El reverendo Tim Schaefer se convirtió el domingo en el primer pastor abiertamente gay en la Primera Iglesia Bautista de Madison.

“Fue increíblemente conmovedor e increíblemente significativo”, dijo.

Schaefer ha estado en la iglesia durante unos 10 meses, pero su servicio oficial de instalación fue el domingo por la tarde.

“Una gran parte de ese servicio fue un convenio entre la congregación y yo de que nos apoyaremos unos a otros”, dijo. “Así que, en cierto modo, es un poco como una boda en la que nos juramos esos votos el uno al otro, y eso me conmovió increíblemente”.

Su padre, el reverendo Frank Schaefer, dio el mensaje de instalación. Frank Schaefer es un pastor de la Iglesia Metodista Unida que fue expulsado temporalmente por realizar la boda del mismo sexo de su hijo.

“Tener un par de generaciones de pastores es algo muy especial, y fue muy significativo que mi padre fuera la persona que transmitiera el mensaje para predicar aquí hoy”, dijo Schaefer.

A lo largo de los 170 años de historia de la Primera Iglesia Bautista de Madison, la congregación se ha comprometido a construir una comunidad inclusiva dedicada a la justicia social. Schaefer dijo que la iglesia comenzó a afirmar abiertamente a la comunidad LGBTQ + en la década de 1990, y ve su nuevo papel como una continuación de esa misión.

“Eso es algo que nos esforzamos por vivir todos los días”, dijo. “Siempre podemos hacerlo mejor, siempre podemos trabajar más en eso, pero eso es realmente un testimonio de esa promesa de que somos un lugar abierto e inclusivo para todas las personas”.

Schaefer obtuvo su título de Maestría en Divinidad con un certificado en justicia sexual y de género de Brite Divinity School. Antes de venir a Madison, fue Ministro de la Juventud en la Iglesia Bautista Royal Lane en Dallas, Tx.

Volume

Fuente Wkow

General, Historia LGTBI, Iglesia Bautista Frank Schaefer, Homosexualidad, Iglesia Bautista, Madison, Primera Iglesia Bautista de Madison, Tim Schaefer

La ciudad de Madison en Wisconsin ha elegido a su primera alcaldesa lesbiana, Satya Rhodes-Conway.

Rhodes-Conway fue nombrada alcaldesa de Madison después de recibir el 61,9 por ciento de los votos. Su rival, Paul Soglin, que ha servido varios períodos como alcalde de Madison, recibió el 37,7 por ciento de los votos, según NBC 15.

Su victoria la coloca como la segunda alcaldesa y la primera alcaldesa abiertamente gay en la historia de Madison.

La alcaldesa electa de 47 años de edad llegó anoche al Prism Dance Club de la ciudad para recibir un aplauso entusiasta de la multitud reunida donde pronunció un poderoso discurso de victoria.

En su discurso, hizo referencia a Harvey Milk, quien fue el primer funcionario electo abiertamente gay en la historia de California.

“Harvey[Milk] dijo – y tiene razón – no se trata de ganancia personal, no se trata de ego, no se trata de poder. Se trata de dar esperanza a los jóvenes. Tenemos que dar esperanza. Esta noche, estoy lleno de esperanza”, continuó Rhodes-Conway. “Esperanza para los jóvenes de todo el mundo, pero especialmente aquí en Madison, que se han sentido excluidos, o han hablado con ellos, o han sido intimidados a causa de lo que son. Me sentí así, hace mucho tiempo, y mira dónde estoy ahora.”

También agradeció a su compañera Amy, diciendo: “Lo más importante, quiero agradecer a mi firme compañera. No podría haber hecho esto sin ti.”

