Un alcalde indonesio ordena detener gays “porque están poseídos por demonios”
Un alcalde de Indonesia ha ordenado el arresto de personas LGBT+ para que las autoridades religiosas puedan realizar exorcismos contra ellas.
El alcalde de Padang Mahyeldi Ansharullah ha utilizado al ejército indonesio (TNI) para apuntar y detener a personas queer, cuya existencia se debe a “la influencia de los jinas, demonios”, según el sitio de noticias indonesio Tirto.
El alcalde, cuya región en Sumatra Occidental alberga a más de un millón de personas, añadió que “somos ruqyah (usando exorcismos) para prepararlos a salir [de los cuerpos]”.
Mahyeldi dijo que estaba tomando otras medidas para “evitar” que la gente sea gay, como asegurarse de que los niños no jueguen o se vistan de manera diferente al estereotipo de su género asignado. “Tenemos actividades educativas que están mal en la familia”, dijo el alcalde. “Es un niño, pero se le da un juguete femenino, se le da la ropa de una niña, o viceversa”.
Añadió que los hombres en Indonesia no deberían bailar elegantemente, a menos que la danza forme parte de una actividad “masculina” como las artes marciales, y criticó las elecciones democráticas que dieron como resultado que las mujeres ganaran el poder.
“Las elecciones que equiparan a hombres y mujeres… bueno, eso también es una indicación en esa dirección”, dijo Mahyeldi. “Esos niños, a partir de las operaciones que tenemos, construiremos y capacitaremos, luego cultivaremos el nacionalismo y plantaremos su identidad”, agregó.
La persecución se extiende de Aceh al conjunto de Indonesia
La homosexualidad es técnicamente legal en Indonesia, excepto en Aceh, que está bajo la ley Sharia, pero los homosexuales siguen siendo objeto de violencia y represión.
En noviembre, Mahyeldi encabezó una marcha anti-LGBT de miles de personas por las calles de Padang. El alcalde dijo a los asistentes: “A los perpetradores del pecado, que se arrepientan y que aquellos que los protegen se den cuenta inmediatamente porque se enfrentarán a la oposición de todos los partidos y comunidades de Padang, así como de las fuerzas de seguridad”.
Manifestantes en una marcha anti-LGBT, liderada por el alcalde de Padang en Sumatra Occidental, Indonesia (Dprd Kota Padang/Facebook)
Y unas semanas antes del mitin, la policía de Padang habría arrestado a 10 mujeres bajo sospecha de “conducta lesbiana desviada”. El jefe de policía Pol Yadrison dijo que las autoridades de inteligencia habían estado monitoreando las actividades de las mujeres en los medios sociales y que una de las páginas de Facebook de las mujeres la mostraba “besándose y abrazándose” con otra mujer, como si fueran”hombres y mujeres”.
Otras ciudades de Indonesia han tomado medidas enérgicas contra los homosexuales- La ciudad de Pariaman, que se encuentra cerca de Padang, en la isla de Sumatra, aprobó el año pasado una ley que prohíbe el sexo gay y otros “actos que se consideran LGBT”.
La ciudad de más de 80.000 habitantes impondrá multas de un millón de rupias (55 libras esterlinas) a las parejas del mismo sexo condenadas por cometer “actos inmorales” y a cualquiera que se encuentre “actuando como travestido”. El teniente de alcalde de la ciudad, Mardison Mahyudin, dijo que la ley era parte de una campaña para “erradicar a los LGBT”.
Y en 2017, en la ciudad capital de Yakarta, 141 hombres fueron arrestados por asistir a lo que las autoridades llamaron una “fiesta de sexo gay”, lo que llevó a que 10 de ellos fueran condenados y se les entregara tiempo en prisión.
Pero la persecución no se limita ya a los territorios donde rige la sharía. Ya en febrero de 2016 hacíamos alusión a la ola de LGTBfobia protagonizada por políticos y líderes religiosos indonesios. Desde entonces no hemos dejado de conocer casos de detenciones y abusos. En diciembre de 2017, por ejemplo, nos hacíamos eco de la condena de diez hombres a dos años de cárcel por participar en una supuesta «fiesta gay» en Yakarta, la capital del país, donde las relaciones homosexuales no son ilegales. Los detenidos fueron entonces condenados por violar la ley contra la pornografía. El que se utilice esta ley para perseguir penalmente la homosexualidad en un territorio en el que supuestamente no está criminalizada pone de manifiesto la gravedad de la situación.
En mayo de 2017, otros ocho hombres eran detenidos, igualmente acusados de celebrar una «fiesta gay» en Surabaya, la segunda ciudad del país. Y en octubre de 2017 tuvo lugar otra redada en un local de ambiente gay de Yakarta, en la que fueron detenidos 51 hombres.
Si tenemos en cuenta que las dos detenciones más recientes han tenido lugar en Java Occidental (provincia cuyo jefe de policía ya hizo pública hace año y medio su intención de constituir un grupo de trabajo policial para investigar la actividad de personas LGTB) y en Sumatra Occidental, parece claro que la ola de LGTBfobia se extiende por el conjunto de Indonesia. Una más que preocupante situación que podría además agravarse de prosperar la iniciativa legislativa que pretende castigar en todo el país las relaciones homosexuales con penas de hasta cinco años de prisión, si bien el proyecto de ley ha sido aplazado provisionalmente.
Fuente Cromosomax/Cristianos Gays
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