Ochocientas personas exigen la dimisión del delegado del Gobierno de Murcia, quien por su parte minimiza la agresión neonazi al Orgullo
Unas 800 personas se concentraron este martes frente a la Delegación del Gobierno en Murcia, convocadas por la plataforma Murcia Diversa por la Igualdad, para exigir la dimisión de su titular Antonio Sánchez-Solís tras los sucesos del pasado sábado durante la manifestación del Orgullo LGTBI de Murcia. Un grupo de neonazis, recordemos, invadieron el espacio destinado al Orgullo y agredieron a varias personas. Una agresión que por cierto Antonio Sánchez-Solís ha minimizado.
Lo recogimos el pasado fin de semana. La Delegación del Gobierno en Murcia había permitido la convocatoria de una concentración de la organización neonazi “Lo Nuestro” el mismo día y a las mismas horas en que Murcia celebraba pacíficamente su Orgullo, compartiendo además espacio frente al Ayuntamiento. Finalmente, a petición de esta institución, la Delegación del Gobierno accedía a trasladar la concentración neonazi al Parque de Fofó, al norte de Murcia, lejos de la manifestación del Orgullo. Ello no impidió a los violentos actuar. Fue alrededor de las 19:00 horas, cuando las últimas carrozas comenzaban el recorrido. Un grupo de unos treinta individuos volcaron las vallas que lo protegían e irrumpieron en el espacio dedicado al Orgullo, agrediendo, según diversos testimonios, a varias personas (eldiario.es recogió declaraciones de una de las agredidas).
De hecho, un vídeo difundido por La Verdad muestra como efectivamente se produjo una estampida de personas (el vídeo muestra después a los nazis siendo escoltados por la Policía, así como algunas imágenes de su concentración):
El colectivo No Te Prives, convocante de la manifestación del Orgullo, ha denunciado ya a la Fiscalía lo sucedido. También ha pedido que investigue la actuación del delegado del Gobierno, cuya dimisión, como ya adelantamos en nuestra anterior entrada, han solicitado PSOE, IU, Cambiemos Murcia y Podemos.
Pese a todo, el delegado del Gobierno asegura “no tener constancia” de que se produjeran agresiones a participantes en el Orgullo. Según asegura La Opinión, Antonio Sánchez-Solís solo reconoce una agresión a un fotógrafo de ese mismo diario y que “cinco o seis personas” increparon a la manifestación a su paso por la Gran Vía. Sánchez-Solís ha defendido el operativo policial y asegura que la actuación de la Delegación del Gobierno fue la adecuada.
Piden su dimisión
No es, desde luego, lo que parece a tenor de las informaciones y testimonios recogidos por los medios de comunicación. Y tampoco es lo que piensan las alrededor de ochocientas personas que, convocadas por Murcia Diversa por la Igualdad, se concentraban en la tarde del martes frente a la Delegación del Gobierno, en la Avenida Alfonso X el Sabio de Murcia, para luego marchar hacia el Ayuntamiento. “Hace dos días, unos intolerantes llenos de odio decidieron convertir una jornada festiva y reivindicativa como es el día del Orgullo LGTBIQ en altavoz de su intolerancia, con la connivencia del delegado del Gobierno y ante la pasividad de las fuerzas de seguridad, más pendientes de incomodar a los asistentes al desfile que de garantizar su seguridad”, se leyó en el manifiesto. “No fue casualidad que el colectivo fascista Lo Nuestro eligiera el día del Orgullo para exhibir su mensaje, destinado a dificultar la convivencia y a generar odio y desigualdad. Eligieron el día del Orgullo para agredir, para amedrentar, para asustar y para imponer, y eso es algo que no vamos a tolerar”, proseguía.
No parece que ni Sánchez-Solís tenga intención de dimitir ni el Gobierno de cesarlo, por desgracia. Que en pleno 2017 y en España tengamos que asistir al espectáculo de un Orgullo LGTB saboteado por energúmenos de extrema derecha no parece preocupar lo más mínimo al Gobierno. Una actitud, desde luego, bien poco tranquilizadora.
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