Jorge de Grecia y Valdemar de Dinamarca: una historia de amor gay…
Jorge de Grecia (izda)y su tío Valdemar de Dinamarca (dcha)
Cuando Grecia consiguió independizarse del Imperio Otomano en 1830 se resolvió que lo mejor que podía afianzar el nuevo-viejo país era una monarquia y las grandes potencias europeas colocaron a Otón I. La cosa acabó mal y en 1862 los griegos ya dotados de un parlamento decidieron buscar un Rey. La monarquía parlamentaria se estaba imponiendo como forma de gobierno en Europa y de supervivencia de las Casas Reales. Los griegos seguían pensando que un Rey daba más imagen de inestabilidad para un país de historia tan convulsa como la suya.
Finales del S. XIX. Grecia, independizada del Imperio Otomano, experimenta por segunda vez la Monarquía. Jorge I de Grecia –como pasó a llamarse el nuevo rey , hijo de los reyes de Dinamarca- tenía 17 años y un carácter escandinavo para regir un país balcánico. Sin embargo, el nuevo monarca supo adaptarse a su nuevo pueblo. Para reforzar su poder se casó con Olga, hija del Gran Duque ruso Konstantin Romanoff, hermano del zar de todas las Rusias. Tuvieron ocho hijos. El primero, Konstantino, será padre del Rey Pablo, padre de la Reina Sofía de España. Pero después de Konstantino, tuvieron otro hijo, al que llamaron Jorge.
Jorge crecía y era educado junto a sus hermanos en palacio, pero no era buen estudiante y con catorce años sus padres lo envían a Dinamarca, con su familia real danesa, para cursar la carrera militar en la armada danesa. Se hospedaría en casa de su tío, el príncipe Valdemar, comandante de la marina, y su esposa, María de Orleans, pintora con cierta afición a la morfina y al disfraz. El cambio de aires en plena juventud opera un significativo cambio en el príncipe griego: por un lado, se posiciona como alumno destacado de la escuela de la Armada, y por otro, se enamora de su tío, quien a su vez se enamora del sobrino. Les separan once años de edad. Esta relación de amor sólo tendría fin con la muerte de Valdemar, muchos años después, en 1939.
Jorge, ya en 1891, y como teniente de navío de la marina rusa, es elegido por su tío el zar como acompañante de su primo Nicolás, futuro zar de todas Rusias, a un viaje a Japón. Después, regresa a Grecia para participar en la organización de los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna; Jorge se hace cargo de las pruebas de natación en el puerto de El Pireo. Un año después estalla en Creta un brote independentista del Imperio Otomano. Las potencias europeas lo nombran Príncipe de Candia y Alto Comisionado de la Isla de Creta -como gobernador- pero su carrera política se viene abajo por dos frentes: los motines de los cretenses y el poco apoyo del gobierno griego. Es entonces cuando Jorge se instala en Paris y en 1907 contrae matrimonio con Marie Bonaparte, sobrina nieta de Napoleón I y heredera de una de las mayores fortunas de Europa, pues su abuelo dio lugar a Montecarlo. En el viaje de novios, en el yate real griego, estaba Valdemar. Jorge le explicó todo a María, quien admitió la situación, más interesada en su vida intelectual.
María y Jorge fueron una de las parejas mejor avenidas de la realeza europea. Nunca hubo secretos entre ellos. María sabía perfectamente de la condición sexual de su esposo y también que para poder ser una mujer libre en esa época necesitaba un marido que le hiciera la cobertura. Jorge y María fueron siempre buenos amigos y se acompañaron hasta el final. María Bonaparte y Jorge de Grecia tuvieron dos hijos: Pedro y Eugenia.
Su vida transcurría entre París y Copenhague, en la casa de Valdemar y Marie d´Orleans, ya padres de seis hijos. El mayor, Aage, sólo era cuatro años menor que su tía Bonaparte, que se convierte en amante del sobrino, hijo del amante de su esposo. María de Orleans, que gustaba vestirse de cazador o de bombero, prefería el alcohol y la morfina. En semejante ambiente, tuvo lugar una grave discusión en la que Jorge reprocha a su tía política la vida disoluta que lleva, con reproches por amoríos con un empleado del palacio. Al poco tiempo, las dos mujeres se quedan solas en Dinamarca mientras ellos viajan a Austria, para ir de caza a casa de la abuela de quien es hoy reina emérita de España. María de Orleans muere entonces de sobredosis.
María Bonaparte, convertida por su matrimonio en Princesa de Grecia y Dinamarca se centró en sus estudios sobre psicoanálisis y el comportamiento sexual y, en busca de su propia vida sexual, descubre en Viena al padre del psicoanálisis, por el cual queda absolutamente fascinada, pagando las ediciones de los trabajos de esta disciplina. Con la llegada del nazismo sacó de Austria a Sigmund Freud y su familia, ya que eran judíos, y es la responsable indirecta de que el mundo occidental conociera los trabajos de Freud.
En 1939 fallece Valdemar y Jorge cae en una grave depresión de la que no se recuperaría nunca. Además, los acontecimientos políticos se precipitan en Europa al arrancar la II Guerra Mundial.
Jorge y María se refugian en Grecia. Pero también es ocupada por los nazis, por lo que la familia real griega, con Sofía niña, huyen a Creta, Egipto, Sudáfrica. Después de aquello, acompañando a Marie, conferenciante, pasan meses en Canadá y Estados Unidos. Los últimos diez años de su vida los dedicó a representar a la familia real griega en eventos monárquicos, hasta morir en febrero de 1957, tres años antes de ver casarse a su sobrina nieta, entonces futura reina de España. Eugenia, la hija de Jorge y Marie, también exilada junto a Sofía, hoy es la mejor amiga de la reina.
Uno de los hermanos de Jorge, Andrés, casado con Alicia de Battemberg, la princesa monja casada con el vividor bisexual, fue el padre del esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, a quien Jorge y Marie rescataron del palacio de Mon Repos, Corfú, para darle una educación en Francia mientras su padre se dedicaba a comer carne y pescado en Montecarlo, y su madre daba de comer a los niños huérfanos de la guerra en Atenas.
Fuentes diversas.
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