Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Manuela González’

Manu González, concejala trans: “Libertad es más derechos»

Jueves, 5 de octubre de 2023
Comentarios desactivados en Manu González, concejala trans: “Libertad es más derechos»

TManu-Gonzalez-concejala-trans-Gualeguaychu-2023-08-08-14-07-09-2-1024x512Manuela González es la primera concejala trans de Entre Ríos. Desde agosto ocupa una banca en el Concejo Deliberante de Gualeguaychú. Docente, también fue directora de Diversidad del municipio. En esta entrevista, un recorrido por la escuela, los carnavales, activismos y política.

“Por mi papá, por mi mamá, por mi ciudad, por el país que amo, por una sociedad más justa e igualitaria libre de violencias y discriminación por motivos de orientación sexual y de género, y por una ciudad más justa y equitativa para todas, todos y todes. Sí, juro”. Así juró Manuela González al asumir su banca en Gualeguaychú y convertirse en la primera concejala trans de la provincia de Entre Ríos.

Manu, como la llaman todes, ya se destacó en el municipio como directora de diversidad, cargo que ocupó desde el 2021 hasta el 8 de agosto de 2023, cuando comenzó su mandato en el Honorable Concejo Deliberante de Gualeguaychú. Y también había dejado su huella en las escuelas públicas como estudiante y profesora. Manu comparte escenas de transiciones permanentes: de estudiante a docente, de docente a militante.

Una escuela que no expulse

TManu-Gonzalez-concejala-trans-Gualeguaychu-2023-08-08-14-07-09Manu González el día que asumió como concejala en Gualeguaychú, el 8 de agosto de 2023.

“Para ser militante de la causa no hace falta que seas LGBT+: solo tenés que ser una persona empática”, dice. Tiene 35 años y una familia que la aceptó siempre. Se recibió como maestra con 22, justo un año antes antes de la ley de identidad de género, aprobada en 2012.

Al frente de la Dirección municipal, Manu se dedicó a planificar formaciones y cursos: capacitaciones con la Ley Micaela, formación para policías, Poder Judicial, miembros de la unidad penal, médicos, profesores, cursos sobre infancias LGBT”. El curso formal de ESI, en coordinación con la departamental de educación de la provincia, tuvo que repetirse dos años seguidos porque fueron más de 800 los y las docentes inscriptes. “Necesitamos una escuela que no expulse”, resalta.

“Compartimos siempre con mis compañeras que la política necesita mucha pedagogía para poder transformar, y sobre todo a los espacios que tienen muchas barreras que se han fraguado desde lo que no se conoce”, dice. Y plantea: “La diversidad se aprende en la convivencia”. Advierte que es necesario reparar esa asociación que dejaba a la narrativa travesti del lado de lo ilegal, a través de una militancia con mirada pedagógica.

Identidad en familia

Manu cuenta que su mamá y su papá la tuvieron de grandes, que siempre la amaron y aceptaron, aún sin saber de qué se trataba, incluso sin poder ponerle nombre. Jacinto, su padre, la aplaudía cuando bailaba Thalía, recuerda. El sueño de Manu era ser diseñadora de modas. Pero no podían pagarle una carrera en Buenos Aires.

TManu-Gonzalez-concejala-trans-Gualeguaychu-2023-08-08-14-07-08-2Su padre trabajaba como albañil y su mamá como ama de casa. A veces limpiaba en otras viviendas: “guerrera” del servicio doméstico que es la vida, dice ella. “Esa es la crueldad, una tiene sueños y el contexto económico te lo impide. Lo que si, nunca te define el poder adquisitivo”, subraya, con tono de docente que sabe los conceptos que busca fijar.

Se enamoró por primera vez a los 17, y a la vuelta de un baile le contó a su mamá, mujer “de campo” que la consoló restándole importancia al tema: “No es la muerte de nadie, hija”. Su papá se estaba levantando, y se preocupó por sus lágrimas:

—¡Qué te hicieron!— exclamó primero, pero al segundo intuyó que el drama venía por otro lado, y se sintió aliviado:

— Ay Manu. Estás enamorada de Fulano — le dijo, y acertó el nombre.