 Soglin fue elegido por primera vez alcalde de Madison hace 45 años y había sido apodado “Alcalde de por vida” dentro de la ciudad debido a la cantidad de tiempo que ha pasado en el trabajo. El año pasado, perdió su oferta para ser gobernador de Wisconsin. En ese momento, prometió que no volvería a presentarse como candidato a la alcaldía, sin embargo, después de perder su candidatura a la gobernación, se inscribió en la contienda. Antes de que él decidiera entrar en la carrera para servir otro término como alcalde de Madison, Soglin había apoyado a Rhodes-Conway para reemplazarlo.

Fue un día impresionante de victorias para los candidatos LGBT+ en los Estados Unidos cuando Lori Lightfoot se convirtió en la primera alcaldesa negra y lesbiana de Chicago anoche. Se unió al escenario para su discurso de victoria su esposa y su hija. Hablando después de su victoria, dijo: “Están viendo una ciudad donde no importa de qué color eres, donde seguro que no importa lo alto que seas, y donde no importa a quién amas”, dijo Lightfoot.

“En el Chicago construiremos juntos, celebraremos nuestras diferencias. Abrazaremos nuestra singularidad. Y nos aseguraremos de que todos tengamos todas las oportunidades para tener éxito. Todos los niños deberían saber esto: Cada uno de ustedes, un día, puede ser el alcalde de Chicago”.

Fuente Cromosomax

General, Historia LGTBI Alcaldesa, EE.UU., Lesbiana, Lori Lightfoot, Madison, Paul Soglin, Satya Rhodes-Conway, Wisconsin

Funeral del joven gay chileno asesinado Wladimir Sepúlveda

En los últimos meses, dos decisiones muy duras de obispos estadounidenses han encontrado una fuerte oposición dentro de la propia Iglesia católica. En junio, el obispo de Springfield (Illinois) prohibía los funerales para quien viviera en pareja con otra persona de su mismo sexo. Más recientemente, la diócesis de Madison (Wisconsin) ha publicado unas recomendaciones sobre los funerales de personas que vivan en pareja con personas de su mismo sexo en las que indica que deben abordarse de forma muy discreta para evitar el “escándalo”. La noticia, sin embargo, ha provocado fuertes reacciones de rechazo dentro de la propia Iglesia estadounidense, que incluyen además a figuras de relieve, como el sacerdote jesuita James Martin, de quien ya hemos hablado en esta página.

El pasado junio se difundía una decisión del obispo de Springfield (Illinois), Thomas John Paprocki, muy dura hasta para criterios conservadores. A las ya prohibiciones de bendecir a parejas del mismo sexo o de su admisión a la comunión, se unía la negativa a que una persona en riesgo de muerte recibiera los últimos sacramentos salvo que “se arrepintiera”. Más aún, la prohibición se extendía a los funerales: “A menos que dieran algún signo de arrepentimiento antes de su muerte, las personas fallecidas que hayan vivido públicamente en una relación con alguien de su mismo sexo, causando escándalo público a los fieles, quedarán privadas de ritos funerales”.

