Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Lillian Faderman’

Los Ángeles dedica monumento histórico a Nancy Valverde, activista lesbiana chicana y pionera, que fue arrestada por vestir ropa de hombre

Viernes, 19 de julio de 2024
Comentarios desactivados en Los Ángeles dedica monumento histórico a Nancy Valverde, activista lesbiana chicana y pionera, que fue arrestada por vestir ropa de hombre

IMG_6049Nancy Valverde es la primera lesbiana en ser honrada con un monumento público en Los Ángeles: llevó una vida notable como una de las primeras activistas queer.

Por Elsie Carson-Holt lunes 8 de julio de 2024

El Ayuntamiento de Los Ángeles conmemoró recientemente un trozo de la historia del colectivo LGBTQ+ designando la intersección de las calles 2nd St. y Main St. en el centro de Los Ángeles como “Cooper Do-nuts/Nancy Valverde Square”.

Nancy Valverde, residente desde hace mucho tiempo en el complejo de viviendas asequibles para ancianos LGBTQ+ del Centro, Triangle Square, ha sido un elemento fijo de la comunidad queer de Los Ángeles desde los años 50, cuando era acosada habitualmente por la policía y detenida docenas de veces por llevar ropa de hombre en público.

Nancy Valverde era una lesbiana Butch (marimacha) chicana (de ascendencia mexicana) que se declaró abiertamente lesbiana y vivió en una época en la que no ajustarse a los roles de género significaba ir a la cárcel.

Era barbera, madre de varios niños adoptados y una de las primeras activistas por los derechos de los homosexuales. Ahora es la primera lesbiana a la que se le rinde homenaje con un monumento público en Los Ángeles.

Desde que Valverde tenía 17 años, fue arrestada repetidamente por usar ropa de hombre. Fue víctima de muchas detenciones en virtud de las leyes “anti-mascarada” de los años 1940 y 1950, que permitían a los agentes de policía detener o sancionar a personas por usar ropa que la policía considerara inadecuada para su género.

IMG_6052Valverde murió en marzo de 2024. Poco antes de su muerte, la ciudad de Los Ángeles rebautizó una intersección del centro de la ciudad como Cooper Do-nuts/Nancy Valverde Square. El nombre rinde homenaje tanto a Valverde como a una tienda de donuts que fue escenario de un motín en 1959 contra el acoso policial a las personas LGBTQ+.

En la ceremonia de inauguración de la plaza, la subdirectora del Departamento de Policía de Los Ángeles se disculpó por los ataques del Departamento de Policía de Los Ángeles a personas queer como Valverde. La subdirectora del Departamento de Policía de Los Ángeles, Ruby Flores, dijo: “Este maltrato a nuestros ciudadanos estuvo mal y nunca debió haber sucedido”.

Valverde no pudo asistir a la ceremonia, pero Marisol Sánchez, coordinadora de servicios para residentes de los apartamentos para personas mayores LGBTQ+ donde vivía Valverde, dijo que la reacción de Valverde fue: “Nunca pensé que iba a conseguir esto, pero ya era hora”.

IMG_6056

En sus primeros años de vida, Valverde sufrió dificultades debido a su identidad como lesbiana butch y chicana. Los Ángeles estaba en proceso de expulsar a un barrio poblado por familias mexicano-americanas para construir el Dodgers Stadium. El entonces jefe de policía del LAPD, William H. Parker, un conocido racista, utilizó el poder policial para reprimir los bares gay y cualquier manifestación pública de homosexualidad.

Valverde dijo que no aprendió la palabra “lesbiana” hasta que fue a la cárcel. Le dijo a Gregorio Dávila, el director de Nancy de East Side Cloverun documental que narra su vida: “Sabía que me sentiría cómoda con pantalones y ropa de hombre”.

En una época en la que muchas lesbianas ocultaban su identidad para evitar el acoso policial, Valverde luchó abiertamente contra la policía. La historiadora Lillian Faderman dijo que Valverde una vez le dijo que cuando los agentes de policía decían: “Quiero verte con un vestido”, ella les respondía: “Siéntate y espera porque te vas a cansar”.

Sus valientes esfuerzos no fueron aplaudidos por muchas personas de la comunidad gay en ese momento. “La comunidad gay no me quería cerca”, dijo Valverde a Dávila. “Decían que yo era demasiado abierta. Todo el mundo se hacía pasar por heterosexual y el único lugar donde salían del armario era en los bares. En la calle no querían hablar conmigo… (por miedo) a que los hiciera culpables por asociación”.

