Flavio Rapisardi recuerda, junto a otrxs compañerxs, cómo fue la primera marcha del Orgullo en la Ciudad de Buenos Aires. “En todos estos años nunca estuvimos con la derecha fascista que hoy tiene candidatxs en carrera. Por eso la consigna es clara: “Ni un ajuste más. Ni un derecho menos”.
CIUDAD DE BUENOS AIRES, Argentina. Hace 32 años, un grupo de doscientas cincuenta travas, locas y tortas decidimos “volver” a las calles. Y digo “volver” porque siempre estuvimos: desde la creación de Nuestro Mundo -«primer intento de organización homosexual en Argentina» según Néstor Perlongher- en el año 1967 hasta las marchas contra el indulto de Carlos Menem. Nuestras banderas siempre estuvieron junto a movimientos revolucionarios, sectores progresistas, movimientos de derechos humanos. En todos estos años -suman cincuenta y cinco- nunca estuvimos con la derecha fascista que hoy tiene candidatxs en carrera. Por eso la consigna es clara: “Ni un ajuste más. Ni un derecho menos”.
Memorias de la primera marcha del Orgullo
En 1992, en el loft de la calle Paraná -donde vivían Carlos Jauregui,César Cigliutti y Marcelo Ferreyra militantes de Gays y Lesbianas por los Derechos Civiles- nos convocaron a distintos grupos (ISIS, Lesbianas a la Vista, Travestis Unidas, Cuadernos de Existencia Lesbiana y otres) a planificar y trabajar para ocupar las calles. Eran épocas donde todavía la policía nos metía en cana y hacía razzias (detenciones masivas) en discotecas. Porque, como bien argumentábamos en ese momento: “Los edictos policiales son la continuidad de la dictadura”.
Si bien durante los años 80 y 90 estuvimos junto con la CONADEP (Comisión sobre la Desaparición de Personas), con las Marchas de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo, agitando banderas contra el intento de Golpe de Estado de los carapintadas y apoyando las huelgas de trabajadorxs, ese año decidimos volver “solxs” a pedir libertad, igualdad y diversidad. Aquella nochecita helada éramos como 250. Detrás de nosotrxs, la Plaza de Mayo explotaba de docentes que marchaban contra el ajuste brutal de Menem contra el sistema educativo. Nos saludamos, nos sacamos fotos (no había celulares) y mientras miles de maestros y profes iban hacia la Casa Rosada, nosotrxs, a cara descubierta o con caretas (muchxs podían perder su trabajo por darse a conocer) enfilamos para el Congreso. En dos direcciones, pero en un mismo sentido: pedir justicia.
Aquella marcha del 3 de julio de 1992, la primera del Orgullo en Argentina, hay que leerla en el momento histórico que se gestó. Nuestro movimiento tiene una larga historia que comenzó en 1967, continuó en los 70 durante la democracia, hasta que la dictadura nos mató compañerxs o tuvieron que exiliarse. Otrxs quedaron desperdigadxs, controladxs por la bota facha de la policía milica de un gobierno de asesinos que hoy la candidata Villarruel reivindica. Por esto esta marcha de noviembre de 2023, es tan importante. Y por primera vez las llamadas “históricas” fuimos convocadxs por la Comisión Organizadora a formar parte de las voces que se escuchan cada noviembre en Buenos Aires.
No es que el pasado fue mejor, sólo venimos a recordar – en especial a quienes nacieron con los derechos conseguidos- que esos derechos se ganaron en las calles. Y que en esa lucha compañerxs dedicaron o dejaron su vida. Cómo no recordar a Angel Bruno, a Gustavo Tarasco, a Marcelo Benítez y tantos otrxs que no entrarían en esta nota.
Carlos Jaúregui en la primera Marcha del Orgullo en Buenos Aires, julio de 1992.
Marcha y Orgullo, ayer y hoy
Belén Correa (ATTTA) la histórica militante trans que formó parte de las primeras organizaciones de trans, travestis y transexuales, y una de las fundadoras del Archivo de la Memoria Trans, recuerda: “Para nosotras no había posibilidad de usar caretas. Yo estaba con Claudia Pía Baudracco. Nos enteramos y nos sumamos a ese momento que hoy es histórico. En todos estos años nuestro movimiento se organizó, creció. Aprendimos a construir junto a lesbianas, gays, feministas, bisexuales los derechos que hoy nos quiere arrebatar la derecha. No lxs vamos a dejar”. Cambiando el tono de voz, recuerda, como todxs nosotrxs, a “las históricas”. Ya no están pero vamos a recordarlas en el abrazo de quienes todavía estamos de pie, con los miles y miles de nuevas generaciones que deberán saber que los derechos se consiguen y se defienden.
Otrx “histórica”, Pablo Vasco, dirigente de Libre Diversidad y del MST en el Frente de Izquierda Unidad, recuerda su participación en aquella primera marcha con alegría y orgullo. Su partido político fue el único que acompañó esa movida. «En este tiempo hay sectores de la derecha y la ultraderecha que vienen por nuestros derechos. Tenemos que defenderlos como los logramos:unidad y movilización”, dice.
Diego Tedeschi Loisa se sumó en la III Marcha del Orgullo en 1994. Recuerda: “Eramos 500 personas y yo militaba en el Grupo Nexo. Fuimos con las tapas de la revista que editábamos, “Nexo”. Era una época en la que por ser gay o lesbiana te podían echar del laburo, la policía nos levantaba en razzias. Comencé aquella marcha con pasamontañas, pero a los cien metros me lo saqué.”
Ni un derecho menos
En gestos como los de Diego, en compromisos políticos como los del Vasco, en la valentía de Belén que -aclaramos- todavía militan día y noche, se construyeron las libertades que hoy vivimos, la igualdad que seguimos construyendo y que hoy más que nunca.Con nuestrxs compañerxs muertxs en cuerpo pero vivos en las victorias y el deseo. El nuestro, que aún late, y el de les pibes, porque no daremos ni un paso atrás ante la derecha autoritaria que defiende a los milicos que torturaron y mataron a nuestros militantes, a políticos cachivaches que gritan libertad pero votan en contra de la Ley de jubilaciones para personas con vih. Frente a les violentes que se creen leones y solo son una pantomima patética de quienes hundieron a nuestro país en el dolor, la muerte y el hambre.
Este sábado “las históricas” estaremos allí, como siempre, con miles de voces más que se suman a esta bella historia de amor e igualdad volviendo a gritar lo como hicimos esa nochecita fría de 1992: Libertad, igualdad y diversidad.