Ella quedó callada. Él agregó:

— Te amo como sos vos, como vos quieras ser, si querés ser nene o nena. Quiero que seas feliz — la abrazó, y Manu dice que en ese instante se le cayeron 50 kilos de encima.

“Viví todas mis etapas. Fui una mariquita. Siempre tuve el pelo largo, desde los 12 años, cuando terminé la primaria. Siempre fui una piba muy andrógina, no tengo pelos. Una vuelta tuve que ir al psicólogo porque la gente me miraba, buscando lo binario”, dice.

Patear el sistema educativo

Cuando estudiaba en el magisterio, a veces la obligaban a vestir como varón, con zapatos, pelo atado, ropa que nunca había tenido y que tuvo que conseguir, como si fuera a hacer una perfo. Aunque no sufrió agresiones directas, en el ámbito académico recuerda que siempre padeció “ese estigma que atraviesa lo LGBT, como casos de estudio, como buscando algo oculto”. Cursó todas las materias y las aprobó en el primer intento.

Se recibió muy joven y comenzó a dudar sobre cómo ejercer el oficio de enseñar. “Era patear el sistema educativo”, remarca.

Antes de presentarse al acto público en el que obtuvo sus primeras horas como maestra, tuvo miedo, no quería ir. Su papá la convenció: “Andá y probá. Yo veo cómo te quiere la gente en la calle”. Su tío Guille la llevó en moto hasta la escuela número 4 Gervasio Méndez, con más de 500 alumnos, una escuela pública de élite, donde por orden de mérito, le habían asignado la suplencia de sexto grado.

“Era un lugar que nunca había transitado una travesti, o una identidad tan femenina como yo, que no tenía pechos en ese momento, pero no era un gay, era una mariquita, muy femenina”, recuerda. En el hall volvieron a invadirla los nervios. Se estaba por ir y se encontró con Rosita, otra maestra con quien había hecho la residencia el año anterior.

—¡Manu! ¿Qué hacés acá? ¿Conseguiste trabajo?

—Si, pero no me animo, esto no es para mi.

— ¿Cómo no te vas a animar? ¡Si vos sos excelente! Vení conmigo— le dijo y la llevó hasta la dirección de la mano, le presentó a las compañeras, y cuando sonó el timbre no le quedó otra que ir al aula de sexto grado.

A fin de año estuvo a cargo de la fiesta de graduación y recibió un ramo de flores enorme por parte de las familias de sus alumnes. Recién entonces se sintió aliviada: “Entendí que ese era mi lugar, y que lo que yo era no resultaba ningún impedimento para trabajar con estos gurises. Y esta también es la escuela pública”, remarca.

El privilegio de una maestra travesti

Ella misma dice que su transición “fue en el aula”. “En ese momento no tenía DNI (con cambio de género) porque no me interesaba, sentía que no me definía. Siempre fui Manu. Pero un día me tuve que operar, y cuando fui al sanatorio me llamaban en masculino. Me incomodaba. Me hice la lolas y después el DNI. Un día tuve que charlar con mis alumnos, quería que se enteraran de mi boca. Y fue de una normalidad absoluta”.

No todo el mundo tiene el privilegio de una maestra travesti— les dijo.

Cuando se hizo viral la historia de Quimey Ramos, a partir de su transición en el aula, se pusieron en contacto. Quimey invitó a Manu a un encuentro de docentes trans, en el Bachillerato Mocha Celis. Se encontró con militantes históricas. “Unos cerebros que estaban ahí, y yo quería aprender, herramientas discursivas, pensar en lo colectivo”, dice.

