Comunión.
Del blog À Corps… À Coeur:
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“ Los otros son como nosotros. Están en camino, tienen que hacerse, cumplirse, sobrepasar sus límites, liberarse como nosotros de su yo prefabricado y anticuado. Y no podemos vivir sin amarlos. ¿Cómo amarlos en la libertad, en la transparencia, sin herirnos en sus límites y sin herirlos por los nuestros? Allí todavía, hay que vaciar nuestros centros, hay que instalarnos en la raíz de la vida de otro, en la raíz de su personalidad, hay que ir al final de su inconsciente, en espíritu, allí dónde su vida acaba su fuente en los ojos. Y cuando los reunimos en la luz infinita, cuando creamos un espacio ilimitado alrededor de ellos, entonces podemos amarles sin reserva porque les amamos en su devenir, les amamos en su futuro, les amamos en el infinito para alcanzarles en un día, como nosotros mismos, si ellos y nosotros somos fieles a nuestra vocación esencial.
Es en la medida en que no ponemos límites en nosotros y les ayudamos… que la comunión entre los hombres, que las amistades humanas y los amores pueden anudarse y eternizarse.”
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Maurice Zundel
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