con anterioridad, recoge la edición australiana de The Guardian.
El representante legal de Pell razonó que el asunto no debería ser llevado a juicio porque las evidencias no son “de peso suficiente como para respaldar una condena”, al atacar la credibilidad de los querellantes.
A lo que Wallington respondió que la fiabilidad o no de los denunciantes y testigos es un asunto que debe ser determinado por un jurado durante un hipotético juicio.
Por su parte, el fiscal Mark Gibson calificó de “teorías” que no desmontan las evidencias la exposición de la defensa y que por tanto deberían ser ignoradas por la magistrado.
La Policía del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, imputó a Pell en 2017 con “múltiples” acusaciones históricas de presunto abuso sexual a menores, cuyo número y detalles se desconoce por estar bajo secreto de sumario.
Las acusaciones podrían abarcan el período de labor religiosa en Australia del prelado, que se ordenó en 1966, y trabajó en varias parroquias y escuelas de Victoria, hasta alcanzar los cargos de arzobispo de Melbourne (1986) y de Sídney (2001).
Durante esta fase sumarial, que comenzó el 5 de marzo, han prestado declaración una treintena de testigos, varios de ellos en vistas a puerta cerrada.
La defensa también ha tratado de desmontar varias declaraciones sobre presuntos incidentes ocurridos en piscinas, iglesias, salas de cine y un lago en Victoria, de donde es originario Pell, quien se ha declarado inocente de todas las acusaciones.
A finales de marzo, Richter instó a la jueza a retirarse del caso por parcialidad, sugirió que la Policía formuló los cargos sin analizar adecuadamente las acusaciones de supuestas víctimas y denunció contradicciones en algunos de estos relatos.
El proceso contra Pell comenzó después de que el cardenal declarara en tres ocasiones como testigo ante la Comisión Real que investigó la respuesta de las instituciones públicas y religiosas de Australia a los abusos sexuales de menores cometidos en su seno.
Según la Comisión, la Iglesia católica recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos a menores cometidos por unos 1.880 miembros de la institución, sobre todo sacerdotes, entre 1980 y 2015, aunque algunos casos se remontan a la década de 1920.
Sin embargo, la Comisión no investigó los presuntos casos de pederastia de Pell.
Fuente Agencias/Religión Digital
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