TManu-Gonzalez-concejala-trans-Gualeguaychu-2023-08-08-14-07-08-3

Carnaval y poder travesti

El Carnaval de Gualeguaychú es una de las fiestas populares más importantes del país. Y es también una de las principales actividades económicas, que organiza la vida de una parte importante de la comunidad. “El carnaval es el primer espacio de trabajo que conseguimos las travestis en Gualeguaychú. Y eso hace que la ciudad haya convivido siempre con la diversidad sexual”, señala.

¿Qué lugar ocupa el carnaval en tu historia?

—De por sí las mariconas somos muy ávidas para el arte. Imaginate: es la magia viva: brillos, tela, la posibilidad de dibujar, decorar, crear carrozas, música, contar una historia, llevarla a cabo, materializarla. Disfrutamos de ese espacio. Mi último trabajo ahí fue en 2011, antes de recibirme, en la Comparsa Kamarr. Yo empapelaba la carroza de doce metros de largo y siete de alto, con esculturas talladas en telgopor, un trabajo absolutamente artesanal. Gualeguaychú tiene a los mejores talladores porque lo que se hace acá es talento puro. Nadie puede enseñarte a tallar un demonio de siete metros de alto: es talento, y la superación de su propio trabajo.

¿Siempre bailaste en el carnaval?

— Desde 2005. Transicioné en el Carnaval, en la Comparsa O Bahía. También fui empleada del carnaval. Antes de recibirme de maestra en 2011, trabajaba en el carnaval—. Pero la transición no se da de una vez y para siempre en la vida de nadie.

Futuros compartidos

TManu-Gonzalez-concejala-trans-Gualeguaychu-2023-08-08-14-07-09-3Además de ser famosa por el Carnaval, la ciudad de Gualeguaychú tiene un fuerte activismo ambiental. En 2006 alcanzó su pico máximo la lucha contra la instalación de dos empresas productoras de pasta base de celulosa (para hacer papel) del lado uruguayo, en Fray Bentos. Grandes manifestaciones interrumpieron el tránsito sobre el puente internacional, impulsando un conflicto entre países. “Toda la ciudad se organizó para ir a cortar el puente con la Asamblea medioambiental. Hasta el día de hoy está el puesto”, recuerda la concejala.

Gualeguaychú es una de las primeras localidades argentinas en tener una ordenanza en contra de los agrotóxicos, y su actual intendente, Esteban Martín Piaggio, se propuso desde su primer mandato (que arrancó en 2015), prohibir el glifosato, veneno asociado a la producción de soja transgénica.

Años antes de aceptar integrar la lista de concejales, Manu había tenido una larga charla con el intendente Esteban Martín Piaggio. Él la había llamado después de que se hiciera conocida su historia en la ciudad con  un reportaje en un medio local, a mediados de 2016. “La maestra travesti” empezaba así su activismo, una vida pública por los derechos de todes, empezando por sus amigas.

Si bien consideraba que el ámbito del Partido Justicialista era machista, como ciudadana evaluaba positivamente la gestión de Piaggio, que en 2019 fue reelecto. Construir en este espacio podía ser una oportunidad para ayudar a la población trans, pensaba. Fantaseaba con proyectos que hay son realidad, como el cupo laboral trans o una “Casa de la Diversidad”. Se trata de una institución específica para gestionar las problemáticas de las personas LGBT+ y sus familias en el caso de Niñez, Adolescencia y Juventud, que está por inaugurarse.

En las elecciones de 2021 le ofrecieron un espacio en la lista, el número 10. Pero ingresaron 9 concejales. Ella siguió trabajando como docente. Después el ejecutivo local la convocó para la Dirección de Diversidad.

Orgullo para pelear por más derechos

TManu-Gonzalez-concejala-trans-Gualeguaychu-2023-08-08-14-07-08¿Te imaginabas como funcionaria municipal?

