Todavía no nos habíamos recuperado del estrambótico caso del camarero de Dorset que dejó su trabajo el mismo día que un hombre intentó ligar con él. Al cliente le acusaron de ser un ‘depredador sexual’ y le expulsaron del local. La otra noticia que nos ha dejado estupefactos nos llega desde el hogar espiritual de la Iglesia de Inglaterra, Canterbury. En los seis meses que lleva abierto el Limes Lounge, el único pub de ambiente gay en la zona, su propietario Tony Butcher (en la fotografía) ha recibido amenazas anónimas para que cierre, presiones por parte del ayuntamiento y la oferta del vicario que se presentó en el local para ‘curar la homosexualidad’ de la clientela.

“El primer domingo que abrimos vino un muchacho de unos 30 años que llevaba un alzacuellos y nos sugirió que deberíamos ir a su iglesia donde nos podían ‘limpiar’. No teníamos ni idea que era el vicario y nos reímos de la sugerencia. Pero parece, por el tono de la reacción, que algunas personas claramente no les gusta que estemos aquí”, asegura un atónito dueño de este pub.

Además denuncia que está siendo sistemáticamente acosado por la homofóbica oposición desde que abrieron sus puertas: “Hemos tenido a un tío muy enfadado que amenazaba con incendiar el local y ahora estamos siendo acosados por el ayuntamiento. Dicen que nos retirarán la licencia debido a las quejas por el ruido”.

El edificio se encontraba prácticamente en la ruina cuando el actual propietario invirtió unas 50.000 libras esterlinas (unos 60.000 euros) en su restauración. Butcher está convencido que este acoso y derribo sólo se puede deber a un motivo: “hemos llegado a un punto en el que creo que sólo puede ser debido a que algunas personas no les gusta quiénes son mis clientes. Yo me muevo mucho por la ciudad y veo como otros bares tienen la música a todo volumen y nadie dice nada. Diría que el Lime Lounge está en una de las zonas más tranquilas. Nunca hemos tenido problemas, ni hemos recibido quejas hasta ahora. Hemos intentado de todo para ser unos buenos vecinos y mejorar la convivencia pero constantemente estamos siendo acosados selectivamente”, afirma el propietario del pub.

Por su parte, la presidenta del consejo municipal, Larissa Reed, aparte de negar que las autoridades tengan un comportamiento homofóbico, se defiende asegurando que su deber es investigar las quejas por ruido: “El consejo ha recibido tres quejas de diferentes residentes en relación con el Limes Lounge desde octubre de 2013 hasta cuando el actual propietario se hizo cargo. Estamos tratando de llegar a una solución amistosa”, aseguran las fuentes municipales. Pero no es la primera vez que el Ayuntamiento ha sido acusado de ser anti-gay, los organizadores del LGBT Pride en Canterbury se quejaron de que el consejo vetara las actividades para los homosexuales en el distrito.

Fuente Ragap

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