Cuando Dios parece lejano
Del blog de Henri Nouwen:
“En ciertos momentos sentimos una unidad completa en nuestro interior. Esto puede suceder si estamos en la cima de una montaña y el panorama que contemplamos nos cautiva. Puede suceder cuando asistimos al nacimiento de un hijo o a la muerte de un amigo. Puede suceder cuando mantenemos una conversación íntima o una comida en familia. Puede suceder en la iglesia durante la misa o en una estancia durante la oración. Pero donde quiera que suceda, y suceda como suceda, nos decimos: ‘esto es, todo encaja, aquí está todo lo que he esperado alguna vez’.
Esta es la experiencia que tuvieron Pedro, Santiago y Juan en lo alto del monte Tabor cuando vieron que el rostro de Jesús se transfiguraba y se volvía blanco y resplandeciente. Hubieran querido que ese momento durara eternamente (Lucas 9, 28-36). Esta es la experiencia de la plenitud de los tiempos.
Esos son los momentos que hay que recordar cuando Dios parece estar lejos y todo parece vacío e inútil. Esas experiencias son verdaderos momentos de gracia.”
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Henri Nouwen
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