Las mujeres en la Biblia, historias de exclusión de ayer y de hoy
Del blog de Luis Miguel Modino Misionero en Brasil:
Durante este primer fin de semana de octubre, las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) del Regional Nordeste 3 de la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, por sus siglas en portugués), que engloba las 25 diócesis de los estados de Bahia y Sergipe se encontraron en Aracajú, capital del estado de Sergipe, para reflexionar a partir del tema “Las Mujeres en la Biblia”.
La historia siempre es leída desde diferentes prismas y cada uno la cuenta de la forma que más le conviene. Tradicionalmente ésta ha sido contada desde una visión masculina y eso ha provocado que no siempre haya sido dado el valor que merece al lado femenino.
Ayudar a hacer una lectura diferente es un desafío, que puede hacer visible ese lado de la historia que siempre estuvo en un segundo plano o incluso oculto y despreciado.
Con la asesoría de Terezinha Foppa y Luciano Bernardi, fue presentado el papel que en la Biblia tuvieron algunas mujeres, que siempre estuvieron en un segundo plano. Parteras, viudas, madres, suegras, abuelas… que nos llevan a hacer una relectura del texto bíblico y descubrir la acción salvadora de Dios a través de ellas, a encontrar la presencia divina en tantas mujeres que hoy quieren construir la historia, pero continúan siendo relegadas.
Como señala la carta final del encuantro, “mujeres que luchan por la participación en más espacios, por ser reconocidas en sus diversos papeles y potencialidades, superando el autoritarismo, la dependencia, el racismo, el machismo, la discriminación, promoviendo la idea de la interdependencia, del cuidado, del Bien Vivir, de la alteridad, del amor mutuo, de la ternura, del diálogo”.
Las CEBs llaman a acabar con “el machismo que somete mujeres y hombres a situaciones de opresión, dolor y ausencia de libertad, generando la falta de valorización del trabajo de las mujeres en nuestras comunidades”, situación profundamente injusta, pues son las mujeres quienes sostienen la misión evangelizadora en muchas comunidades extendidas por todo Brasil y América Latina.
Poco a poco son “encontrados caminos para construir el diálogo y el respeto como medio para vencer la cultura del machismo a través de la formación constante, de la autocrítica, de la creación de comisiones de mujeres para trabajar en la base, fomentando reflexiones y debates”.
Muchos se empeñan en lo contrario, pero el propio Papa Francisco ha reconocido una vez más este papel fundamental que el universo femenino tiene en la vida de la Iglesia, como señalaba en el reciente Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia, donde decía que debemos “valorar la inmensa contribución que las mujeres, laicas y religiosas, han hecho y siguen haciendo a la vida de nuestras comunidades”. Que este deseo papal pueda hacerse realidad, pero para eso es necesario cambiar actitudes y estructuras.
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