La decisión provocó una respuesta adversa notablemente amplia. Por ejemplo, Fortunate Families, una red de familias católicas con hijos LGTB, emitió un comunicado en el que acusaba al obispo Paprocki de no tener sensibilidad pastoral: “Al negar a las personas LGTB la recepción de la comunión y ritos funerales, usted de hecho los está excomulgando (…) ¿Estar en un matrimonio con alguien del mismo sexo está al mismo nivel que una persona que niega el Credo?”. Destacó especialmente la reacción del padre James Martin, jesuita y redactor jefe de la revista America, una de las publicaciones católicas más importantes de Estados Unidos. Ya hemos tenido ocasión de hablar de él en esta página, pues ya se ha pronunciado en varias ocasiones a favor del colectivo LGTB, en particular a propósito del atentado de Orlando y de la publicación de un libro donde invitaba a “tender puentes” entre la Iglesia católica y la comunidad LGTB. En esta ocasión, en una publicación en su perfil de Facebook, Martin señaló la incongruencia de aplicar criterios tan severos a las parejas del mismo sexo y no a otras situaciones que, doctrina en mano, son también “irregulares”: “Si los obispos prohíben a miembros de matrimonios del mismo sexo recibir un funeral católico, también tienen que ser coherentes. Debemos prohibir también a católicos divorciados y vueltos a casar a quienes no se les han concedido anulaciones; a mujeres u hombres que han tenido un hijo fuera del matrimonio; a miembros de parejas heterosexuales que viven juntas antes del matrimonio, y a cualquiera que use métodos de control de natalidad. Pues todos ellos también están contra la enseñanza de la Iglesia. Más aún deberán prohibirlos a cualquiera que no cuide a los pobres que no cuide el medio ambiente a cualquiera que apoye la tortura, pues también son doctrinas de la Iglesia. Más fundamentalmente, deben prohibirlos a la gente que no se comporte con amor, que no perdone y que no tenga misericordia; pues estas cualidades representan las enseñanzas de Jesucristo, son las mas fundamentales de todas las enseñanzas de la iglesia. Poner el foco solo en las personas LGTB sin un foco similar el comportamiento moral sexual de las personas heterosexuales es, en palabras del catecismo, un signo de discriminación injusta”.

Con todo, la reacción más dura, como en su momento recogimos, vino de Michael Sean Winters, del National Catholic Reporter (otra prominente publicación católica), quien pidió directamente a la destitución del obispo: “El motu proprio Come una mare amorevole se publicó en respuesta a la necesidad de retirar obispos que habían sido negligentes en el manejo de las alegaciones de abusos sexuales por parte del clero, pero el texto no limitaba su alcance a este único asunto. Cuando un obispo malinterpreta tanto la cultura como el Evangelio, por no hablar de su papel como obispo, de tal manera que emite un decreto como el que Paprocki ha emitido, demuestra que está tan desquiciado que no puede dirigir una iglesia local. Antes de que haga más daño, debe dimitir o ser despedido”, afirmaba con dureza.

La diócesis de Madison sigue los pasos de Springfield

Más recientemente, otra diócesis que ha tomado una decisión similar ha sido la de Madison (Wisconsin), gobernada por el obispo Robert Morlino. El vicario general, monseñor James Bartylla, ha informado a los sacerdotes en una nota sobre las nuevas pautas en los funerales católicos, que contiene una sección titulada “Consideraciones sobre los ritos funerales para una persona en una unión homosexual”. En ella queda claro que lo que preocupa es el “escándalo”: “El principal problema está en el escándalo y la confusión. La tarea pastoral por tanto es la de minimizar el riesgo de escándalo y confusión a la vez que se está disponible para el fallecido y la familia. Si la situación lo requiere (…) se podrán denegar ritos funerales a pecadores manifiestos en quienes es escándalo público para los fieles no puede evitarse. Si hay duda, se habrá de consultar al ordinario del lugar [el obispo] y seguir su juicio”.

Entre las razones para negar el rito se cita por ejemplo que el fallecido o su pareja fuesen “promotores del ‘estilo de vida gay’”. Haber mostrado en vida algún signo de activismo o de no haber aceptado la enseñanza oficial hace así al fallecido susceptible de no recibir un funeral. Las indicaciones incluyen una serie de preguntas que ha de hacerse el sacerdote en cada caso concreto: “Para minimizar el escándalo, ¿debería haber solo una breve celebración de la Palabra en la funeraria? ¿O quizá un oficio frente a la tumba? Quizá podría ofrecerse una misa funeral con o sin mención explícita del nombre del fallecido o de la ‘pareja’, en la parroquia o incluso en otra parroquia (para evitar el escándalo), con o sin miembros de la familia”. Pero la nota va aún más allá, al plantearse como un “gran riesgo de escándalo y confusión”, el que aparezca el nombre del sacerdote o la parroquia en cualquier esquela u obituario “público (por ejemplo, periódico) o semi-público [sic]”. Tampoco puede haber referencia al compañero viudo en nada publicado por la parroquia, ni ninguna referencia a la “unión no natural”. Igualmente, se aconseja “mantener al mínimo el compromiso del sacerdote o diácono (por ejemplo, limitado a un sacerdote o diácono y en los momentos meramenete esenciales de un oficio o rito, si lo hay)”. En otras palabras, se puede rezar por el fallecido, pero sin que no se note mucho.