Flavio Rapisardi, autor de esta nota, es militante LGBT y de derechos humanos, doctor en Comunicación y coautor del libro Fiestas, baños y exilios.
Las fotos que ilustran esta nota fueron aportadas desde el archivo personal del autor. De conocer su autoría, pedimos nos escriban a agenciapresentes@gmail.com para poder consignarla.
Comentarios desactivados en Pañuelazo recuerda a 400 detenides-desaparecides por el Terrorismo de Estado en Argentina
Homenaje a les desaparecides LGBT+ por el Terrorismo de Estado, en la semana de la Memoria y aniversario del Golpe en Argentina.
BUENOS AIRES, Argentina. Más de 20 organizaciones de la diversidad sexual se encontraron este sábado en Buenos Aires para recordar a les 30 mil desaparecides por el Terrorismo de Estado en Argentina y a les 400 detenides desaparecides LGBTI+. El acto se realizó en la Plaza Carlos Jáuregui y convocó al activismo de la diversidad sexual y de los derechos humanos.
El abrazo de Nora y Norma
Nora Cortiñas y Norma Castillo. Foto: cobertura de Agustina Ramos
El homenaje contó con la presencia de las funcionarias Greta Pena, titular del INADI, y de la la subsecretaría de Políticas de Diversidad del Ministerio de Géneros, Agustina Ponce. También participaron el acto Ernesto Gaya, de la Agrupación H.I.J.X.S – CABA, y las organizaciones que integran el Frente Orgullo y Lucha.
Hubo emoción, memoria, batucada, feria y un Pañuelazo para conmemorar a les 30000 desaparecides al cumplirse el 24 de marzo 47 años del Golpe de Estado en Argentina. Y se leyó el documento: “La dictadura no sólo implicó un autoritarismo político sino también moral. La represión al movimiento popular no excluyó la persecución a lesbianas, bisexuales, gays, maricas, travestis y trans como parte de los dispositivos de disciplinamiento de la sociedad. Pero esa represión a la diversidad no fue procesada socialmente ni formó parte de las causas judiciales por las violaciones a los Derechos Humanos, por eso reivindicando los históricos avances en materia de Memoria, Verdad y Justicia queremos visibilizar la historia de la violencia estatal contra las personas LGBTI+ que fuimos, somos y seremos parte de las luchas de nuestros pueblos”.
Desde Madrid, otro activista históricoHéctor Anabitarte participó a través de estas palabras: “Quisieron eliminar toda manifestación sexual que no fuera la impuesta por la tradición judeo-cristiana y su concepción heteropatriarcal de lo que debe ser una sociedad. Sabían muy bien que la sexualidad en sí misma es cuestionadora, es rupturista, es desestabilizadora y los administradores de la moral, de la culpa, no lo podían tolerar”, escribió. Y recordó:“Todos los derechos y entre ellos el derecho a disponer del propio cuerpo, lo único que verdaderamente nos pertenece. Como bien dijo la poeta lesbiana Alejandra Pizarnik: «Que tu cuerpo sea siempre un amado espacio de revelaciones».
Qué dice el documento que se leyó
El rabino Marshall Meyer (1930/1993) de la Comunidad Bet El, integrante de la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas (CONADEP) en un encuentro con el histórico activista Carlos Jáuregui en 1985, sostuvo que la Comisión había detectado en su nómina de personas denunciadas como desaparecidas a cuatrocientos homosexuales. Si bien no habían desaparecido por ese motivo, el tratamiento recibido había sido especialmente sádico y violento. Como así también el de los detenidos judíos. Fue recién en el año 2011 que la CONADEP recibió la declaración de personas travestis y trans detenidas en centros clandestinos.
Desde el movimiento LGBTI+ queremos visibilizar la historia de lucha de nuestro movimiento, por eso reivindicamos al Frente de Liberación Homosexual (FLH) que nos convocaba a amar libremente en un país liberado. Al mismo tiempo reclamamos por el derecho a la verdad, a saber que paso con las personas LGBTI+ detenidas desaparecidas, a conocer sus historias militantes y que se visibilice la represión que sufrieron por su orientación sexual e identidad de género.
Durante el primer año del golpe, el Grupo Nuestro Mundo, antecesor del Frente de Liberación Homosexual, – fundado entre otros por Héctor Anabitarte, delegado del sindicato de correos y militante Comunista – denunció ante los medios los arrestos arbitrarios que sufrían las personas LGBTI+. Y cómo se las obligaba a firmar declaraciones incriminatorias amparadas en edictos policiales como el “2 H”. También el escritor y activista del FLH, Néstor Perlongher (1981) realizó denuncias similares, en las que señaló la existencia de una “limpieza moral” a través de razias policiales y detenciones.
«Están dentro de lxs 30 mil»
Queremos visibilizar y reivindicar esas historias de militantes perseguidxs, que hoy sabemos tuvieron un tratamiento especialmente cruento por lo que ahora llamamos orientación sexual e identidad de género. No separamos sus historias personales de sus militancias políticas y sociales, están dentro de lxs 30.000.
En el inicio de la semana de la memoria, queremos expresarnos y abrazarnos para seguir defendiendo nuestra democracia que está cumpliendo 40 años ininterrumpidos. Y seguir construyendo con el ejemplo y la guìa de les 30 mil esa patria libre, justa, soberana y diversa que soñamos.
Aniversario del Golpe genocida
A 47 años del golpe genocida decimos:
¡Somos comunidad, orgullo y lucha! ¡Viva el FLH! ¡Son 30mil! 400 LGBTI+ Detenidxs Desaparecidxs, ¡Presentes!
Acompañamos a Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas e HIJOS. Sumando la bandera de la diversidad al histórico reclamo de Memoria, Verdad y Justicia.
Comentarios desactivados en Hebe de Bonafini fue también madre de la comunidad LGBTI
“Yo también soy travesti y todavía no se dieron cuenta.”
Admirada por la CHA, íntima de Lohana Berkins y madrina de la primera cooperativa trava, Hebe de Bonafini es una pieza clave en la historia del movimiento.
El pasado domingo, Hebe de Bonafini, Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo “cambió de casa”, como solía decir ella cada vez que despedía a una compañera. Esa Madre de todes, también fue madre de la comunidad LGBTIQ+, que pudo imaginar una militancia posible por sus derechos, y reconocerse sujeto político a través de su ejemplo y el de todas las Madres.
Admirada por la CHA, luchadora incansable contra de los edictos policiales que criminalizaban homosexuales, íntima de Lohana Berkins y madrina de la primer cooperativa trava, Hebe de Bonafini es una pieza clave en la historia de nuestro movimiento y en la lucha por desmantelar a la luz de la democracia el aparato represivo.