IMG_6061Nancy Valverde (izq.) junto a su pareja sentimental Andi Segal, (Alianza Latina por la Igualdad)

A pesar de los arrestos y la discriminación que enfrentó, Valverde tuvo una carrera exitosa en una barbería que era conocida como un refugio seguro para personas queer. Un hombre le dijo a Sánchez que dejarse cortar el pelo por Valverde fue una experiencia afirmativa para él. “Sabía que ella era diferente”, dijo. “Sabía que era un espacio seguro, cuando ni siquiera me había admitido a mí mismo que era un hombre gay”.

Valverde crió a varios niños adoptados y siempre fue un miembro activo de la comunidad queer de Los Ángeles. Está inmortalizada en documentalesinvestigaciones académicasensayos y una obra de teatro de Raquel Gutiérrez llamada The Barber of East LA (El barbero del este de Los Ángeles).

En Nancy del trébol del lado este Valverde dijo sobre la discriminación que enfrentó: “Querían que fuera otra persona. No podía ser otra persona. Esta soy yo”.

Enhorabuena a Nancy, cuya vida y legado son un testimonio de la resistencia de nuestro movimiento y un recordatorio de que nuestros héroes de hoy son a menudo los rebeldes de ayer. Agradecemos las contribuciones de todos nuestros mayores queer y trans por sus indelebles aportaciones al imaginario LGBTQ+.

Fuente LGBTQNation/Los Ángeles LGBT Center

General, Historia LGTBI , , , , , , , , , , , , , , ,

Las “cláusulas de moralidad” podrían volver a Hollywood, y sería fatal para el colectivo LGTB+

Miércoles, 21 de febrero de 2018
Comentarios desactivados en Las “cláusulas de moralidad” podrían volver a Hollywood, y sería fatal para el colectivo LGTB+

rock-hudson-1-435Rock Hudson y su “verdadero amor” Lee Garlington

Interesante artículo:

Ante las polémicas que no cesan de surgir en torno al movimiento #MeToo, algunos estudios de Hollywood se plantean volver a incluir en los contratos de las estrellas las anticuadas “cláusulas de moralidad”.

Durante la época dorada de Hollywood muchos actores y actrices LGTB+ se vieron obligados a firmar esas cláusulas que les prohibían actuar de forma “inmoral” y, por lo tanto, ocultaron su sexualidad hasta el punto de casarse para aparentar. 

En 1921 el actor de cine mudo Roscoe “Fatty” Arbuckle fue acusado de violar y asesinar a una chica joven en una habitación de hotel (*). El caso de Arbuckle saltó a los libros de historia como el primer gran escándalo de Hollywood (Arbuckle era toda una estrella) sino que dio pie a que los estudios de cine introdujeran en sus contratos las “cláusulas de moralidad“.

Una cláusula de moralidad obligaba a los actores y a las actrices a, básicamente, mantener su imagen dentro de lo que en aquel momento se consideraba moral. Las cláusulas de moralidad dejaron de utilizarse de forma generalizada hace bastantes años (aunque hoy en día siguen vigentes de forma menos explícita), pero a raíz de la campaña #MeToo y en vista de la velocidad (y constancia) con la que nuevas acusaciones de abusos sexuales surgen en la industria, algunos estudios se están planteando volver a implementarlas. Uno de esos estudios es Fox, que quiere modificar sus contratos para que si el artista comete actos que resulten en publicidad o notoriedad negativa, o si exponen su imagen -y la del estudio- al descontento del público, a un escándalo o al ridículo generalizado; puedan ser despedidos sin tener que pagarle un duro.

Esas cláusulas, por ejemplo, le habrían ahorrado a Netflix unos 40 millones de dólares tras despedir a Kevin Spacey de House of Cards y a Danny Masterson de The Ranch, ambos actores acusados de abusos sexuales y violación. Los productores de All The Money In The World, la película de Ridley Scott en la que Spacey fue sustituido a última hora por Christopher Plummer, se habrían ahorrado 10 millones de dólares.

 El problema es que las cláusulas de moralidad acaban dejando al artista a merced del público y la moralidad de éste. Si por cualquier motivo un actor o actriz deja de ser el ojito derecho de las masas por un error, un malentendido o por llevar un estilo de vida que la gente no aprueba, podría perder su trabajo. Si crees que hoy en día no pasaría eso, pregúntale a Janet Jackson. Y sí, he dicho “estilo de vida”, porque aunque la homosexualidad no es un estilo de vida aún hay un gran sector del público (americano e internacional) que la entienden así; lo que pone en riesgo las carreras de actrices y actores LGTB+.