Estas indicaciones han vuelto a causar controversia, como ya sucediese con las de Springfield. De nuevo, James Martin se ha pronunciado con claridad: “El problema, como indico en Building a Bridge [su libro a favor del acercamiento entre la Iglesia y el colectivo LGTB antes mencionado] es que estas enseñanzas casi siempre se aplican de manera selectiva. Esto es, no hay un foco equivalente en la moralidad sexual de los católicos heterosexuales en el momento de sus funerales (por ejemplo, ¿estaba él o ella divorciado y casado de nuevo sin anulación? ¿Estaban viviendo juntos antes del matrimonio?). Tampoco se pone bajo tal microscopio la moralidad de los profesores de escuela católicos (por ejemplo, ¿está él o ella viviendo con una pareja antes del matrimonio?). El foco puesto exclusivamente en las personas LGTB y su moralidad sexual, sin un foco equivalente en la moralidad sexual (o moralidad en general) de los católicos heterosexuales, constituye lo que el catecismo denomina ‘discriminación injusta’ (2358)”.

En definitiva, si las decisiones de obispos como los de Springfield o Madison dejan bien claro que persisten actitudes fuertemente discriminatorias dentro de la Iglesia católica, también parece confirmarse que en Estados Unidos hay una creciente contestación interna, que contrasta con lo que sucede en en otros lugares, como España, donde afirmaciones fuertemente discriminatorias de otros obispos no cuentan por el momento con oposición significativa de voces católicas “autorizadas”. Veremos si eso cambia en el futuro.

Fuente Dosmanzanas

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica America (revista), Diócesis de Madison, Diócesis de Springfield, Discriminación, Estados Unidos, Fortunate Families, Homofobia, Iglesia Católica, Illinois, James Martin, Jesuitas, LGTBfobia, Madison, Michael Sean Winters, National Catholic Reporter, Robert Morlino, Springfield, Thomas John Paprocki, Visibilidad LGTBI, Wisconsin

Quería denegar funerales a católicos gays

Los descontentos con Robert Morlino califican su actitud como “nada menos que inhumana”

(Cameron Doody).- “La directiva hace que la gente se sienta apuntada, atacada y despreciada“. Así opinan los más de cuatro mil personas que han firmado peticiones en Internet para que el Papa destituya al obispo de Madison, Robert Morlino, después de que éste publicó una directiva autorizando a sus sacerdotes a denegar un funeral católico a las personas LGBTIQ.

La polémica estalló la semana pasada cuando se filtró un memorándum del vicario general de Madison, James Bartylla, avisando al clero de la diócesis que los ritos funerales “pueden denegarse a pecadores manifiestos cuando el escándalo público a los fieles no puede evitarse”. Antes de decidir si dar sepultura católica al fallecido gay, lesbiana, bisexual o tránsgenero, instruyó Bartylla, el párroco ha de tomar en cuenta factores tales como el difunto y/o su pareja eran “promotor[es] del estilo de vida ‘gay’ [sic]“, o si el difunto se arrepintió antes de sucumbir.

Otros de los pilares de la política de la diócesis de Madison son que está vetado a la pareja del muerto LGBTIQ tener cualquier papel público en los funerales religiosos, que se deba minimizar la participación del sacerdote o diácono que conduzca la ceremonía y, por último, que se deba suprimir el nombre del clérigo oficiante del obituario. Y aunque el memorándum fuera escrito por Bartylla, la diócesis ha confirmado que el documento “se ajusta al pensamiento del obispo y cuenta con su visto bueno“.

