Arzobispo Sistach: ‘Yo no soy un técnico para valorar si los gays son o no enfermos’.
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El cardenal pide “respeto” a los homosexuales
Teníamos al cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, como un hombre abierto y liberal como demostró defendiendo a la monja Teresa Forcades pero ayer nos desencantó después de ver el programa ‘El objetivo’ de la Sexta que dirige Ana Pastor. La alta jerarquía eclesiástica española vuelve a demostrar que nada va a cambiar en su estrategia: Se posicionarán en contra del proyecto de Ley Orgánica de Protección de Vida del Concebido y los Derechos de la Embarazada, en caso de que permita un supuesto de malformación, se niegan a admitir que la iglesia es machista y sólo reconocen que “hay distinciones” y pasan de puntillas por el tema de la postura eclesiástica ante los gays. Sobre la homosexualidad, Sistach midió muy bien sus palabras para no pillarse los dedos con su discurso.
Sistach cree que a que los homosexuales “se les tiene que respetar como a cualquier otra persona”, aunque no ha entrado a valorar si son enfermos, como opina parte de la Iglesia. “Yo no soy un técnico”, ha dicho el cardenal arzobispo, que cree que las críticas a las parejas del mismo sexo “vienen porque se da un juicio sobre sus actuaciones concretas. La moral cristiana califica como buenas o malas determinadas cosas, pero no sólo en los homosexuales”, aseguró el arzobispo catalán.
Respecto a su audiencia con el Papa, ha revelado que abordaron distintos temas relacionados con España. “Francisco está trabajando mucho y en su labor hay letra y música. La letra irá llegando, la música es más fácil, pero está haciendo ya gestos importantes y estos gestos llevan una letra”, ha resaltado. Desde luego y, muy a pesar de la imagen aperturista del cardenal Bergoglio y los aires renovadores del Vaticano, la primera medida que tuvo para con España nombrando al homófobo cardenal Fernando Sebastián no se puede decir que haya sido muy acertado.
El único atisbo de entonar un ‘mea culpa’ de la Iglesia fue cuando Sistach aludió a la labor de la Iglesia española, pidiendo “coherencia“. En opinión del arzobispo: “La gente desearía que fuéramos más coherentes. Los que hablamos tenemos que ser coherentes. Los políticos hablan mucho y ¿qué aplican? Nosotros también predicamos mucho y a veces nos preguntan ¿y qué hacéis?”.
Algunas de las salidas por la tangente de Sistach fue cuando la periodista Ana Pastor le preguntó si la Iglesia Española ha especulado en la bolsa, a lo que el sacerdote dijo no tener conocimientos sobre este asunto cuando hace años se publicó que el cardenal Rouco Varela había invertido acciones en una empresa farmaceútica que fabricaba profilácticos. A eso se le llama predicar con el ejemplo.
En esta misma línea, Sistach ha afirmado que es en la dimensión más social y ética de la economía donde quizás la Iglesia “no ha dado un mensaje claro y radical”. “La economía debe de estar al servicio de las personas y no al revés”, ha añadido, recordando que el estamento eclesiástico “hace lo que puede, ayudando y denunciando las cosas que no funcionan”. Claro está que la Iglesia Católica, hasta ahora, ha dado la callada por respuesta ante los casos de desahucios que han provocado en nuestro país más de 3.500 suicidios, como ha puesto de manifiesto recientemente el Instituto Nacional de Estadística.
Por último, ha recordado que la Iglesia también ha sufrido recortes al entrar menos dinero para “las necesidades pastorales”. Además, ha destacado que su sistema de financiación respeta la libertad religiosa y la voluntad de los ciudadanos. “El 0,7% no nos da ni para pagar los sueldos de los sacerdotes, que no llegan a 1.000 euros mensuales, no les llega para vivir”, ha señalado. Posiblemente habría que preguntarle a Sistach si con un salario de 645,30 euros pueden vivir las familias españolas, sobre todo, cuando ya existe un elevado porcentaje en la que ninguno de sus miembros está empleado y cuando más del 21 % de las familias está en el umbral de la pobreza. Pero claro, estos temas no son prioritarios para la Iglesia española.
Gracias al apartado titulado ‘El Españolisto’ conocimos las siete ventajas capitales de la iglesia con el Estado Español. Las negociaciones de estos convenios se llevaron en secreto, quizá porque seguían otorgando privilegios a la iglesia que chocaban con la confesionalidad del Estado y la libertad de culto, incluidas en la Constitución que se estaba redactando paralelamente, allá por los años 70:
Dentro del programa ‘El Objetivo’ descubrimos cuánto dinero público recibe la Iglesia en España y cómo se distribuye. Hay dos canales, principalmente, de forma directa por los contribuyentes que en su declaración de la renta marcan la ‘X’ de la iglesia, pero también a través de otras vías como son las exenciones fiscales:
Podéis ver los videos, pinchando en el enlace.
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