Adam Rippon lamenta que Mike Pence encabece la delegación estadounidense a los Juegos de Invierno
El patinador artístico, Adam Rippon, lamenta que una persona tan notoriamente homofóbica como Mike Pence haya sido escogido para encabezar a la delegación estadounidense en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, afirmando que la actual administración de Donald Trump no representa «los valores que me enseñaron cuando crecí».
Adam Rippon era escogido para competir en representación de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, Corea del Sur, que comienzan el próximo 9 de febrero, convirtiéndose en el primer deportista abiertamente homosexual que participa en unos juegos de invierno. Si el patinador artístico ya había anunciado que no tenía intención de reunirse con Donald Trump en la habitual invitación de la Casa Blanca tras los juegos, lamenta que Mike Pence haya sido escogido para encabezar la delegación estadounidense, a quien no ha dudado en criticar por ser una persona abiertamente homofóbica.
«¿Te refieres a Mike Pence, el mismo Mike Pence que financió la terapia de conversión gay? No lo puedo creer», responde el patinador artístico cuando le preguntan su opinión acerca de que el vicepresidente de los Estados Unidos encabece la delegación estadounidense. «Si fuera antes de mi evento, no me desviaría de mi camino de ninguna manera para encontrarme con alguien que no solo muestra que no es amigo de una persona gay sino que cree que están enfermos. No saldría de mi camino para conocer a alguien así», responde Rippon, descartando conocerle en el tradicional encuentro entre atletas y directivos, aunque deja la puerta abierta a hacerlo posteriormente, al parecerle más moderado que Trump, resaltando que, en cualquier caso, no cree que «la administración actual represente los valores que me enseñaron cuando crecí».
«Esta acusación es totalmente falsa y no tiene ninguna base», reclama Marc Lotter, portavoz de Pence, sobre que el vicepresidente sea homofóbico. Asimismo, su secretaria de prensa enviaba una declaración explicando que «el vicepresidente se enorgullece de encabezar la delegación estadounidense a los Juegos Olímpicos y apoyar a los increíbles atletas de los Estados Unidos. Esta acusación es totalmente falsa y no tiene ninguna base de hecho. A pesar de estas afirmaciones mal informadas, el apoyara con entusiasmo a todos los atletas estadounidenses que compitan el próximo mes en Pyengchang».
Mal o bien informados, lo cierto es que en marzo del año pasado Pence ya tenía que salir a negar que había apoyado las terapias de conversión así como haberse opuesto a reconocer los derechos civiles del colectivo LGBT. Sin embargo, su esposa, Karen Pence, quedaba en evidencia cuando el Washington Post revelaba que había enviado una carta a los responsables del Indianapolis Star condenando que difundiesen información sobre una línea de ayuda a jóvenes LGBT. No solo se conoce al vicepresidente como «el funcionario elegido a nivel estatal más vociferante y consistentemente anti gay en el país», sino que el presidente Trump ha llegado a bromear en una ocasión sobre su alto grado de homofobia al afirmar que su Pence quería «colgar» a todas las personas homosexuales.
La homofobia del matrimonio es tan notoria que cuando se trasladan a Washington D.C. de cara a firmar su cargo como vicepresidente, sus vecinos le reciben con banderas del orgullo LGBT, reuniéndose cientos de personas en una Queer Dance Tea Party celebrada frente a su domicilio como acto de protesta. Estas navidades, cuando el matrimonio se desplaza a Aspen para pasar la nochevieja, son recibidos de manera similar, al encontrarse una bandera con el lema «haz America gay de nuevo».
Fuente Uiversogay
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