El Orgullo de Kiev se celebra sin incidentes graves a pesar de las amenazas
Cientos de personas participaron el domingo pasado en la manifestación del Orgullo LGTB que transcurrió por el centro de Kiev, la capital ucraniana. A pesar de las amenazas de la extrema derecha de convertir la marcha en un “baño de sangre”, no se han producido incidentes reseñables, gracias en buena medida al amplio despliegue policial.
Unas 1.500 personas participaron el domingo pasado en la “Marcha por la Igualdad LGTB” de Kiev, que tuvo una duración de unos veinte minutos. La policía, que ya había anunciado dos días antes que protegería a los asistentes, desplegó más de cinco mil agentes que impidieron los intentos de reventar la marcha por parte de grupos de contramanifestantes que protestaban contra la “propaganda LGTB”. Los pocos que consiguieron traspasar el cordón policial para acosar a los manifestantes fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad.
Afortunadamente, por tanto, no se cumplieron las amenazas de la extrema derecha nacionalista, que habían anunciado un “baño de sangre” si tenía lugar la marcha. El Pravy Sektor había tachado a los ciudadanos LGTB de Ucrania de “monstruos inmorales, payasos y degenerados”. Pero los activistas decidieron seguir adelante con la convocatoria, para que la sociedad ucraniana vea “lo que somos realmente, por qué pensamos que se están violando nuestros derechos civiles y lo que queremos”, según los organizadores.
En la marcha participaron, además de los activistas locales, políticos y diplomáticos extranjeros como Judith Gough, embajadora británica en Ucrania. Gough, que es abiertamente lesbiana, se felicitó por “un gran paso adelante para la igualdad en Ucrania”. La europarlamentaria alemana de Los Verdes Rebecca Harms destacó el “mayor apoyo político” que, según ella, ha recibido el Orgullo en comparación con el año pasado. Según el diputado ucraniano Serhiy Leshchenko, del gobernante Bloque Petro Poroshenko, este apoyo ha quedado reflejado en el amplio despliegue policial para proteger a los participantes.
Ucrania: hostigamiento a la comunidad LGTB
Hemos dado cuenta de varios sucesos cargados de violencia contra el colectivo LGTB en Ucrania. En marzo de este 2016, el Festival de la Igualdad que se celebraba en la ciudad ucraniana de Leópolis tuvo que ser cancelado, después de que una turba amenazante rodeara el hotel que acogía a los participantes, y los recibieran con una lluvia de piedras y pequeños explosivos cuando eran desalojados.
Como señalábamos anteriormente, en junio de 2015, publicábamos los ataques durante la marcha del Orgullo LGTB de Kiev, que se saldó con al menos 10 heridos y 25 ultras detenidos. Aun así, teniendo en cuenta el clima de crispación y la imperante homofobia social, los organizadores y activistas participantes consideraron que la presencia de unos 300 personas era un éxito, teniendo en cuenta que “todos sabían que era peligroso”. Poco después, en agosto, un foro sobre derechos LGTB en Odesa también era atacado.
En julio del año pasado nos hacíamos eco de las imágenes que registran el intento de asalto de un grupo neonazi a un local de ambiente gay en Kiev. Este miserable incidente ocurría pocos días después de que las autoridades de la ciudad prohibieran la celebración de la Marcha del Orgullo, justificando su negativa en supuestos problemas para garantizar la “seguridad”, así como por la situación de guerra en el este del país.
En 2013 fueron los tribunales los que prohibieron la que hubiera sido primera Marcha del Orgullo de la capital ucraniana, a petición de un grupo de parlamentarios, que también esgrimieron como motivo para la prohibición los posibles disturbios entre manifestantes y opositores a los derechos LGTB. Pero a pesar de la orden judicial, una cincuentena de activistas se manifestaba a los pocos días por las calles de Kiev, teniendo que ser protegidos por la policía de la ira de los grupos de extremistas.
De hecho, la presencia de esos mismos grupos obligó a suspender en 2012 todos los actos reivindicativos programados. Las espantosas imágenes del ataque al activista LGTB Svyatoslav Sheremet cuando comunicaba dicha suspensión se convirtieron en la imagen de la persistencia del odio LGTBfóbico instalado en la sociedad ucraniana. Una sociedad que trata de acercarse a Europa sin poner freno a la discriminación a la que aboca a una parte de sus propios ciudadanos.
Fuente Dosmanzanas
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