Estados Unidos abre la primera clínica para veteranos transexuales del ejército en Ohio
Dos días antes de que el Supremo legalizase el matrimonio homosexual en todo el país, Estados Unidos vivía otra fecha histórica: un transexual participaba por primera vez en la recepción anual del mes del Orgullo LGTBI en la Casa Blanca, representando con su uniforme a los más de 15.500 soldados silenciados. Logan Ireland, del Ejército del Aire, empezó su transición a hombre en 2012 y atendió al acto excepcionalmente vestido con el atuendo militar junto con su prometida, Laila Villanueva, quien acudió de civil. Ella, como la gran mayoría de transexuales en el Ejército estadounidense, no tiene el apoyo de su unidad que le permita hablar abiertamente del sexo con el que se identifica.
Pero parece que la situación está cambiando, la primera clínica dedicada a atender las necesidades de los militares veteranos transexuales de Estados Unidos se inauguró la semana pasada en Cleveland, Ohio. Se trata del Centro Médico Louis Stokes. De momento, admite a 20 pacientes transexuales con edades comprendidas entre 21 a 75 años dirigida por la doctora Megan McNamara. Se estima que hay más de 130.000 veteranos transexuales en los Estados Unidos, de los cuales, 15.500 están en servicio activo.
Según la doctora McNamara, las personas transexuales buscan el asesoramiento y la atención de los servicios del Departamento de Asuntos de los Veteranos hasta cinco veces más. “Hay una gran cantidad de pacientes transexuales entre los veteranos que no han sido capaces de encontrar la atención que necesitan. Queremos ser capaces de proporcionar una atención integral en un ambiente acogedor. Un lugar donde se sienten a gusto y aceptados”, explicó la doctora McNamara al diario The Plain Dealer de Ohio.
Una directiva de 2011 de la Administración de Salud instruyó a todas las clínicas para ser respetuosas con las necesidades de los veteranos transexuales, sin embargo, los militares transexuales estadounidenses en servicio activo se arriesgan a ser despedid@s si inician su transición estando en activo. Una investigación ha detectado que los estadounidenses transexuales son más propensos a enrolarse en las fuerzas armadas a pesar de la discriminación a la que se pueden enfrentar.
Las regulaciones del Pentágono prohíben que las personas que están o han pasado por una transición formen parte del servicio militar estadounidense, una norma basada en prescripciones médicas de hace más de cincuenta años y que ahora los activistas por la libertad del colectivo LGTB quieren cambiar.
“En ésa época, los transexuales eran vistos como enfermos mentales y con una moralidad deficiente, igual que los homosexuales. Mucho ha cambiado desde entonces”, dice Allyson Robinson, una veterana transexual y activista.
El Ejército de Estados Unidos revocó en julio de 2011 la famosa política “Don’t Ask, Don’t Tell” que impedía alistarse a quien se declarase como homosexual, pero se olvidaba de la transexualidad, considerada dentro de las “exclusiones psicosexuales”.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos está trabajando para desarrollar un plan que ponga fin a esa política que no permite la visibilidad de las personas transexuales en el ejército en mayo de 2016.
Fuente Ragap
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