Saber leer la Biblia – Entre otras cosas …
Del blog Pays de Zabulon:
Justo una nota para tranquilizar …
El relativo silencio en este blog no es una señal de que no tengo nada que expresar, ¡es más bien lo contrario! Hay tantas cosas y se arremolinan de tal manera en todos los sentidos que no sé con qué hilo atrapar las ideas o sentimientos y compartirlos aquí.
En su lugar, algunas confidencias, diálogos, experiencias de vida … vienen a la vez a turbarme, alimentarme y crecer y no sé lo que debo o no puedo compartir para no entrar en lo demasiado íntimo.
Al mismo tiempo, el sufrimiento que oigo en algunos entre su afiliación religiosa y el reconocimiento de la homosexualidad me toca profundamente. La ignorancia de las Escrituras, la transmisión continua de las interpretaciones más limitadas, mientras que sin embargo todo el material exegético y teológico existe, me dejan pensativo. ¿Acaso tengo que pasar el tiempo sintetizando estos enfoques y hacerme eco aquí para aquellos que los que necesitan de estos fundamentos los encuentren aquí?
Ser cristiano y gay…
Hay una cosa que me gustaría hacer pero no sé si es muy apropiada. Es retorcer el pescuezo a la vieja idea de que ser gay y ser cristiano sería incompatible. E Inmediatamente, la idea de que la homosexualidad sería un pecado y estaría prohibida por la Biblia.
Por otra parte, el argumento de que la Biblia es homofóbico me molesta en sumo grado, especialmente cuando se trata de decir “oye -Verás, esto está prohibido! es pecado! KSSS KSS KSS! Fuera los homosexuales ” que cuando se trata de polemizar de este modo: “oh usted ve que las religiones están en contra los gays y son ellas quienes alimentan el odio y la división entre la gente y entre los pueblos. “
¡Esto me enerva porque es de una estupidez sin nombre! Si se llega con una idea hasta inconsciente de lo que se busca, acabaremos siempre por encontrarlo en la Biblia, esto no es muy complicado. ¡De ahí la estupidez de tomar al pie de la letra un versículo aislado y quererlo aplicar tontamente sin reflexionar!
El simple hecho de que la mención de la homosexualidad (y por otra parte de toda preocupación sexual), no sea, francamente la payor preocupación de la Biblia es ya un indicio serio del lado obsesivo que despliegan algunos que quieren demostrar esto o aquello.
Saber leer la Biblia
Debemos leer la Biblia, pero no de cualquier modo. Esto incluye saber cómo distinguir lo esencial de lo accesorio. Debemos leer la Biblia y también debemos meditarla.
Un buen método, me parece, es abordarlo sin tener ninguna intención específica sobre lo que se desea encontrar y encontrar todo siendo capaz de poner un acontecimiento en su contexto, relacionarlo con otros del mismo tipo y para el que el texto aporta otros matices.
Esta neutralidad científica en el primer acercamiento de un texto que será estudiado no es tan fácil como parece. Tenemos todas las esperanzas secretas de ser confirmadas en esto esto o esto. Sería tan terrible si la Biblia, Dios mismo, por lo tanto, viniese a contradecirnos, ☺.
Tomemos un ejemplo. Me gustaría probar que la Biblia no es homófoba. Puedo encontrar muy rápidamente un cierto número de argumentos en este sentido, pero antes de esto, debo pararme y preguntarme: ¿existe alguna razón para creer que la Biblia sea homofoba? Y tengo que admitir que sí. Ciertamente se habla allí poco de la homosexualidad pero cuando habla de eso, verdaderamente no es para ponerlo en valor ni verla como neutra.
Pero pasemos a la segunda parte del método y miremos los textos concernidos: ¿estoy seguro de comprender bien lo que se dice en los episodios recriminados: ¿Sodoma y Gomorra, la calificación de abominación en Levítico, o la condena por San Pablo? En todas a lo que parece aludir no es a la orientación homosexual como tal sino sino al hecho de que pueda haber un abuso: la traición a la hospitalidad, la explotación de los débiles por los fuertes, la prostitución sagrada, la prostitución sagrada, la búsqueda idolátrica del placer sin respeto a la persona.
Incluso el término “abominación” plantea preguntas. Esta es una muy mala traducción de la palabra hebrea toeva que significa “tabú”. En la revista judía Tenoua, el lingüista Joel Hoffman, señala que esta no es la palabra para designar crimen o perversión, ni incluso el pecado, pero que se utiliza, sino la palabra tabú. Es decir, él dice “un acto inapropiado debido a las normas sociales y no un mal absoluto.“ En resumen, todo esto es relativo a pesar de todo, especialmente cuando se trata de algo prohibido entre decenas de otras prohibiciones, entre ellos por ejemplo la de no llevar una prenda tejida con dos tipos diferentes de hilo.
Entonces los que quieren ver una prohibición absoluta de la homosexualidad basado en Levítico desvestirse rápidamente, por no hablar de su ropa interior tejida de algodón y poliéster u otros productos mezclados!
¡Entonces, aquellos qué quieren ver una prohibición absoluta de la homosexualidad apoyándose en el Levítico se desvisten muy rápidamente, sin olvidar sus ropas interiores tejidas por algodón y sintéticos u otros productos mixtos!
Nota Bene: ¿Has observado que la palabra hebrea mal traducida al francés (allí al español) por abominación no quiere decir pecado? Hay una palabra en hebreo para denotar el pecado … (ver aquí) y no se utiliza para la homosexualidad. Disgustará a los que repiten estúpidamente las ideas sin verificacarlas y por lo tanto contribuyen a perturbar o asustar a los jóvenes cristianos que descubren su homosexualidad.
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