— La campaña había estado muy bien. El termómetro te lo marcan los peronistas viejos, esos que están en el fondo, viendo si te dan el ok o no, y tuve un recibimiento hermoso. Era diciembre de 2019, y tomé un cargo docente, pero al tiempo me propusieron asumir la dirección en conjunto con María Belén Miré, del feminismo local, con temas ligados a violencia de género y cuidados; y yo con la reparación: para un sector que nunca había sido considerado, construyendo desde cero, con el desafío de imprimir a la política del municipio la perspectiva de diversidad. Por el cupo ya entraron una compañera en Deportes, otro en Economía social, una compañera sobreviviente en la secretaría de Producción de Desarrollo Económico, y Gabriela que recibe en la mesa de entradas del municipio. Y estamos por inaugurar la Casa de la Diversidad.

En este escenario electoral, ¿cuál es tu mirada sobre el futuro?

—Es un momento para convocar a toda la comunidad LGBT a militar. Hay personas que desde un lugar de privilegio celebran el avance de la derecha. Nos tenemos que organizar. El 12 de octubre es la marcha del orgullo en Gualeguaychú, la tercera. Tiene un tinte no tan festivo y estamos asustades. Puede que no sea para celebrar el orgullo, sino para reivindicarlo, pelear por nuestros derechos y por la democracia. Para mí libertad es más derechos, no menos. Sobre todo para defender las victorias históricas de este colectivo. Las nuevas generaciones ya crecieron con marcos normativos y urge contextualizar. Lohana, Diana, Marlene (Wayar), Alba (Rueda), compañeras maravillosas, sobrevivientes como Carol, Dulce… cuentan historias terroríficas: cuando eran pendejas no les querían dar un mate, les tiraban baldes de agua fría en invierno. ¿Cuántas vidas se llevó la lucha? Es un momento para pensarse colectivamente: ¿Cuál es la sociedad, la ciudad y el país que queremos? Hay que hacer murales que digan Libertad es más derechos.

21 de septiembre de 2023
Vanina Pasik
Edición: María Eugenia Ludueña

Fuente Agencia Presentes

General, Historia LGTBI , , , , ,

Boca Rosa, una cooperativa textil que transforma la realidad de mujeres trans en Gualeguaychú

Martes, 23 de noviembre de 2021
Comentarios desactivados en Boca Rosa, una cooperativa textil que transforma la realidad de mujeres trans en Gualeguaychú

Boca-Rosa-Cooperativa-Textil-medida-1200x600

La cooperativa sostiene diez puestos de trabajo en las emblemáticas tierras del carnaval donde el taller de costura es una herramienta fundamental de inclusión y formación.

Aunque a los cinco años ya sabía que la imagen que le devolvía el espejo no la representaba, la transición de Gabriela Gómez Girones fue lenta y paulatina. Hija de un prefecto y alumna rebelde, dejó la vivienda de su mamá y su papá a los 13 para mudarse al primer lugar que sintió como propio: la casa de su abuela. Allí también vivía su tío, artista y diseñador. De su mano conoció el carnaval de Gualeguaychú, y esa impronta forma parte de Boca Rosa, la cooperativa textil conformada en su mayoría por mujeres trans que nació en plena pandemia y busca generar vocación costurera como herramienta de inserción laboral.

Gabriela tiene 40 años, vive hace 20 en Gualeguaychú –provincia de Entre Ríos- y trabajó durante 15 en el carnaval. Ese universo de trajes con plumas y lentejuelas fue su escuela en el rubro textil. Y al mismo tiempo fue –es- un rasgo propio de una ciudad que se convirtió en destino elegido por gran cantidad de personas trans y travestis de localidades y provincias vecinas.

“Mi raíz fue el carnaval. Mi tío era un gran artista de mi ciudad de Victoria, Entre Ríos. Me vine a Gualeguaychú por una decisión de mis segundos papás: mi abuela y mi tío. Fueron un poco los que me encaminaron en todo esto”, cuenta Gabriela. Dice que tuvo suerte: que trabajó cuatro años en blanco y que siempre encontró oportunidades laborales. Pero se quiebra “pensando en las compañeras que quedaron en el camino”, y quiere fomentar capacitaciones e inserción laboral como vías de inclusión.

