Joven lesbiana repudiada por sus padres en Italia: “si vuelves a casa te mataremos”
“Mejor una hija drogadicta que lesbiana”
Malika Chalhy tiene solo 22 años. Hasta hace poco era una estudiante como tantas otras que vivía en Florencia con sus padres, ella italiana, él marroquí. Esta joven italiana de 22 años tuvo que abandonar su casa a comienzos de 2021 tras contar a sus padres que era lesbiana y ser insultada y repudiada por su familia con frases como “mejor una hija drogadicta que una lesbiana”
Malika encontró el amor hace un tiempo y decidió compartirlo con sus padres. Como no sabía muy bien cómo iban a reaccionar, ya que la persona de la que se enamoró Malika era una chica, decidió hacerlo por carta.
Malika no había tenido parejas antes, así que no solo se revelaba la importancia del primer amor, también su orientación sexual. Malika es lesbiana.
Malika había pensado que quizás sus padres no reaccionaban bien, como muchos jóvenes y adolescentes han descubierto en carne propia, cuando reaccionan llorando, preguntando que han hecho mal, enviándolos al psicólogo para que “se aclaren”, pero Malika nunca imaginó lo que ocurrió, sus padres, furiosos, la echaron de casa sin sus pertenencias.
“Das asco, lesbiana. Te deseo un tumor, eres la ruina de la familia. Sería mejor tener una hija drogadicta que lesbiana”. “Si vuelves a casa te mataremos”, le aseguraron, “mejor 50 años de cárcel que una hija lesbiana”. “Mejor una hija drogadicta que una lesbiana. Otras personas tienen suerte porque tienen hijos normales. Solo nosotros apestamos así”, son frases del repertorio que los homófobos padres decidieron soltar.
Estos son algunos de los mensajes verbales que recibió en su teléfono móvil Malika Chalhy, una joven de 22 años residente en la localidad toscana de Castelfiorentino a la que su familia amenazó y echó de casa tras confesar que se había enamorado de otra chica. Sus padres y su hermano mayor incluso cambiaron la cerradura de la puerta de la vivienda e impidieron que se llevara su ropa y objetos personales.
Chalhy, que lleva cuatro meses fuera de casa de forma obligada por negarse a dejar a su pareja y a renunciar a salir, de acuerdo con lo que se recoge en ‘Fanpage’, denunció a sus padres el pasado 19 de enero y se ha convertido en una activista referente para la comunidad LGTBI en Italia, a la que el alcalde de Castelfiorentino, Alessio Falorni, prometió ayudar a través de un directo en Facebook, tal y como informa el ‘Corriere de Fiorentino’, la delegación del ‘Corriere della Sera’ en Florencia y la Toscana.
#Castelfiorentino, cacciata di casa perché lesbica, il sindaco: «Tenterò con tutti i mezzi di darle una mano» https://t.co/PuZo9iRkHh
— Corriere Fiorentino (@corrierefirenze) April 9, 2021
“Los padres por ahora no cambian de opinión, no aceptan esto. Lleva tiempo, quizás”, expresó Farloni en declaraciones recogidas por el ‘Corriere de Fiorentino‘, que informó el pasado 10 de abril que el fiscal de Florencia, Giovanni Salinas, estaba investigando el caso tras la denuncia de la joven como “violencia privada”, de acuerdo con el término al que se hace alusión. En ese mismo texto Chalhy describe a su madre como una persona “obsesiva y posesiva” y se recuerda también cómo, tres días después de tener que abandonar su casa, la joven acudió a la vivienda acompañada de los Carabinieri para llevarse ropa y su progenitora espetó a los oficiales que no conocía a esa persona.
“Yo no soy quien debería avergonzarse. Yo no soy quien no es normal. No es normal golpear a un niño o insultarlo por quien es o elige ser, no es normal juzgar y señalar a los demás, no es normal culpar a alguien solo porque es homosexual”, explicó Malika al portal italiano ‘Fanpage’, donde contó asimismo que en el pasado ya había sufrido violencia física y psicológica cuando, por ejemplo, sus padres descubrieron que se había apuntado a clases de fútbol sala en secreto. “Tenía miedo de que no se lo tomaran bien, pero nunca pensé que vendrían a decirme ciertas cosas y que me amenazarían de muerte“, contaba en aquella ocasión, desgranando por primera vez una cadena de mensajes de voz, a la que ha tenido acceso el medio, que le envió su madre a través de WhatsApp con frases despectivas y amenazantes como “te deseo un tumor. Eres la ruina de la familia, mejor una hija drogadicta que una lesbiana“
En sintonía con el testimonio que ha ofrecido Malika Chalhy, su padre y su hermano, tres años mayor que ella, también han arremetido en contra de la joven con insultos. Ante las amenazas que recibió por parte de su hermano en Semana Santa, Chalhy justificó el hacer pública su historia. No obstante, desde redes sociales, la italiana pidió a sus seguidores que no fomentaran el odio. “Denuncié a la policía y luego a la prensa para defenderme del odio. Cualquier respuesta que contenga odio no solo está fuera de lugar, sino que es contraproducente”, se puede leer en el pie de foto de una de las publicaciones que compartió recientemente la joven a través de su perfil de Instagram, donde este 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, compartió varios mensajes reivindicativos.