Lillian Faderman y Stuart Timmons explicaban en su libro “Gay L.A.: A History of Sexual Outlaws, Power Politics, and Lipstick Lesbians” cómo los estudios utilizaban las cláusulas de moralidad de forma casi dictatorial para mantener a raya a sus talentos: “Aunque las cláusulas de moralidad fueron introducidas como respuesta a los errores de los heterosexuales, los homosexuales tenían muchas razones para temerlas. Una vez el cine se convirtió en un negocio salvajemente lucrativo, los jefes de los estudios, que tenían mucho que perder económicamente si la vida personal de una estrella ‘ofendía o enfadaba a los fans’, se volvieron absolutamente dictatoriales sobre la imagen pública de sus estrellas, tanto dentro como fuera de la pantalla.” Según el libro, los jefes de los estudios entendían que a cambio de sus lucrativos contratos las estrellas estaban obligadas a comportarse de forma “moral”, lo que implicaba que los actores gais y las actrices lesbianas eran obligados a convencer al público de que eran heterosexuales, llegando al extremo de inventarse historias para la prensa o casarse solo por las apariencias; como hizo Rock Hudson.

En su biografía “Unbereable Lightness“, Portia De Rossi explicó cómo a finales de los años 90, mientras aparecía en Ally McBeal, se le ofreció un contrato para ser imagen de L’Oréal. El contrato incluía una cláusula de moralidad que la obligaba a devolver todo lo ganado en caso de que la violara. Aunque, como explicaba De Rossi, no se mencionaba explícitamente la homosexualidad sabía que sería una de las cosas por las que podían despedirla: “El texto del contrato era vago, y no tenía claro qué constituiría una brecha del contrato y cómo se definía la ‘moralidad’. Todo el tema me ponía enferma.

Más recientemente Luke Evans explicó cómo su equipo de publicistas intentó, a mediados de los 2000, venderle a la prensa como un hombre heterosexual que mantenía una relación duradera con una mujer; y Ezra Miller contó que varias personas muy influyentes de Hollywood le dijeron que había cometido un tremendo error al salir del armario.

Las “cláusulas de moralidad” no ayudarán a detener la epidemia de abusos sexuales en Hollywood, ni frenarán la LGTBfobia, ni ayudarán a equiparar el papel de la mujer en la industria. No están ahí para proteger a nadie más que a los productores y los estudios, que podrán despedir a sus actores o actrices sin tener que pagarles un duro. No es sorprendente que una industria como Hollywood prefiera cubrirse las espaldas legal y económicamente en lugar de tomar las medidas necesarias para crear un ambiente laboral en el que todo el mundo sea tratado con respeto, independientemente de su sexo, su identidad de género o su orientación sexual.

Con los avances sociales que el colectivo LGTB+ ha conseguido en los últimos años (y se ha conseguido luchando, no nos han regalado nada) muchas estrellas LGTB+ del cine y la televisión no muestran problema alguno a la hora de vivir su vida de forma abierta. No podríamos volver a meter en el armario a Neil Patrick Harris o a Zachary Quinto ni podríamos olvidarnos de que Laverne Cox es una mujer trans. Pero por cada estrella visible hay unas cuantas que son obligadas a esconderse y este tipo de cláusulas podría hundir su vida personal y sus carreras de forma dramática.

Al fin y al cabo el gran problema en Hollywood (y en el mundo) es el machismo, y a algunos les resulta más fácil meter los escándalos machistas debajo de la alfombra (sin importar la dignidad de quién se llevan por delante) que asegurarse de que no ocurran en un primer lugar. Solo una industria en la que impera el machismo es capaz de plantear como solución a ese machismo una solución que invisibiliza, estigmatiza y discrimina a un colectivo minoritario.

Fuente | Advocate, vía EstoyBailando

(*) Tras el juicio, “Fatty” fue absuelto por 10 votos a favor y dos en contra. Como no era un veredicto unánime se decidió hacer un segundo juicio. En esta ocasión Arbuckle no dio testimonio y el jurado lo condenó por homicidio no premeditado por 10 votos contra y dos. Hubo un tercer juicio, en marzo de 1922. Arbuckle volvió a dar su testimonio y fue absuelto definitivamente. (Fuente Clarín)

Cine/TV/Videos, General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.