Por otro lado, los 4.400 gente que han firmado dos peticiones en Internet instando al obispo a retirar el memorándum y al Papa a tomar medidas contra Morlino, han calificado las nuevas directrices como “nada menos que inhumanas”.

“Esta diócesis ya ha perdido el contacto con la gente que acude a sus iglesias“, lamentó Mary Kaye Radtke, de Madison, al periódico local Journal Sentinel.

Y frente a los críticos que señalan que la política de Morlino es inconsistente con la visión del Papa Francisco de una Iglesia más inclusiva y acogedora, un portavoz de la diócesis ha replicado que las peticiones no son más ardides publicitarios que no firmaría ningún “católico fiel”. La política de la diócesis sobre funerales para personas LGBTIQ, dijo este portavoz, “es la verdad consistente y universal, enseñada por la Iglesia desde tiempos de Jesucristo”.

Fuente Reigión Digital

Iglesia Católica Homofobia/Transfobia, Iglesia Católica, James Bartylla, Madison, Mary Kaye Radtke, Robert Morlino

James Bartylla

Lo del escándalo que suponen los casos de pederastia… pecadillo venial… Cínicos.

Un Vicario de la Diócesis de Madison, Wisconsin, propone que los curas eviten el “escándalo” de organizar un funeral católico a una persona homosexual y ofrece alternativas bastante surrealistas. La Diócesis dice que no es una medida oficial pero que al Obispo le parece bien.

Los párrocos de la diócesis de Madison, en Wisconsin, recibieron el otro día un e-mail del Vicario General, el padre James Bartylla, con una serie de directivas a la hora de organizar funerales que son… un poquito escandalosas. Y eso que están pensadas precisamente para evitar un escándalo.

En el e-mail escrito por el Padre Bartylla, bajo el título “Consideraciones de los Ritos Funerarios para una Persona en una Unión Homosexual Civil o Notoria“, el reverendo explica lo siguiente:

El principal problema está en el escándalo y la confusión (que lleva a otros a caer en el pecado o a confundir o debilitar a ls personas respecto a las enseñanzas de la Iglesia Católica respecto a la sagrada doctrina y la ley natural) y por lo tanto la tarea pastoral es minimizar el riesgo de escándalo y confusión en otros ofreciendo alternativas para el fallecido y su familia.

¿Y cuáles son esas alternativas para los homosexuales muertos y sus familias?  Lo que se le ha ocurrido es que, por ejemplo, en lugar de hacer un funeral tradicional se haga un pequeño servicio junto a la tumba del fallecido. O que si se hace un funeral la pareja del muerto no tenga “ningún papel público o relevante“. O (la mejor idea de todas) que el cura y los parroquianos no formen parte del funeral.

La idea es tan horrible y discriminatoria que desde la diócesis de Madison han tenido que emitir un comunicado explicando que no se trata de unas directrices oficiales pero reconocen que la idea está “en línea con el pensamiento del obispo (Robert Morlino) y tienen su aprobación“.

Además han explicado que esas directrices han surgido de las preguntas sobre el tema que varios párrocos han hecho llegar al obispo. La diócesis ha recomendado a los curas que “piensen detenida y prudentemente” en el tema y su portavoz, Brent King, ha explicado que “ninguna política se adaptará adecuadamente a cada caso, y la política de la diócesis de Madison siempre ha sido que, respecto a los funerales públicos en general, sea el párroco el responsable de decidir dependiendo de la situación de cada persona.”

Por mucho que diga la diócesis la idea no ha sentado nada bien a la comunidad LGTB+ católica  ni a la organización LGTB+ DignityUSA que trabaja para conseguir la igualdad del colectivo dentro de la Iglesia. Tarea para que les deseamos toda la suerte del mundo porque la van a necesitar.