El 20 de Noviembre, Día de la Memoria Trans y de la Soberanía Nacional murió Hebe. La que contra todo biologicismo decretó que con sus compañeras habían tenido 30.000 hijos e hijas, y luego otros cuantos millones.
Caía la lluvía en Plaza de Mayo, mientras una muchedumbre convocada por H.I.J.O.S marchaba alrededor de la Pirámide de Mayo, detrás, la Casa Rosada estaba iluminada de celeste, blanco y rosa. “En un momento vemos una bandera gigante con esos colores que avanza hacia la Plaza y se suma a la marcha, eran todas travas, eran muchas, militantes históricas que fueron a homenajear a Hebe y mientras toda la Plaza las aplaudía se incorporaron para marchar con nosotres”, reflexiona Lucía García Itzigsohn, integrante de H.IJ.O.S. “Fue un momento Hebe”, concluye emocionada la anécdota que ilustra sin matices el vínculo genético entre las Madres y las travas.
Los tejes
“Yo creo que esta sociedad no dimensiona el aporte que han hecho ustedes las Madres de Plaza de Mayo a la concepción de los derechos humanos. Nosotras venimos a las Marchas desde hace muchos años (…) donde sobre todo nos sentimos cobijadas. Ahí fue el caldo en donde nosotras las travestis, nos dimos cuenta que no debíamos continuar con un reclamo individual sino que había un sistema que enfrentar, un patriarcado, un capitalismo. Ahí fue donde nos dimos cuenta que nos teníamos que convertir en sujetas políticas, que no bastaba con el sufrimiento individual” , decía Lohana Berkins en el 2012, entrevistada por Hebe de Bonafini en “Madres de la Plaza“, el programa de la Asociación.
Lohana relata cómo a través de la historia de las Madres de Plaza de Mayo vió reflejada la de su propia identidad travesti y tomó las herramientas y la herencia política de ellas para construir una forma propia de militancia. Escapar del relato individual construye la potencia con la cual las travestis podrían enfrentar un sistema, así como las Madres derrumbaron una dictadura.
Con Cristina Fernández de Kirchner
1985
En 1985 la Comunidad Homosexual Argentina lanza su boletín nro 10, titulado “Militancia y nosotros, bien por Hebe” donde Alejandro Zalazar relata el momento en que Hebe en medio del Juicio a las Juntas en señal de protesta y dignidad se coloca el pañuelo y la retiran de la sala. Alejandro escribe:
“Ejerció en la práctica su derecho a manifestarse en contra de una situación que consideró injusta. Muchos homosexuales durante años elegimos el silencio ante la represión y la discriminación. Hoy, Hebe de Bonafini, nos demostró su inclaudicable actitud ante cualquier posibilidad que no sea ‘Juicio y castigo a los culpables’ y ‘Aparición con vida’. Debemos tomar este hecho como un ejemplo de conducta en una lucha (…) mantener una conducta digna ante la represión y el prejuicio social, son, en nuestro caso, acciones a tomar de donde la actitud de Hebe se convierte en un ejemplo”
La articulación de la Comunidad Homosexual Argentina -presidida por Carlos Jáuregui– con los organismos de derechos humanos, durante los dos primeros años de la postdictadura fueron fundamentales para la construcción del marco teórico sobre la cual la comunidad LGBT+ delinearía sus consignas y alianzas. Carlos Jáuregui sentía una “veneración increíble”, según Cesar Cigliutti, por Hebe de Bonafini y su valentía, de quien sin duda y entre otres se inspiró para diez años después conducir a la misma Plaza de Mayo la que sería la primera Marcha del Orgullo en Argentina.
Una constelación de referentes unen nuestra historia cercana en tejes que mediados por Madres de Plaza de Mayo fueron precursores y antecedentes de leyes fundamentales del transfeminismo. Aborto, Identidad de género, Matrimonio Igualitario, entre tantas otras.
Lohana y Hebe se conocieron un día que Lohana le fue a llevar una carta a la Plaza donde le contaba la idea de lo que luego se convertiría en la Cooperativa textil Nadia Echazú, “vos me invitaste una tacita de té y unas cositas ricas antes de la reunión de las madres y desde ahí nos hicimos amigas”.
“Soy travesti”
La Cooperativa Textil Nadia Echazú es el taller-escuela que comenzó a funcionar en 2008 de la mano de Lohana para que travestis y transexuales puedan trabajar y capacitarse para salir de la prostitución. La madrina del proyecto fue Hebe quien inauguró la jornada diciendo: “Hoy empezamos, y me incluyo en esto, con la cooperativa que significa dar trabajo y continuidad. Hay que acompañarlas, todos nos tenemos que ocupar y preocupar porque sigan trabajando. Hoy, aquí, empieza un sueño”, dice y es interrumpida por los aplausos. “Y a los periodistas que están preocupados por mi presencia acá, les digo que yo también soy travesti y todavía no se dieron cuenta.”
Con Lohana Berkins. Imagen: Sebastián Freire
Hebe, aborto y misoprostol
Tanto Lohana, como Diana Sacayán y Marlene Wayar estudiaban en la Universidad Popular de la Asociación, donde por primera vez fueron inscriptas en una institución que reconocía y legitimaba sus identidades. Lucía García Itzigsohn, quien en su momento fuera la directora de la carrera de periodismo de la Universidad cuenta: “Lohana era alumna mía de la carrera de periodismo, obviamente ella discutía todo y me formaba más ella a mí que yo a ella. A partir de ahí entablamos un vínculo de mucho cariño y empezamos a organizar unos seminarios de verano sobre género, cuerpos y subjetividades”.
Fue también en la editorial de Madres donde Lohana pública entre todo este recorrido “La gesta del nombre propio: informe sobre la situación de la comunidad travesti en la Argentina” en 2006 y luego “Cumbia, copeteo y lágrimas” en 2007.
En esos seminarios de verano se inscribe la militante lesbiana Vero Marzano que junto a Luciana Sánchez conducían Lesbianas y feministas por la descriminalizacion del aborto y tenían la iniciativa “Aborto, más información, menos riesgos”.En articulación con la editorial de Madres y con el antecedente de los informes de Lohana, en 2010, logran editar el primer manual de aborto seguro en Argentina lllamado “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas”, que difundía la información necesaria para abortar de manera segura con Misoprostol según las recomendaciones de la OMS.
