Un predicador homófobo de Ghana alega que puede alargar el pene de sus fieles con un “masaje ritual”
El daño que hacen estos fantoches…
Las última noticia que nos llega desde Ghana sería hilarante si no fuera por la LGTBfobia de estado que impera en esta república africana. Un controvertido predicador cristiano, conocido por el uso y abuso de prácticas extremas, afirma que tiene el don de hacer crecer el pene de sus fieles mediante lo que denomina “masaje ritual”. La llamada del “obispo” Daniel Obinim dice textualmente que “si no te gusta la apariencia de cualquier parte de tu cuerpo, ven a mí” ya que, supuestamente, cuenta con “el poder de Dios”. Además de hincharse a tocar penes, el fundador de la Iglesia Internacional del Camino de Dios también se atribuye la capacidad de modificar el cuerpo de las mujeres: “si quieres grandes nalgas lo puedo hacer por ti, si quieres pechos grandes, te puedo ayudar”.
Aunque no parece más que un religioso charlatán, el autoproclamado “obispo” de la Iglesia Internacional del Camino de Dios es un hombre que puede llegar a ser peligroso. De hecho, Daniel Obinim (junto a varios de sus acólitos) ha sido detenido en varias ocasiones. En 2011 se le acusó de siete cargos; entre ellos allanamiento, daños a la propiedad privada, agresión física y verbal. Al parecer, el evangélico irrumpió entonces en los estudios de la emisora Hot FM de Accra mientras se trataba en ese momento un supuesto escándalo sexual en el que se había visto envuelto. A principios de 2015, por otra parte, se hizo viral un vídeo en el que el pastor Obinim caminaba sobre el vientre de una mujer embarazada como ritual de entrega a Dios.
Todo ello por no hablar de sus disparatados sermones en los que ha afirmado tener capacidades como la de transformarse en animales o plantas, que es un ángel o que puede entrar en los sueños de las personas, entre otros absurdos. A todo ello ahora se suma el falso don de alargar el pene de sus feligreses que estén descontentos con su tamaño. Como podéis ver con vuestros propios ojos, el “masaje ritual” de este predicador evangélico LGTBfóbico no es más que un burdo sobeteo del paquete sin más:
La difícil situación del colectivo LGTB en Ghana
En Ghana las relaciones homosexuales masculinas son ilegales y pueden conllevar penas de cárcel, aunque en las ciudades más grandes –como Accra o Kumasi– pueda hablarse incluso un tímido y discreto “ambiente”. El clima de opresión se extiende, en cualquier caso, a las élites políticas. En septiembre de 2015, sin ir más lejos, el candidato a la presidencia George Boateng proponía fusilar a “corruptos, gais y lesbianas”. También el año pasado nos hacíamos eco de varios ataques y amenazas homófobas que atemorizaron a la población LGTB de Ghana como el intento de linchamiento de un chico gay o los incidentes lesbófobos, entre otros ataques recientes (uno de ellos un intento de linchamiento de dos alumnos dentro de un centro educativo por parte de sus propios compañeros). Mientras, el clérigo musulmán de Ghana Mallam Abass Mahmud afirmaba que “El sexo gay provoca terremotos porque disgusta a Alá”.
En noviembre de 2013, el propio Ministerio de Educación decretaba la persecución de los alumnos percibidos como gais o lesbianas a raíz de la denuncia de una alumna que aseguraba sentirse presionada por sus compañeras para “practicar el lesbianismo”. En abril de ese año, dos colegios expulsaban a 53 alumnos por ser supuestamente homosexuales. Anteriormente, en julio de 2011, el ministro para la región occidental del país ordenó el arresto de todas las personas homosexuales en su jurisdicción, poco después de que una pareja de hombres fuera desterrada de su localidad por celebrar una ceremonia privada de boda. Un año antes, cientos de personas participaban en una manifestación homófoba cuyo organizador recurrió al argumento de la supuesta “homosexualización” de los jóvenes ghaneses a manos de los extranjeros.
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