De eso hablaba con su amiga Manuela González en charlas que fueron génesis de Boca Rosa. Única maestra trans y primera funcionaria trans de Entre Ríos, ella es responsable del Área de Género y Diversidad del Municipio de Gualeguaychú. “Cuando asumimos nos metimos de lleno en pensar cómo hacer para que las pibas tuvieran un trabajo, independencia económica. Empezamos a tejer desde el Estado el proyecto de una cooperativa textil. Porque el carnaval fue semillero de compañeras como Gabriela, que han podido llevar adelante una vida económica activa con eso. Pero sólo conocíamos dos o tres compañeras que sabían coser”. Convencer a otras para que se sumaran a aprender fue el primer desafío. La pandemia sólo complicó un poco las cosas, en un ámbito habituado a los obstáculos. “No me atribuyo nada, pero cómo se transforman las realidades cuando estamos nosotras”, sonríe Manuela.

Corte y confección

Boca-Rosa-2-Cooperativa-textual-1024x768A Valentina Barbosa le avisó una amiga. “Están por juntarse para hacer una cooperativa”, le dijo. Cuando se sumó a la primera reunión, ni siquiera sabía de qué se trataba. Apenas se enteró que era un emprendimiento textil, le gustó. Llevaba tiempo buscando trabajo, mientras se dedicaba a “hacer la calle. No tenía otra cosa”. Así, durante diez años.

Ahora es una de las que sabe manejar las cuatro máquinas industriales que la cooperativa pudo adquirir gracias a un programa provincial. Mientras espera que se logre la matriculación para avanzar con la producción y vender al público, se capacita en corte y confección, hilvanado y costura. También, en computación. Y tiene una máquina de coser en su casa, para un emprendimiento propio. Hace lo que le encarguen, pero ella apunta especialmente a la ropa para mascotas.

“Boca Rosa es lo más. Tiene las mejores máquinas. Estamos chochas”, se alegra. Y cuenta que las primeras piezas que produjeron fueron toallitas para vender en centros de estéticas. También, banderines multicolores para la municipalidad. Como ella, una decena de personas integra la cooperativa, que debe su nombre a Pequeña Pe, artista referenta del colectivo travesti trans de Entre Ríos, fallecida en circunstancias poco claras. Uno de sus temas se llamaba Boca Rosa.

Valentina tiene 31 años y nació en Zárate, pero eligió Gualeguaychú. “Mi recorrido fue de muy chica. Sentía esto y me decidí a los 12. Les conté a mis viejos. Me lo respetaron. Lo único que me pidieron es que me cuide. Me acercaba a las chicas más grandes de Zárate y ellas me tiraban data de cómo ir armándome. Me fui haciendo de a poco”, relata su transición.

Vivió tres años en Calafate, hasta que se instaló en tierra carnavalesca. “Siempre buscaba trabajo en otros lugares, no acá, porque no se abría nada. Es la primera vez que me pasa algo así”, dice sobre la experiencia en la cooperativa. “Hace rato que tendría que haberse dado el cambio. Antes no nos incluían en nada. Si querías un trabajo, no te veían con esos ojos. Como si perteneciéramos a otro ambiente. Sólo para lo que ellos querían. Ahora se puede tirar un currículum y no te rechazan ni te miran con mala cara”. 

“Más allá de lo textil, esto sirvió mucho para unirlas, que se conocieran, que compartan un espacio”, resalta Manuela, funcionaria en una ciudad donde estima que hay medio centenar de mujeres trans mayores de 18 años. “Esta es una ciudad diversa por sus orígenes: Gualeguaychú creció a la par de la diversidad. En el desfile de carrozas las creativas siempre fuimos las travestis. Tiene esa cultura LGTB y es un plus que hace que sea un lugar al que las compañeras migran. Acá se sienten contenidas, eso ha permitido profundizar un montón de cosas, laburar con los privados. Tiene ese plus: que es un lugar que las compañeras elijen”.