Uno de los antecedentes más potentes, si no el más, de la lucha por la legalizacion del aborto fue el primer ‘Congreso de Acceso Igualitario al Aborto Seguro’en 2012. Hebe fue la figura central inaugurando las jornadas con un épico discurso:
“Es como una magia ese medicamento, una maravilla. Dicen que esa droga está liberada ¡Entonces hagámoslo en las cocinas de nuestras casas!¡Abramos un lugar donde fabricarlo! Necesitamos que el aborto sea legal, que las mujeres puedan abortar cuando quieran, que los hospitales publicos lo hagan como una cosa normal, que no sigamos siendo hipócritas. Las madres que apostamos a la vida apoyamos esto justamente porque apostamos a la vida”.
El alcance de la revolución
“Biología no es destino” es una de las consignas que define hoy al transfeminismo y que impulsó los últimos derechos conseguidos en materia de identidad de género. Cuando Lohana Berkins se para y dice “Las travestis tenemos el coraje necesario para engendrar otra historia” parte al medio el concepto de qué y quiénes engendran, siendo en ese alumbramiento posible una sociedad más justa.
Si, ese es el tamaño del parto de una travesti. De la misma manera, las Madres 45 años antes quebraron la noción de la maternidad en terminos simbólicos haciéndola colectiva y no individual, sacándola al espacio público, creando una nueva forma de maternar en las que una es Madre de 30.000, en la que todos los hijos tienen muchas madres y el lazo genético, sanguíneo y afectivo está tejido por una trama de lealtad que comienzan en “Memoria, Verdad y Justicia”. Qué es ser madre en Argentina sino haberle puesto el pecho a la policía montada del 2001 avanzando sobre los pibes en Plaza de Mayo.
Vencer el miedo y el silencio es el primer paso hacia el orgullo, enfrentar a las instituciones genocidas, a los edictos, a los prejuicios, al qué dirán y defender la dignidad cuando existe un atropello. Es la herencia de una acumulación política que crece al ritmo que se expanden las identidades, y con ella la democracia. Y en Argentina no existe Identidad ni Democracia sin la búsqueda implacable de nuestras Madres. Sin Hebe de Bonafini.
El círculo del amor se cierra, o mejor dicho se expande como una piedra arrojada al lago generando olas concéntricas. Cuando falleció Lohana las Madres Marcharon con la consigna “Trava de la Plaza, las Madres te abrazan”. Cuando Hebe partió bajo la lluvia del domingo, ahí estaban las travas, los putos, las tortas y maricas que también somos sus hijes.
Comentarios desactivados en Claudia Vásquez Haro, primera mujer trans en doctorarse en una universidad pública argentina
Claudia Vásquez Haro se convirtió en la primera femineidad trans/travesti en doctorarse en una universidad pública de Argentina. El 11 de diciembre en la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata recibió el título de Doctora en Comunicación tras la defensa de una tesis sobre “Identidades Golondrinas desde una Epistemología del Despojo”. La activista de Otrans analizó las prácticas político-comunicacionales de las feminidades travestis y trans migrantes peruanas en La Plata, donde vive. En este perfil realizado para el aniversario de esa ciudad, la historia de Claudia y el rol crucial de la Facultad de Periodismo en su formación y activismos.
Fotos: Facebook de Claudia Vásquez Haro y Archivo Presentes/Ariel Gutraich
Claudia Vásquez Haro llegó a La Plata el 5 de noviembre de 2000, después de aterrizar en Ezeiza en un vuelo que había salido de Lima, Perú. Su hermana Laly, la mayor de seis hermanxs, la esperaba aquel día en el aeropuerto con un bolso con ropa. Claudia tenía 26 años y después de abrazarse fuerte con Laly lo primero que hizo fue entrar al baño del aeropuerto y cambiarse.
Con la liviandad y determinación de quien ha decidido pegar un salto, se quitó el equipo deportivo y suelto que había usado durante el viaje y se puso una remerita negra de gasa y un pantalón de vestir beige. Después se subió a unos zapatos con taco alto, con cierta sensación de elevarse también unos centímetros por encima de la vida y empezar una existencia -que en rigor ya había empezado- donde pudiera ser plenamente Claudia. Con la fantasía de vivir con libertad su identidad de género, se repetía: “Acá nadie me conoce. Acá voy a hacer la mía. No tengo que pedir permiso, va a ser más fácil”.
Muchos años después, en otro aeropuerto, tendrá otra revelación, otro tránsito: la autopercepción platense.
—Vine motivada por mi hermana. Siempre fue para mí una segunda madre. Hacía mucho me venía diciendo que en Argentina la educación era pública y gratuita, y que había más apertura a los temas de género. Llegué con la idea de concretar mi deseo y de estudiar como Claudia —dice con un suave acento peruano.
Era una adolescente cuando su hermana Laly dejó la casa familiar en Trujillo para venirse a La Plata a cursar la carrera de enfermería. Claudia desde los 13 años usaba tacos y pelucas, y tenía una expresión de género femenina.
—Yo sabía que La Plata era un lugar estratégico para estudiar. No como en la Capital, donde la UBA queda perdida. Acá la universidad es eje central de la vida urbana. Y creo que la construcción de la identidad platense es pluridiversa en todo sentido.
Hace 20 años su hermana Laly vivía en Villa Argüello, y hacia ahí enfilaron desde Ezeiza. Una villa de peruanos -recuerda Claudia- en el borde de la ciudad, donde un amigo de sus hermanxs, también llegado de Perú, le había prestado un terreno a Laly y la familia había levantado una casilla. En La Plata la comunidad migrante peruana es la tercera más numerosa, después de la boliviana y la paraguaya.
El primer oficio de Claudia fue el que aprendió en Perú, donde peinaba a reinas de belleza y era experta en colorimetría. Empezó cortándoles el pelo a los contactos de su hermana y en pocos meses se convirtió en la peluquera más famosa del barrio José Luis Cabezas, en el límite entre Berisso y Ensenada.
Pero en esos primeros tiempos, mientras Argentina entraba en una grave crisis política y económica, Claudia hacía lo que podía: limpiar casas, cuidar a personas mayores. No había mucha plata para cortarse el pelo y ella cambiaba sus manos de tijera por bolsas de arroz.
Se maquillaba poco y aunque siempre le gustó estar superarreglada y coqueta, se vestía sencilla. No quería llamar la atención.
