Demanda a su intituto por censura y gana
Un instituto del distrito de Central California se ve obligado a cambiar su normativa sobre indumentaria como repuesta a una demanda federal interpuesta por una alumna a la que habían censurado por llevar una camiseta con la leyenda «Nadie sabe que soy lesbiana».
En agosto, Taylor Victor, una alumna del instituto Sierra de Manteca, confiada de su sexualidad y apoyada por su familia tras salir del armario, lleva un camiseta para ir a clase con la leyenda «Nadie sabe que soy lesbiana». Su sorpresa es mayúscula cunado dos funcionarios le llaman la atención, indicándole que cambie la camiseta porque les parece inapropiada y va en contra de la normativa sobre indumentaria del código del Distrito de Institutos Unificados de Manteca (MantecaUSD). Junto a su madre, interpone una demanda que se resuelve el pasado martes con la aprobación de un acuerdo al que el consejo del instituto llega con la Unión de Libertades Civiles Americanas (American Civil Liberties Union), representantes de la alumna y su madre, en la que le permiten llevar su controvertida camiseta.
Si bien el acuerdo especifica que los funcionarios no actuaron erróneamente, el distrito ha accedido a cambiar su normativa sobre indumentaria para aclarar a sus estudiantes que no les pueden prohibir el uso de ropa que apoya sus identidades, o las de sus compañeros de clase, en función de su raza, género, religión, orientación sexual y otras características, destacando que su prioridad número uno, sigue siendo «la habilidad de mantener a nuestros hijos a salvo física y emocionalmente».
El representante de ACLU, Linnea Nelson, explica en una entrevista que ser lesbiana «es una parte importante de la identidad de Taylor, y no debe ser censurada de hablar sobre ello en la escuela (…). Los alumnos no dejan su derecho a la libertad de expresión en las puertas del instituto (…). Y al final del día, la ley es muy clara sobre este tema, y las escuelas públicas no pueden censurar las creencias personales de los estudiantes porque piensen que pueden ser objeto de controversia».
Como parte del acuerdo, el distrito ha accedido a que Victor lleve su camiseta tomando «medidas razonables para protegerla de cualquier acoso o intimidación de otros alumnos o de algún empleado del distrito», tanto como reacción por la camiseta o por haber demandado al instituto. Asimismo, el distrito accede a proporcionar asesoramiento sobre libertad de expresión a sus funcionarios y asumir los costes del proceso.
Totalmente feliz con el resultado del episodio, Taylor Victor escribía una entrada en su blog personal, «Demandé a mi instituto por censura y gané», en el que explica con detalle cómo ha sido todo el proceso, que comienza al ver la camiseta en el escaparate de un centro comercial. Una camiseta que le hizo reír «porque todo el mundo sabe que soy lesbiana».
Fuente Universo Gay
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