Primer espacio residencial para mayores LGTB en Mánchester
Un informe de la LGBT Foundation, una ONG de soporte a las personas LGTB del área de Mánchester, muestra como la soledad y el aislamiento se agravan en las personas mayores que forman parte del colectivo. Como respuesta, el Ayuntamiento de Mánchester, con la colaboración de otras organizaciones, ha anunciado la construcción de un espacio residencial destinado a mayores LGTB con el que poder paliar las desigualdades a las que se enfrentan. Más de 7.000 personas por encima de los 50 años se identifican como LGTB en Mánchester, una cifra que se espera que aumente en las próximas dos décadas.
El informe de la LGBT Foundation destaca, aparte de la soledad y el aislamiento, el miedo a ser discriminado en los centro de mayores y el deseo de encontrar un lugar seguro donde reconocerse como LGTB sin tener que volver al armario con el paso de los años. Para mejorar esta situación el consistorio de la ciudad inglesa ha decidido, en el contexto de su plan para proteger y mejorar el derecho a la vivienda digna, promover la creación del que será primer espacio residencial para mayores LGTB con la colaboración de la propia LGBT Foundation, de StoneWall Housing y la Agencia de Viviendas y Comunidades.
El espacio contará con con personal formado con experiencia y una cuota de al menos un 51% de residentes LGTB (ya que está abierto a las personas heterosexuales también). Además, se aceptarán mascotas, ya que su compañía se considera muy positiva para las personas mayores.
Iniciativas muy necesarias
Estudios llevados a cabo en diferentes países (Estados Unidos, Irlanda, Italia, Nueva Zelanda, Reino Unido o la propia España) muestran desde hace años que las personas mayores LGTB se enfrentan a situaciones de soledad con mayor frecuencia que sus coetáneos heterosexuales. Muchos ancianos LGTB tienen un menor apoyo de sus familias que las personas mayores en general, ya que pocos tienen hijos que se hagan cargos de ellos, y muchos han roto sus vínculos con sus familias. La ausencia de redes de apoyo familiar hace, además, que los mayores LGTB recurran a servicios de apoyo social externos, como la atención primaria de salud o los servicios sociales, que no están bien preparados para atender sus necesidades. Otro motivo de preocupación importante para muchos mayores LGTB es la reacción ante su orientación sexual de los trabajadores de los servicios sociosanitarios de los cuales van, en muchos casos, a depender.
Por eso son tan necesarias este tipo de iniciativas, de las que lamentablemente no nos llegan demasiados ejemplos (hace ya tres años que recogimos una iniciativa similar en Suecia).
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