A veces se hacía pasar por la madre de su sobrino Francis, para que su identidad travesti no la hiciera quedarse fuera de una oportunidad laboral. Después consiguió empleo en dos peluquerías grandes de la ciudad: “Supercortes” y “Pelomanía”. Con parte de lo que ganaba seguía estudiando. Durante dos años cursó en la Cámara de Peluqueros y Peinadores de La Plata todo lo que podía y también en la Escuela de Formación Profesional de la calle 59: oratoria, recursos humanos, protocolo y ceremonial.
De chica fue una persona estudiosa y aplicada, con sed de aprender. Pero en Trujillo iba a una escuela centenaria para varones y a los 12 le sugirieron a su madre que era mejor que se retirara. Se cambió de colegio. Su padre igual la retaba si no sacaba las mejores notas. Más tarde se instalaría con él un silencio de 12 años.
Claudia salía de clases y pasaba por la peluquería de Omar, un amigo que le enseñaba el oficio y le prometía: “Esto te va a dar un plato de comida”.
Al terminar la secundaria, con diploma de excelencia por sus notas, Claudia probó un par de carreras pero ninguna la convenció. Mientras tanto, cortar, peinar y teñir le daba un sustento y luego un nombre. En una competencia de peluquería ganó el primer lugar y se hizo conocida. Pero no era fácil ser una persona con identidad travesti en los 90 en Trujillo. Tenía 18 años cuando decidió por primera vez mudarse, y con ayuda materna abrió su propio salón de belleza en Cajamarca, donde llegaron a trabajar 10 personas bajo su mando.
–Siempre fui migrando —dice.
Cuando Claudia llegó a la Argentina, no se habían aprobado aún ni la ley de Matrimonio Igualitario (2010) ni la de Identidad de Género (2012). Pero acá sí podía vivir su identidad.
Uno de sus primeros gestos políticos en la adolescencia fue delinearse las cejas de manera permanente. Fue su modo de resistir: cada vez que detenían a las jóvenes trans en las calles de Trujillo por el solo hecho de ir maquilladas, la policía les arrojaba agua en la cara, como si la identidad fuera algo que se quita y pone. Así que un día a Claudia se le ocurrió que si se tatuaba las cejas, cuando le tiraran agua iban a seguir ahí, incólumes y desafiantes a cualquier represión.
En La Plata el clima parecía distinto. Hasta que la llevaron detenida.
—No me olvido más: íbamos por calle 7 con Romina, una amiga trava. Estábamos comprando ropa, regias nosotras, con nuestros bolsos, cuando la policía nos pidió documentos.
“¿Qué hemos hecho?”, preguntó con acento peruano. El policía le respondió con un golpe que la dejó en el piso.
—Estaba asustada, no sabía de los códigos de faltas. Nos trataban en masculino y terminamos en la comisaría.
Romina, más experimentada, demostraba que no tenía miedo y los policías le respondieron con dos cachetadas: “No se vistan como mujeres, ustedes son hombres. Lo dice el edicto. No pueden andar por la calle”.
Las llevaron a la comisaría primera y luego a la novena, la misma donde mataron y desaparecieron a Miguel Bru, un alumno de periodismo de la misma facultad donde después estudió Claudia.
A Romina la hicieron quitarse la ropa y desfilar desnuda. Claudia pensaba: “Ahora se van a burlar de mí porque tengo todo relleno con push up…”.
—Al final labraron un acta. Nos pusieron lo que quisieron. Nos armaron una causa diciendo que les habíamos faltado el respeto. Nos mandaron a la jueza y la jueza nos castigó. Fue tan injusto…
La palabra injusto quedó resonando en su mente y en el cuerpo. Era tan presente la sensación de que eso les estaba pasando a otras que Claudia intentaba buscar explicaciones. Mientras seguía trabajando de peluquera, se anotó en la Facultad de Periodismo.
—Fui a buscar las respuestas a mis preguntas.
En 2005 en la facultad (entonces en 4, entre 43 y 44) conoció a Lohana Berkins y a Marlene Wayar, activistas travestis. Habían ido a presentar el libro La gesta del nombre propio. Ese encuentro fue clave. Al finalizar la charla, Claudia compró el texto.
Publicado por la editorial de las Madres de Plaza de Mayo, coordinado por Lohana y Josefina Fernández y con prólogo de Diana Maffia, se trata de una investigación colectiva realizada por activistas travestis y trans, investigadoras y feministas, que recoge y analiza datos sobre la violencia estructural que padecen las personas travestis y trans: una de las tantas es el abuso policial.
Claudia lo terminó esa misma noche, en tres horas.
—Nunca había tenido tantas ganas de leer algo. ¡Nunca había comprado un libro de travestis! Me partió la cabeza. Lo que me pasaba a mí nos pasaba a todas. Fue un despertar. Decir: “No estoy sola, hay otras compañeras luchando y con más experiencia”.
Claudia ya se había acercado al activismo desde su identidad migrante, porque unos años antes conoció a la referenta Lourdes Rivadaneyra cuando se presentaba una nueva ley migratoria. Pero entrar en la facultad y conocer a Marlene y a Lohana representó el gran salto en conciencia y política. Un modo de relacionarse con otrxs y con el territorio platense desde una perspectiva nueva. Porque fue también en 2005, en las aulas de Periodismo, cuando escuchó a Flavio Rapisardi y a Raúl Zaffaroni hablando de diversidad sexual.
—Fue entender que todo lo que nos ocurría a las travas era producto de otras cosas. Yo me tenía que cuidar por los edictos y por la ley migratoria. Una vez me estaban por deportar tras salir a defender a una compañera. Y me tuve que casar con la hermana de una amiga para que no me echaran. No me quería ir. Había armado mi circuito de amigues y militancia.
En esos días Claudia trabajaba por la mañana y a la tarde se iba a cursar. Cada tanto, la policía intentaba detenerla en alguna calle de la ciudad pero ella ya no sentía miedo. Les recitaba los principios de Yogyakarta sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos en torno a la orientación sexual y la identidad de género.
—Entré a la universidad y me apropié de ese espacio. Mis profesores estaban contentos, yo participaba en las clases. La facultad me abrió la cabeza. Fue mi primera trinchera en La Plata.
Después de años de trabajar en “Pelomanía” y “Supercortes” logró hacerse una clientela. A esa altura vivía en una casa en 116, entre 35 y 36, que le habían pedido que cuidara porque estaba en sucesión. Y ahí fue armando su saloncito de belleza. Quería terminar rápido la carrera: dejó de trabajar en relación de dependencia y se sostuvo con sus clientas. Estudiaba periodismo de lunes a jueves y atendía viernes, sábado y domingo.
