Tomada de internet | Claudia López y Angélica Lozano pertenecen al centroizquierdista partido Alianza Verde
Rafael Croda/
Proceso | Domingo 14 Junio 2015 | 21:04 hrs
Las congresistas Claudia López y Angélica Lozano tienen una larga lista de características que en el último año las han vuelto referentes obligados del escenario político colombiano: son opositoras, punzantes, izquierdistas en un país donde el progresismo está satanizado por amplios segmentos sociales y ambas son muy competentes en el debate legislativo.
El hecho de que tengan una relación sentimental y de que la hayan asumido en público, junto con su condición de lesbianas, no debería ser un tema político. Pero lo es. Sus adversarios encontraron en ese aspecto de su vida privada un flanco para atacarlas. Incluso, para pedir a la justicia la pérdida de su investidura como congresistas.
Claudia es senadora. Angélica representante (diputada). Y las dos pertenecen al centroizquierdista partido Alianza Verde, que respalda al gobierno del presidente Juan Manuel Santos en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, pero en todo lo demás ejerce un papel opositor y de fiscalización a los poderes y funcionarios públicos.
Angélica ha estado en el ojo del huracán en los últimos días por una controversia con el poderoso ministro de la presidencia, Néstor Humberto Martínez, a quien acusó de alterar a última hora una iniciativa de ley para entregar a los presidentes de las Altas Cortes (la Suprema de Justicia, la Constitucional y el Consejo de Estado) el manejo presupuestal del Poder Judicial a cambio de que éstos lo elijan fiscal general de la nación.
En un duro debate en el Congreso, la representante reveló que Martínez se había reunido con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Leónidas Bustos, para fraguar ese intercambio de favores. El llamado “superministro” lo negó, pero luego debió aceptar que esa cita sí se produjo.
Lozano, abogada por la Universidad de La Sabana, manejada por el Opus Dei, está habituada a las inclemencias del debate político desde la orilla de las minorías. En esa conservadora casa de estudios tenía fama de izquierdista. Y ha sido una activa defensora de los derechos humanos y de la diversidad sexual, lo que le ha valido descalificaciones, mofas y maltratos físicos. Ella se asumió hace una década como bisexual y desde entonces ha dado la cara como tal. “Nunca he necesitado salir del clóset porque siempre he estado afuera”, dice la legisladora a Proceso.
Su novia Claudia López, por su parte, fue la senadora que más votos obtuvo en los comicios de 2014, en los cuales inauguró su participación en política. Ella es una académica y analista de temas de seguridad que cobró notoriedad nacional en 2005, cuando sus investigaciones sobre el paramilitarismo develaron una alianza entre esos grupos ilegales y dirigentes políticos de primer nivel.
Sus revelaciones llevaron a la justicia a procesar a 199 congresistas por sus vínculos con grupos narcoparamilitares. De ellos, 43 han recibido condenas por delitos que van desde homicidio, tortura y secuestro, hasta desaparición forzada, y el resto se encuentra bajo juicio o en etapa de instrucción judicial.
Además, 355 funcionarios públicos, entre ellos alcaldes y gobernadores, están sentenciados o sometidos a juicio. Este escándalo, que se conoce en Colombia como la “parapolítica”, ha tocado a cercanos excolaboradores del expresidente Álvaro Uribe Vélez, a quien Claudia llamó “sanguijuela” en una sesión del Congreso.
Las investigaciones de la senadora le han generado decenas de enemigos ligados a estructuras mafiosas. Se trata de políticos acusados de mandar asesinar a sus adversarios y de capos de bandas criminales para quienes la ejecución de sus enemigos es parte del negocio.
La combativa congresista es objetivo militar del ex gobernador de La Guajira, Francisco Kiko Gómez, quien está detenido como autor de varios homicidios, y del cómplice de éste, el narcotraficante Marcos Figueroa, Marquitos, capturado en octubre pasado en Brasil.
Los riesgos de que asesinen a Claudia son tan extremos, que cuatro de sus más de 10 escoltas la deben custodiar incluso en el interior del Congreso, donde nunca se mueve sin ellos por los pasillos. Algunos de sus colegas senadores han estado involucrados en las amenazas en su contra y la legisladora sabe que uno de ellos llegó a pagar para matarla. Ella señala que no quiere toparse con él sin protección en algún corredor del recinto legislativo.
La demanda
En estos días, las dos congresistas han debido distraerse de sus funciones legislativas para acudir a los tribunales a defenderse de una demanda presentada en su contra por el abogado y miembro de una Iglesia evangélica, Víctor Velásquez, quien solicitó al Consejo de Estado despojarlas de sus investiduras como parlamentarias por el hecho de ser pareja y vivir, según el alegato, en “unión permanente”.
Velásquez, quien ha sido dos veces senador al relevar a copartidarios suyos despojados de su curul por cargos de “parapolítica”, argumenta que Lozano y López violaron una ley que prohíbe presentarse a elecciones legislativas a las parejas vinculadas por matrimonio o unión permanente si son postuladas por el mismo partido en los mismos comicios.
López asegura que entiende “el odio, discriminación y desprecio que le inspiro a Velásquez, pero la ley no está hecha para ejercer las animadversiones personales. Yo soy una mujer feliz, estoy felizmente enamorada de una mujer maravillosa y soy felizmente soltera”.
De acuerdo con la senadora, la demanda de Velásquez “y los que están atrás no responde a que están preocupados por el cumplimiento de la ley, sino que quieren destruirme por ser quien soy, por mis denuncias y las condenas de la ‘parapolítica’”.
Para la politóloga de 44 años, los adversarios de ella y su pareja “pretenden, con una demanda infundada y temeraria, hostigarnos por nuestras opiniones y orientación sexual”.
¿Quiénes son?
Claudia López
• Senadora, académica y analista
• Cobró notoriedad nacional en 2005, cuando sus investigaciones sobre el paramilitarismo develaron una alianza entre esos grupos ilegales y dirigentes políticos de primer nivel
• Debido a amenazas de muerte en su contra, siempre va con 10 escoltas incluso en el interior del Congreso
Angélica Lozano
• Diputada y abogada
• Activa defensora de los derechos humanos y de la diversidad sexual, lo que le ha valido descalificaciones, mofas y maltratos físicos
• Ventiló la alteración de una iniciativa de ley para entregar a los presidentes de las Altas Cortes el manejo presupuestal del Poder Judicial a cambio de que éstos eligieran como fiscal general al ministro Néstor H. Martínez
Fuente El Diario
General, Historia LGTBI
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