Pero, aclara, “no deja de haber mentalidad conservadora de pueblo. Por eso está bueno pensar en dispositivos territoriales que acompañen a travestis y sus familias. Porque cuando una sale del clóset también sale la familia: empiezan a ser el hermano, la mamá de la travesti”, dice, y apuesta por el rol que cumplirá en ese sentido la Casa de la Diversidad, un proyecto pionero que ya está en marcha, tras la firma de un convenio de adhesión al Programa de infraestructura del cuidado con la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, por $63 millones. “Y buscamos también apuntar al privado –remarca Manuela– Que no esté todo en manos del Estado. Que la sociedad se abra a este derecho negado por tantos años”.

Pandemia y pizzetas

“Cuando surge la primera reunión por la cooperativa, el problema era que casi ninguna sabía sobre el rubro. Había que entusiasmarlas, conducirlas, enseñarles. Llegamos a un pre acuerdo con el municipio para empezar y nos anotamos en varios programas para tener financiamiento. Pudimos comprar la maquinaria. Estábamos felices. Pero nos agarró la pandemia. Justo cuando estábamos todas entusiasmadas. Dijimos ¿cómo seguimos? Y ahí surge la idea de capacitarnos”, cuenta Gabriela Gómez Girones, al frente de Boca Rosa. Talleres, cursos y hasta completar el secundario de forma virtual, mientras se pensaba y organizaba lo que vendría post cuarentena.

“Mi idea era guiarlas, pero no podíamos juntarnos. Empezamos un curso virtual de corte y confección y fue muy productivo, así que este año lo estamos siguiendo. Las chicas cuando tuvimos las primeras reuniones virtuales no entendían mucho. Después cuando nos reencontramos en el aula fueron con miedo, pero empezaron a coser, se sentaron ante las máquinas y ya están más enganchadas”. Comenzaron por la blanquería –toallas y manteles– para hacer todo más rápido y recto. Piensan ofrecer el servicio a hospitales y asilos, y empiezan a imaginar proyectos más grandes, como confeccionar equipos de protección personal para ámbitos sanitarios.

Por lo pronto, realizan prácticas en la Escuela Secundaria “María América Barbosa” para aprender más sobre el manejo de las máquinas de coser. Y el municipio les cedió un ala del “Espacio de las Juventudes”, llamado Casa Redes 2, que aún está siendo acondicionado. Todo el proceso cuenta con el apoyo de la seccional de Entre Ríos de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (FECOOTRA) y de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados Ltda. (CONARCOOP).

“Hemos arrancado despacito. Así va a salir mejor. El año pasado teníamos que pagar matrículas y otras cosas y se nos ocurrió vender pizzetas. No sólo para recaudar plata sino también para hacernos presentes y que nos fueran conociendo. Creo que fue la mejor manera de entrar a los hogares de nuestra comuna: la gente nos vio, nos conoció, se copó mucho con la compra. Las compañeras estaban contentas. Fue como volver a vivir, después de mucho tiempo encerradas y con miedo. Ese miedo se les fue cuando empezaron a tener este contacto”.

Gabriela también está contenta. Pide disculpas una y otra vez por irse por las ramas, mientras habla a borbotones sobre los planes para Boca Rosa. “El Estado se ha hecho presente. Para nosotras fue algo que nunca pensábamos que iba a pasar –celebra- La gente se está parando un poquito más en los zapatos del otro y ya no te miran con esos ojos que te miraban antes. Lo importante es no guardarse. Salir, mostrarse y contar lo que hacemos. Lo único que nos faltó fueron oportunidades. Hoy lo estamos disfrutando y vamos a dejar algo muy lindo para que las que siguen lo aprovechen mejor y no pasen por los que hemos pasado nosotras, y ni hablar las anteriores”.

Fuente Agencia Presentes

General, Historia LGTBI , , , , , , , , , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.