—Soy organizada desde chica. Para no caer en el piso hay que armar un colchoncito, así no duele. Y esto sirve para la vida, el amor y cualquier cosa que encares.
Dice con orgullo que a esa casa fue Lohana. Y Lohana quería que todas las travas fueran a la universidad. Claudia se recibió en 2012. Años antes Jorge Jaunarena, secretario de Derechos Humanos de la facultad y miembro de la Asociación Miguel Bru le había propuesto participar más en el área, desde la diversidad sexual. Y cuando Claudia tuvo el título bajo el brazo le ofreció sumarse a la secretaría y coordinar algunas clases de géneros, tema del que se hablaba poco y nada.
Enseguida asumió como decana Florencia Saintout y Claudia siguió desplegando una labor académica mientras se abría a otro tipo de militancia.
En 2008, junto a otra compañera trans, Nicole González Beamonte (conocida en las redes como La Rubia Peronista), armó la primera organización trans de La Plata: Juntas por la Dignidad. Escribieron sus nombres en papelitos y así sortearon quién sería la presidenta y quién la vice. Después se fueron a recorrer La Plata, a buscar travestis y trans. Caminaban por las noches en zonas estratégicas: calle 1, la diagonal. Repartieron preservativos a unas 200 chicas travestis y trans.
“¿Vos no te prostituís?”, le preguntaban a Claudia.
“No. Yo soy peluquera: les puedo cortar el pelo, chicas”, ofrecía, para atraerlas a la militancia. Insistía: “Tenemos que reunirnos para reclamar por nuestros derechos”.
—Yo era la loca y ellas no daban ni pelota, se burlaban.
Claudia y Nicole (que entonces trabajaba en la Secretaría de DDHH) querían armar algo, invitarlas a una reunión. Fantaseaban: ¿a cuántas habrían podido interpelar en esas caminatas? “Con que vengan 20, hacemos historia”, se respondían. Pero llegó el día de la reunión y no fue ni una sola travesti.
En 2008 la Facultad de Periodismo de la UNLP otorgó un reconocimiento pionero a la identidad de género: fue la primera universidad pública de América Latina en reconocer la identidad autopercibida de sus estudiantes.
Las travas que intentaban sobrevivir en las calles -por falta de acceso a otro trabajo- se enteraron. Claudia jugaba al vóley con algunas, las peruanas, los fines de semana. Lleva más de 12 años jugando al vóley con ellas.
“¡Así que ahora en tu facultad te consideran mujer, nena! ¡Te felicito!”, le decían.
Cuando esas mismas travas sufrieron una detención violenta y arbitraria por parte de la policía, no dudaron en llamarla. Eran alrededor de 20 chicas. Claudia se indignó: se acordó del agua en la cara, de las horas interminables en la comisaría novena de La Plata. Llena de furia e impotencia, convocó a la facultad, a la Asociación Miguel Bru, a la Comisión Provincial por la Memoria. Y consiguió que llegaran los medios.
“Si quieren, hablen ustedes”, las arengó Claudia. “Pero pensemos qué vamos a decir. No nos vayamos por las ramas. Los medios siempre te quieren llevar por otro lado”. Terminó hablando ella con el periodismo.
Para 2011 ya era parte de la rosca y se sumaba a los grupos de trabajo por la ley de Identidad de Género. Se aprobó en mayo de 2012. Y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregó los primeros DNI con los nombres cambiados en la Casa Rosada, en julio de 2012: convocó a trans y travestis y ahí estaba, entre otras, Diana Sacayán, la impulsora del cupo laboral travesti trans que fue asesinada en 2015. (Y estaba Claudia, invitada por su militancia pero entonces aún sin su documento argentino: lo obtuvo en 2014 y fue la primera travesti migrante en recibirlo rectificado).
La ceremonia se transmitió en cadena nacional. La cámara en un momento se posó en Claudia, que reaccionó rápido:
—Gracias, Cristina, porque la ley también es para las migrantes —dijo.
—Por supuesto, claro que sí. Por la patria grande —le respondió la presidenta.
Las travas de La Plata vieron la escena por la tele. Esa noche, al volver, Claudia se fue a la zona roja y se quedó hablando con muchas. Las convocó a otra reunión.
—Esa vez llegaron 100 travestis juntas. ¡A las 4 de la tarde! ¡Algo que no había visto nunca! —se ríe.
Con esa base armó Otrans La Plata, que luego se expandió a Otrans Argentina.
—Construimos en la ciudad una organización territorial con identidad propia, liderada por travestis y trans.
En 2015 Otrans fue la punta de lanza para la Convocatoria Federal Travesti y Trans, con presencia en 18 provincias. Y además lleva adelante una iniciativa de comunicación sin fronteras: Sudaka TLGBI+, una agencia digital de noticias integrada por personas travestis y trans que busca disputar la hegemonía de las voces.
—Todo desde La Plata —resalta Claudia, y dice que un día se hartó—: Las travas nos cansamos. No queremos que nos convoquen a una marcha cuando ya está todo plantado. Las travas no somos un adorno. Entonces armamos acá nuestra propia marcha. Es curioso porque Otrans es el resultado de la violencia sistemática de la policía y el poder judicial que criminaliza a las compañeras travestis y trans. Porque donde hay mayor violencia está la otra cara: la resistencia. La Plata es la ciudad de las travas, travestis y trans. Pero los aportes de las migrantes aquí también son claves. Las migrantes han puesto el cuerpo. La mayoría de las trans que estaban en la cárcel eran migrantes. Y ellas son las que murieron en el macrismo. Hicimos un informe que dice que el 90 por ciento de travestis y trans privadas de su libertad en provincia de Buenos Aires son migrantes. ¿Por qué? Porque sabemos que la justicia es patriarcal, racista y xenofóbica. Y no nos olvidemos de que acá está el cordón frutihortícola más grande del país, compuesto por personas bolivianas.
Claudia tiene plena conciencia de que se organizaron en una ciudad emblemática para estos reclamos y por sus luchas estudiantiles y obreras, de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
La otra trinchera fue y sigue siendo el espacio público al aire libre: las calles y las plazas, que adora. Y todos los domingos juega al voley con sus amigas travas en los bosques platenses.
—Nada más revolucionario: es una de las prácticas políticas comunicacionales que desplegamos.
Otro de los lugares donde se siente en su hábitat es cuando marcha por las diagonales para reclamar. O, cada tanto, para celebrar.
—No hay mejor cosa que marchar por diagonal 74, que va de Plaza Italia a Plaza Moreno. Hay que pasar, eh… delante de esos bares llenos de pakis (heterosexuales) en nuestro recorrido de la Marcha del Orgullo.
