Un mapa registra casos de violencia a lesbianas y bisexuales en Argentina
En 2016, Marcela Crelz fue asesinada a puñaladas tras una discusión que tuvo con su madre, quien no aceptaba que fuera lesbiana. Sucedió en Isidro Casanova, una localidad del partido de La Matanza en la provincia de Buenos Aires. Ese mismo año, Higui fue presa tras intentar defenderse de la agresión de un grupo de varones que intentaron violarla. En 2017, Marian Gómez fue detenida por la policía en una estación de tren de Buenos Aires cuando besaba a su esposa, Rocío Girat, con la excusa de estar fumando en un espacio prohibido. En 2018, a Sofía, una trabajadora de FM La Tribu, la persiguieron en repetidas ocasiones por el barrio de Almagro, CABA, donde la insultaron, la acosaron y la agredieron físicamente. Este año, a Yesica Freytes le pegaron con un fierro en la cabeza al grito de “lesbiana puta” en Villa Ballester, provincia de Buenos Aires.
“Después de varios años, el crimen de Marcela Crelz sigue irresuelto, no sabemos en qué quedó la causa ni si se juzgó a la madre”, manifiesta a Presentes Paula Espino (34 años), creadora del primer mapa que contabiliza las agresiones por lesboodio y lesbofobia en Argentina. “Los colectivos LGBT siempre estuvimos empujando para que se reconozcan los crímenes de odio con su nombre, como pasó con el travesticidio de Diana Sacayán, pero acá no estamos poniéndonos las pilas para que estos se reconozcan como crímenes de lesboodio”.
Con estos casos en la cabeza, en noviembre de 2018 Paula, lesbiana, especialista en sistemas y estudiante de Trabajo Social (UMSA), hizo público un mapa que ya lleva registrados un total de 45 casos de violencia hacia lesbianas. De este total, la mitad pertenecen a denuncias por violencia institucional realizadas en los últimos cuatro años. “Esto dice bastante de lo que fue el gobierno macrista”, explica Paula. Por otro lado, solo en 2019 se registraron un total de 14 casos de violencia hacia lesbianas u otras identidades por ser leídas como lesbianas. Esto indica que, en promedio, al menos una vez por mes una persona es agredida en Argentina por el solo hecho de ser (o ser leída) lesbiana.
Lo que motivó el trabajo de Paula fue la urgencia por visibilizar esta situación para poder reclamar al Estado una serie de políticas públicas que vayan en contra de esas violencias. “Y también”, agrega, “para sumar algún tipo de estadística que refleje cada cuánto o con qué frecuencia suceden estas violencias, algún numero claro, para que no se lo minimice en relación con las violencias que también sufren otras identidades LGBT”.
“Hablo de violencia a lesbianas, pero también a bisexuales y otras identidades por ser leídas como lesbianas, porque entiendo que también pueden recibir violencia por lesbofobia o lesboodio. Este tipo de violencias también puede ser recibido por personas bisexuales o personas trans que sean leídas como lesbianas”, aclara Paula. “Lo importante es empezar a pensar en esto como un problema social. Para eso, el problema tiene que existir y tiene que visibilizarse”.
Cuándo se habla de violencia hacia lesbianas
El mapeo de violencia contra lesbianas y otras identidades por ser leídas como lesbianas se suma al trabajo que agencia Presentes viene realizando para contabilizar los crímenes de odio contra personas LGBTIQ+ en toda Latinoamérica. Lo que aporta este mapa es que, además de los crímenes de odio, contabiliza todo tipo de violencias hacia lesbianas y otras identidades por ser leídas específicamente como lesbianas en el territorio argentino.
“Quiero visibilizar todo tipo de discriminación. La violencia simbólica, la discriminación laboral, la violencia institucional, y me gustaría poder contabilizar casos de violencia ginecológica. Sabemos que hay un montón, pero en el mapeo aún no recibí ninguno”, comenta Paula.
Este año, un informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, en articulación con la Federación Argentina LGBT, reveló que, en 2018, 67 personas murieron en Argentina como consecuencia de crímenes de odio basados en la identidad sexual y falta de acceso a derechos básicos. “El tema con estos informes es que se hacen con fines estadísticos y no hay manera de acceder al caso por caso. Si yo quisiera verlo para sumar algún caso pertinente al mapeo, no puedo hacerlo”.
En cuanto a la violencia hacia lesbianas, Paula reconoce que la mayor parte de las denuncias sucedieron en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. “Pero creo que es porque acá corre más rápido la información y porque el mapa es más visible en esta zona, no porque en otras provincias no exista esta violencia. También recibí denuncias de Córdoba, Santa Fe y un solo caso en el sur, y muchas veces se trata de pibxs de Buenos Aires que se fueron de vacaciones a algún otro lado y vivieron algún tipo de discriminación en otras provincias”.
Para sumar una denuncia al mapa de violencia hacia lesbianas, bisexuales o cualquier u otras identidades por ser leídas como lesbianas, comunicate a través de los siguientes enlaces:
Instagram: @violenciahacialesbianas
Twitter: @TortaRepostera
Fuente Agencia Presentes
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