Marianne Duddy-Burke, la directora ejecutiva de DignityUSA, ha calificado el e-mail como “la antítesis del cuidado pastoral” y ha explicado que se trata de una muestra de que “el Obispo cree que las personas gais o lesbianas que han vivido un profundo compromiso con su cónyuge o compañero deben ser menospreciadas incluso en la muerte. Nuestras familias podrían ver cómo se les niegan los sacramentos de nuestra fe en el momento de mayor duelo. Es una enorme falta de corazón. Es crueldad. No es cristiano.”

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Católica Brent King, Dignity USA, EE.UU., Homofobia/Transfobia, Iglesia Católica, James Bartylla, Madison, Marianne Duddy-Burke, Wisconsin

Sus abogados venden la historia como si hubiera ganado un pleito contra las leyes de Wisconsin, pero la realidad no es exactamente así.

La ley le permite discriminar porque no tiene “una tienda con un escaparate”.

Los medios conservadores venden la noticia como una gran victoria “sobre el lobby LGTBI”

Amy Lawson es una homófoba de cuidado. Bueno, más bien una “homófoba precavida” o una “homófoba en potencia” porque la verdad, no sabemos muy bien cómo calificarla. Resulta que en la ciudad de Madison existe una ley que impide a los propietarios de los negocios discriminar a las personas LGTB… Y ella, que es una “fotógrafa apasionada por contar historias visuales que glorifican a Dios” tenía miedo a ser demandada por no querer fotografiar bodas de personas LGTBI ni de ninguna otra clase de pervertidos. Y como lo anunciaba sin ningún pudor en su página web decidió tomar precauciones por si acaso alguien la denunciaba en el futuro.

Así que presentó una demanda junto a la Alianza por la Defensa de la Libertad, un grupo de abogados católicos que demonizan la homosexualidad, para evitar ser demandada en un futuro y permitirle seguir discriminando a quien a ella le parezca. Para poder discriminar según sus creencias.

Ahora, un tribunal de Wisconsin ha declarado que emitirá un dictamen informando que las leyes que protegen a las personas LGTB en la ciudad de Madison no son de aplicación en su caso porque… su negocio no tiene un local con un escaparate.

Y entre tanto absurdo, la prensa digamos, conservadora, ha aprovechado para hacer unos titulares que si bien no mienten, maquillan bastante los hechos.

Nuestros amigos de Actuall que tanto se preocupan por la actualidad LGTB

Nótese el entrecomillado de la palabra “boda”.

Y por supuesto, los abogados que lo venden como una gran victoria:

BREAKING NEWS: Huge victory for our photographer client, and Wisconsin’s other creative professionals https://t.co/Y8rfUzGonJ pic.twitter.com/bWBmcz1kvT

— AllianceDefends (@AllianceDefends) 1 de agosto de 2017

El dictamen definitivo tardará unas semanas todavía pero nosotros ya estamos así.

Fuente | The New Civil Right Movement, vía EstoyBailando

General, Homofobia/ Transfobia., Iglesias Evangélicas Alianza por la Defensa de la Libertad, Amy Lawson, Discriminación, Homofobia/Transfobia, Iglesias Evangélicas, Madison, Wisconsin

El inquilino de un apartamento de Granite City (Illinois), denuncia que su casera la desalojó de su vivienda en cuanto le reveló que es VIH positivo.

Noe Farias Jr llevaba cuatro años viviendo en el mismo domicilio de Granite City, una localidad del condado de Madison, en Illinois. En alguna ocasión se ha retrasado en el pago del alquiler, pero nunca había sido un problema para sus caseros, hasta el momento en que expuso a su arrendadora que era portador del VIH, recibiendo una notificación para desalojar la vivienda un mes más tarde. «Ella dijo ‘primero de todo estás retrasado en tu alquiler’ y yo le dije ‘no me diste una notificación de desalojo el mes pasado. Eso fue exactamente hace un mes’. Entonces ella me dice ‘tú no me dijiste que eras VIH, podemos demandarte por no habérnoslo dicho’», explica Farias.