Desde aquel vuelo que la trajo de Lima, Claudia tomó muchos aviones como activista trans de La Plata, de Argentina y de América Latina. En 2017 fue elegida para viajar a Ginebra con una misión histórica en la ONU: en nombre de 22 organizaciones de mujeres de la sociedad civil, entregó a la CEDAW (Committee on the Elimination of Discrimination Against Women, comité para la eliminación de la violencia contra las mujeres) un informe-denuncia acerca de la situación de los derechos humanos de travestis y trans en nuestro país.
Profesora de la Facultad donde se recibió, Claudia se ha convertido en una suerte de activista-embajadora de la interseccionalidad de sus identidades: travesti y migrante. En la primera quincena de diciembre defendió su tesis para convertirse en doctora en Comunicación, con una investigación que se centra en ese núcleo duro: “Identidades golondrina desde una epistemología del despojo”. Es un estudio de caso sobre las prácticas político-comunicacionales de las feminidades travestis y trans migrantes peruanas en La Plata.
Claudia no sólo se convierte en la primera femineidad travesti/trans en doctorarse en la universidad pública sino que lo hace con una tesos que aporta a la producción de conocimiento académica travesti/trans, dudando teoría desde los marcos de epistemología en relación al despojo y hace un cruce interseccional de género, raza y migración. Fue dirigida por Florencia Saintout y Adriana Archenti (UNLP) y Verónica González.(UNC) y el jurado (Facundo Ábalo, Silvia Delfino y Juliana Marinez ) la evaluó como sobresaliente.
La pandemia llegó cuando Claudia desplegaba nuevos proyectos en Radio Provincia AM 1270. Los lunes de 21 a 22 hace Sudaka, un programa transfeminista interseccional con perspectiva en derechos humanos, con la agencia de noticias que impulsa (y cumplió un año). Martes y viernes es columnista de cultura en Tarea fina, un magazine de la tarde por la misma emisora.
Desde que empezó el confinamiento, anduvo de acá para allá, pidiendo en las redes sociales desde alimentos hasta máquinas de coser para que sus compañeras trans, algunas privadas de libertad, pudieran hacer barbijos. Las condiciones de vida de estas personas, cuya expectativa de vida en América Latina es de 35 años, ya eran precarias y se agravaron con la pandemia.
Se estima hay unas 300 travestis y trans en La Plata, Berisso y Ensenada, y la mayoría sobrevive en base a la prostitución. Si no salen a la calle, no comen. A cualquier hora salían con Otrans a entregar alimentos o resolver detenciones arbitrarias, porque en teoría travestis y trans rompían el aislamiento cuando en realidad buscaban sobrevivir. En paralelo y junto a organizaciones de todo el país, Claudia siguió militando lo único que puede cambiar las cosas a largo plazo: la inclusión laboral travesti trans.
—Teniendo trabajo se puede hacer una cuarentena en casa. Sin trabajo no podemos proyectar una vida en igualdad de condiciones.
Claudia vive sola, “ahí donde termina Barrio Norte y empieza La Loma”, y su casa se fue convirtiendo en centro de acopio de alimentos y ropa. Un centro bautizado Pamela Macedo Panduro:
—En memoria de una compañera travesti trans migrante que murió privada de su libertad el 1 de enero de 2017, en la unidad penal de Florencio Varela —explica.
Un día Claudia tuvo que frenar. Pasó una semana volando de fiebre. El termómetro oscilaba entre 40 y 41 grados: tenía covid. Transpiraba tanto que sentía los labios completamente secos y sentía que se le iban a romper los ojos. La pasó muy mal. Sus hermanas enfermeras -Laly, la mayor, y Jessica, la menor- la siguieron de cerca por teléfono y su novio la cuidó.
—Haberme contagiado me hizo repensar muchas cosas. Entre ellas, resignificar y poner en valor los lazos de solidaridad. Quienes tuvimos este virus atravesamos momentos de absoluta soledad. Para mí, fue saber que esos lazos estaban más fuertes que nunca. Mi familia de sangre ha sido siempre clave para afrontar la vida y los problemas, y también mi familia trava. Nosotras ya hemos experimentado lo que significa estar confinadas. Y hemos resistido momentos muy difíciles a través de mecanismos que nos han enseñado a organizarnos y nos han dejado una experiencia vital.
Ya hace tiempo que Claudia no se sube a un avión. Pero una de las últimas veces tuvo una especie de revelación. En una escala, volviendo a Argentina, deseó profundamente estar en su casa. En La Plata.
Nací en Perú pero soy platense por adopción. Acá transcurren todos los días de mi vida, en la diversidad de pueblos y culturas que nutren a esta ciudad pluricultural. Así como elegí mi nombre, elegí dónde vivir y dónde proyectar mi vida. Soy travesti, migrante y platense.
*Acá Está La Plata/0221, donde se publicó originalmente este perfil, es un proyecto que despliega diez historias platenses. Editado por Abel Escudero Zadrayec retrata desde la mirada de diez escritorxs a diez personajes de La Plata. La historia de Claudia es una entre estas que viven la ciudad, la atraviesan y la encarnan en sus vidas.
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Comentarios desactivados en Proponen lanzar billetes feministas y LGTBI con las figuras de Evita y Juana Azurduy o Carlos Jáuregui
Victoria Freire, coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas, dio a conocer los diseños a través de su cuenta de Twitter. Tras la fuerte repercusión en las redes, evalúan realizar una presentación oficial ante el Banco Central
La coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas, Victoria Freire, propuso algunos modelos de billetes con mujeres y dio a conocer los diseños a través de su cuenta de Twitter.
Luego de que el Banco Central anunciara que va a lanzar una nueva serie de billetes, sin animales y con paridad de género, la coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas, Victoria Freire, propuso algunos modelos con mujeres y dio a conocer los diseños a través de su cuenta de Twitter.
“En unos meses vuelven los próceres a los billetes, se van los animalitos de Macri y por primera vez va a haber paridad de género. A nosotras se nos ocurrió ir un pasito más allá y armamos una serie de billetes feministas. Comenten y opinen si les gustó”, contó la funcionaria y socióloga.
Entre las figuras de los billetes se encuentran Eva Perón en el de $1000; Azucena Villaflor, fundadora de las Madres de Plaza de Mayo y detenida-desaparecida en 1977, en el de $500; y Juana Azurduy, luchadora en las guerras por la emancipación del Virreinato del Río de la Plata, en el de $200.
