BigtBoys; el equipo de futbol transgénero que se abre camino en Brasil
Daniel Viana es un joven hombre transgénero y tatuador que es amante del futbol; el rechazo generalizado a su identidad de género lo colocó en un encrucijada, pues no se sentía cómodo jugando en una cancha al lado de mujeres, pero tampoco era aceptado en equipos varoniles.
No obstante, esa etapa quedó en el pasado y ahora corre en una cancha mientras domina el balón y comparte triunfos con un grupo conformado por 10 jugadores, que al igual que él son hombres trans.
Estos hombres juegan en el equipo Bigtboys, el cual fue creado en Madureira, zona norte de Río de Janeiro, para construir un espacio seguro desde el que puedan ser visibles como hombres transgénero, abrir caminos para quienes son como ellos y al mismo tiempo practicar su deporte favorito, el cual es dominado por hombres heterosexuales y cisgénero.
Por ello sus encuentros van más allá de lo deportivo, son una apuesta por transformar el mundo. Su uniforme es de franjas azules, blancas y rosas, colores que representan la bandera del orgullo trans.
“El futbol me ayuda a mirar hacia adelante. Acá miro a los otros chicos y puedo decir que son mis amigos, y el creador del equipo nos mostró que podemos ir hacia adelante y superar los obstáculos”, explica Daniel.
Su primer enfrentamiento oficial como agrupación lo tuvieron con un equipo conformado por hombres homosexuales, y pese a que perdieron la felicidad los embargó. Ahora se preparan para su segundo encuentro, pues a finales de mes jugarán contra un equipo trans de Sao Paulo.
En medio de un contexto difícil para las personas LGBT en Brasil, país que es considerado un lugar hostil para las personas de las personas de la diversidad sexual, quienes integran este equipo buscan combatir los prejuicios y vencer la discriminación en el país más grande de América Latina.
Actualmente, el país es gobernado por Jair Bolsonaro, mandatario de ultraderecha conocido por sus discursos de odio racistas, misógninos y homofóbicos. En una entrevista señaló que “no podría amar a un hijo gay”.
Bolsonaro, quien fue elegido presidente el año pasado, eligió como ministra de Derechos Humanos a Damares Alves, una pastora evangélica que en múltiples ocasiones utiliza la retorica religiosa para oponerse a los derechos de las personas de la diversidad sexual y de género y al movimiento de liberación de la mujer.
“El hijo empieza a mostrarse amanerado, gay, cambia su comportamiento, ¿verdad ?, ya oí de algunos aquí…, menos mal que me dieron unos chirlos (golpes) de chico, mi padre me enseñó a ser hombre”, dijo en 2011 en una entrevista para PlayBoy.
“¡Atención, atención! Es una nueva era en Brasil: niño viste de azul y niña viste de rosa. En este gobierno, la niña será princesa y el niño será príncipe. Nadie va a impedirnos que llamemos a las niñas princesas y a los niños príncipes. Vamos a acabar con el abuso del adoctrinamiento ideológico”, señaló la ministra el día en el que tomó protesta como dirigente del Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos.
De acuerdo con Transgender Europe, una organización defensora de los derechos de las personas trans a nivel internacional, Brasil es el país más peligroso para las personas transgénero, pues aglomera la mayor cantidad de crímenes de odio cometidos en contra de esta población en todo el mundo. Tras el se encuentra México y Estados Unidos.
Fuente Desastre.mx
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