Medios locales se acercaron a la vivienda de Rob y Judy Horgon, los caseros de Farias, para que respondieran a las acusaciones de su inquilino, pero no encontraron respuesta cuando llamaron a su puerta. Poco después contactaron por ellos vía telefónica y negaron que el VIH hubiera tenido algo que ver con la notificación de desalojo, aunque el señor Horgon sí preguntó al reportero si «¿ese tipo se ha molestado en decirte que tiene un anuncio online en un sitio de citas para personas con VIH?».

Lo que Noe Farias no es tanto un perfil en una página de Internet, sino que es el propietario y administrador de POZ Dating for Christians, un servicio de citas por internet especializado en personas cristianas que son portadoras del VIH, enfocado tanto a parejas homosexuales como heterosexuales. Un lugar en el que se presenta a sí mismo sin esconder su condición de seropositivo. Posteriormente el reportero sí pudo confirmar que Judy Horton le habría dicho a una vecina que echaban a Farias de su apartamento porque es VIH positivo.

POZ Dating for Christmas – Foto: Uso permitido

«En virtud de la Ley de Vivienda Justa, la discapacidad es una de las clases protegidas, al igual que la raza, el género, los nativos o la religión. Sería ilegal la discriminación contra estas personas en cualquier forma si se determina que tiene el Sida», explica Zach Schmook, abogado administrador del Consejo para la Igualdad de Oportunidades de Vivienda de San Luis. Faris considera actualmente emprender acciones legales contra sus caseros, quienes, de ser declarados culpables de discriminación, podrían verse obligados a ofrontar daños publitivos y una multa.

Fuente Universogay

General, Homofobia/ Transfobia. Discriminación, EE.UU., Granite City, Illinois, Madison, Noe Farias Jr, POZ Dating for Christians, Rob y Judy Horgon, Zach Schmook

¿Alguien duda de la importancia del matrimonio igualitario?

En 2012, una pareja de lesbianas se casó en Nueva York. Chelsea y Jessamy Torres contrajeron matrimonio y siempre tuvieron la intención de formar una familia, algo que les ha dado algún que otro quebradero de cabeza. Sobre todo, desde que el pasado 15 de marzo viniese al mundo Asher, el hijo de ambas.

Y es que, tras el alumbramiento, estas vecinas de Madison, Wisconsin, interpusieron una demanda federal por discriminación. ¿La razón? Que el estado no les permitiera inscribir el nombre de las dos madres en el certificado de nacimiento de su bebé, que fue concebido por inseminación artificial. Sin embargo, las parejas heterosexuales que conciben a sus hijos por esta técnica no tienen este problema. Una denuncia normal y justa, y que poco tiene que ver con la de aquella americana que denunció a todos los gays “violar los derechos civiles”.

“En la sala de operaciones (el bebé) comenzó a ponerse azul”, explicó Chelsea Torres, que fue quien gestó a Asher. “Pensé que uno de los dos  podría morir. Y me pregunté, ‘¿qué pasaría si le pasa algo a ella (Jessamy Torres)? ¿Qué pasa si le ocurre algo al bebé? ¿Pasaría mi hijo a disposición del Estado?’”

Tras este problema, la pareja registró el nombre de ambas en el certificado de nacimiento de su hijo. La sorpresa vino cuando el certificado llegó a su casa y comprobaron que el Estado había suprimido el nombre de Jessamy Torres. En la demanda, se indica que se asumeque la esposa de la madre que dio a luz a Asher es el padre durante el matrimonio, y que a las parejas heterosexuales no se les omite el nombre de los padres, un claro ejemplo de desigualdad ante la ley.

Fuente Ragap

General, Homofobia/ Transfobia. Chelsea y Jessamy Torres, Discriminación, Madison, Matrimonio igualitario, Nueva York, Wisconsin