Preguntado acerca de su versión de lo sucedido, Samir Chalhy, el hermano de la joven, ha indicado al diario ‘La Nazione‘ —según se hace eco el periódico, fue su hermano quien le gritó “te degollaré”— que su hermana “no dice toda la verdad”, en referencia a que la joven no habría mostrado aquellas notas de voz en las que los padres les piden que vuelva a casa y su hermano le dice que podría acogerla en la ciudad piamontesa de Alessandria. Asimismo, Samir Chalhy se justificó en la entrevista por los insultos y las amenazas apuntando que fueron frases que dijo en “un momento de enfado, después de intentar contactar con ella durante meses” y que son cosas que “nunca volvería a decir”. Además, el joven señala que su hermana está exponiendo su historia porque “hay dinero de por medio” y defiende a sus padres diciendo que “no se merecían” ser denunciados.
La historia de Malika se ha hecho viral en redes sociales, se ha visibilizado en los medios y la ayudado a recaudar 138 mil euros para terapia, un lugar donde vivir de momento, pagar su caso, el que ha denunciado a la Fiscalía de Florencia, y donar a asociaciones LGTB.
“Malika tiene el perfil de las personas que nosotros acogemos. Hemos dicho públicamente que podíamos ayudarla, pero afortunadamente las autoridades de su municipio han encontrado otras soluciones más cercanas para ella”, dice Giovanni Raulli, director del área de alojamiento y emergencias sociales de Spazio Aperto Servizi, la entidad que gestiona el proyecto de la Casa Arcobaleno de Milán. “El caso de Malika manifiesta la enorme necesidad que hay de hablar de este tema para lograr un cambio cultural en la mente y en el corazón de las personas“
Raulli advierte de que se equivocan quienes, al analizar este suceso, ponen el foco en el hecho de que la familia de la joven sea de origen marroquí. “Este es un problema de todos. Nosotros acogemos tanto a extranjeros como a chavales ‘italianísimos’. Puedes encontrar discriminación por tu orientación sexual entre familias de inmigrantes, pero también en familias italianas”.
“Tengo miedo de que mis padres me puedan hacer daño. Estoy segura de que lo harían si volviera a casa, por eso presenté la denuncia ante los Carabinieri. Aunque por ahora no ha cambiado mucho… para ser sinceros, nada ha cambiado“, explicó en su primera entrevista Malika Chalhy, que tras el apoyo recibido por personas anónimas y personalidades conocidas ha señalado que ahora se siente “menos sola” y que se ve en parte “portavoz de este movimiento, como si este dolor hubiera encontrado su propia utilidad“. La solidaridad hacia Chalhy no solo se ha transformado en una recaudación de fondos en la plataforma de ‘crowdfunding’ GoFundMe para “reconstruir el futuro” de la joven —en el marco de esa campaña iniciada por su prima para financiar “ayuda psicológica y costas legales”, se han recaudado casi 140.000 euros a la publicación de este artículo—; sino que también ha servido de impulso extra para que el Parlamento italiano apruebe finalmente la primera ley contra la homofobia en el país, que a finales de abril entró en la agenda del Senado.
Por su parte algunos políticos están aprovechando que el caso se ha hecho mediático para debatir sobre nuevas leyes de apoyo al colectivo.
“Todos escuchamos los mensajes de la madre insultando a Malika Chalhy. Con esta nueva ley, esos insultos serían considerados un delito, violencia psicológica y emocional sin peros”, se puede leer en una campaña de firmas abierta en la plataforma Change.org. En los últimos días, miles de italianos han salido a las calles, de acuerdo con lo que informan desde la agencia Efe, para que el proyecto de ley liderado por el diputado del Partido Demócrata Alessandro Zan salga adelante y haya un mecanismo judicial para luchar contra la discriminación, la violencia y los delitos de odio por orientación sexual.
Fuente Agencias
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