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Juana Azurduy
También incluyó a Cecilia Grierson, primera médica argentina y luchadora por los derechos de las mujeres, en el de $100; a Lohana Berkins, activista travesti, principal promotora de la Ley de Identidad de Género, en el de $50; a la escritora Alfonsina Storni en el de $20; y a Carlos Jáuregui, fundador y primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), en el de $10.
Tras la fuerte repercusión en las redes, Freire evalúa realizar una presentación oficial ante el Banco Central. “No es una cuestión meramente simbólica qué cara está en un billete, es parte de la disputa cultural sobre lo que representa a nuestra nación y queremos ser parte de ese debate”, sostuvo.
Comentarios desactivados en El obispo de Avellaneda-Lanús (Argentina), expulsa a sacerdote del Grupo Curas en Opción por los Pobres por, entre otras cosas, “defender” el aborto
Francisco “Paco” Olveira ante un mural homenaje al jesuita villero Carlos Mugica asesinado por la extrema derecha argentina,
El obispo de Avellaneda-Lanús, Rubén Frassia, separó de sus diócesis al sacerdote Francisco “Paco” Olveira, del Grupo Curas en Opción por los Pobres.
El mismo cura protagonizó un episodio con Gabriela Michetti en la beatificación de Angelelli
Oliveira denunció que en la capilla Nuestra Señora de Itatí, que él levantó en la órbita de su parroquia, el nuevo párroco Mario Ghisaura, quitó imágenes de San Oscar Romero y del padre Carlos Mugica, entre otras
La Iglesia en el país no escapa a la grieta política que divide a muchos argentinos. El obispo de Avellaneda – Lanús, Rubén Frassia, acaba de expulsar de sus diócesis al sacerdote Francisco “Paco” Olveira, miembro del Grupo Curas en Opción por los Pobres, cuyos miembros simpatizan con el kirchnerismo, por considerar que partidizó su labor sacerdotal, poniendo en riesgo la unidad de su comunidad, y porque se pronunció a raíz del debate en el Congreso a favor de la legalización del aborto.
El padre Olveira había prestado su parroquia, Nuestra Señora de Fátima, en la Isla Maciel, en abril de 2016, para una reunión de Cristina Fernández de Kirchner con el Grupo de Curas en Opción por los Pobres, que la invitaron por estar interesados en conocer las propuestas de la entonces naciente agrupación Unidad Ciudadana, que encabeza la ex presidenta. El encuentro quedó inmortalizado en una foto muy difundida e aquel momento de Cristina con los sacerdotes.
Francisco “Paco” Olveira con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner
El Grupo de Curas en Opción por los Pobres –que no debe confundirse con el grupo que nuclea oficialmente a los curas villeros de Capital y GBA y que integran, entre otros, el obispo Gustavo Carrara y el padre Pepe Di Paola- produjo en los últimos años varias declaraciones con duras críticas al presidente Mauricio Macri. En la reciente beatificación del obispo Enrique Angelelli, dos curas y un laico, en La Rioja, Olveira se acercó a la vicepresidenta Gabriela Michetti y le dijo: “Con todo respeto, su presencia insulta la memoria de nuestros mártires por la política de hambre y represión” de su Gobierno.
Mi apoyo al compañero cura Paco Oliveira, quién fue echado de la diócesis de Avellaneda por haber enfrentado al gobierno. El obispado corrupto, anti cristiano y aliado al poder expulsa a un compañero que a través de la fe acompaña a los que menos tienen. Aguante el padrecito ✌ pic.twitter.com/7o7cm41dZJ
Como Olveira, en rigor, hace ya varios meses que no es más párroco de Nuestra Señora de Itatí, a comienzos de este año un grupo de Madres de Plaza de Mayo se presentó en el obispado de Avellaneda Lanús para reclamar la reincorporación del sacerdote. En un encuentro no exento de tensión, el obispo les explicó las razones de su decisión que, según dice en una carta abierta a los fieles de la diócesis que acaba de difundir, “fue conversada (con Olveira) durante el año pasado, incluso él me manifestó que había llegado a un techo”. En cambio, el sacerdote afirma que Frassia lo echó.
La separación de la parroquia derivó ahora –según consigna el obispo en su carta- en la expulsión del cura. “Teniendo en cuenta la intransigencia y la poca voluntad del padre Francisco Olveira y no queriendo producir un daño profundo a la comunidad diocesana y a la acción pastoral de la Iglesia, a partir del día de la fecha (28 de abril) le retiro las licencias ministeriales en la diócesis de Avellaneda-Lanús, por lo que no es lícito que celebre públicamente los sacramentos en esta diócesis”. Olveira pertenece, en verdad, a la diócesis de Merlo –Moreno –estaba prestado a la de Avellaneda–Lanús-, a la que volvió a integrarse.
Frassia incluyó entre las razones el hecho de que “desde hacía tiempo venia señalándole determinadas actividades y manifestaciones públicas, que en el caso de un laico se tratan de una manera y en un clérigo de otra; por ejemplo el tema del aborto, un tema que está muy claro en el Catecismo de la Iglesia católica y también en un contundente magisterio del papa Francisco, que no es compatible con el ejercicio del sacerdocio manifestarse en contra de la doctrina común de la Iglesia”.
Tras asegurar que Olveira entendió inicialmente los motivos del cambio, Frassia dijo que el cura “comenzó como él mismo lo definiera ‘una guerra’ desde tribunas como Madres de Plaza de Mayo e Instituto Patria (que lidera Cristina Kirchner), para que el obispo dé marcha atrás con el nombramiento del nuevo párroco y se siga una línea, que en su mayor porcentaje es una línea política e ideológica, no de pastoral como se hace en tantas diócesis a nivel barrios y también, con la llamada pastoral de ‘curas villeros`”.
Olveira, a su vez, denunció que en la capilla Nuestra Señora de Itatí, que él levantó en la órbita de su parroquia, el nuevo párroco Mario Ghisaura, quitó imágenes de San Oscar Romero y del padre Carlos Mugica, entre otras. Lo cierto es que en su carta el obispo también informa que le “concedió un tiempo sabático” a Ghisaura. Además de “una licencia para que realice estudios de posgrado” al también nuevo vicario parroquial, el padre Juan Manuel Rega. Así las cosas, la parroquia sede de la discordia necesitará, al menos hasta que las aguas se aquieten, de un nuevo párroco que contribuya a cerrar la grieta.
LA RIOJA
El padre PacoOliveira que camina los barrios más humildes de la Patria diciéndole en la cara a Gabriela Michetti, lo que sufre nuestro pueblo todos los días.
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