Mariela Castro critica que nueva ley laboral de Cuba excluye la identidad de género.
“Esta situación requiere de la máxima atención de nuestra sociedad, y alerta sobre la necesidad de fortalecer el trabajo de la ciudadanía y de sus representantes para lograr estos objetivos”, ha considerado.
Mariela Castro, hija del presidente cubano, Raúl Castro, y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) criticó que el nuevo Código de Trabajo de la isla no incluya una referencia contra la discriminación por identidad de género tras haber sido consensuada en el Parlamento.
“La discriminación por identidad de género queda pendiente en nuestra legislación“, escribió en su blog Castro, que como diputada a la Asamblea Nacional propuso en diciembre, durante el debate de la norma, que se incluyera ese tema en el texto.
El nuevo código laboral, que sustituye a la normativa vigente desde 1985, fue aprobado en diciembre por la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) y publicado la semana pasada en la isla.
El texto final contempla la igualdad de derecho al empleo sin discriminación de raza, género, creencias religiosas, orientación sexual, origen territorial, discapacidad y “cualquier otra distinción lesiva a la dignidad humana”, pero no menciona explícitamente la identidad de género.
“Por alguna razón, la versión conclusiva del Código de Trabajo no tomó en cuenta todas las proposiciones tal y como se había negociado en la sesión parlamentaria”, denunció un artículo publicado en el sitio del Proyecto Arcoiris, un colectivo LGBT cubano.
El periodista y activista Francisco Rodríguez recordó en su blog Paquito el de Cuba que la propuesta de Castro fue “apoyada en el plenario por varios integrantes del máximo órgano legislativo”, e incluso el primer vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel abogó por tomarla en cuenta, pero finalmente fue “desconocida por la comisión que tuvo a su cargo la redacción final de la ley”.
“El asunto es muy grave. Pone en entredicho los métodos y formas de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el cumplimiento de los procedimientos legislativos por parte de la dirección del máximo órgano del Estado y la transparencia en la toma de decisiones a partir de la voluntad de los diputados y las diputadas“, resaltó Rodríguez.
Según el activista, quien siguió el debate del Parlamento, la inclusión de una referencia sobre identidad de género “solo tuvo el rechazo público” del secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, mientras que el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea, José Luis Toledo, también “presentó sus reservas”.
“O hay mucha ignorancia en una parte decisoria de la dirección de este país sobre las teorías más contemporáneas sobre género, o sencillamente existe un empecinamiento sobre la base de prejuicios transfóbicos”, aseveró Rodríguez.
“Para la ciudadanía y sus representantes en el Parlamento, la lección tiene que quedar muy clara: no es posible en lo adelante dar votos de confianza a comisiones ni mediaciones fuera del ámbito democrático de la Asamblea. Eso no es constitucional ni ético“, añadió.
Mariela Castro, quien en los últimos meses se ha referido al nuevo Código de Trabajo como un logro en la lucha por los derechos LGBTI en Cuba, dijo que las críticas tras su publicación “ponen de manifiesto una sensibilidad creciente en la sociedad cubana”. “Interpreto lo ocurrido como parte de las tensiones creativas propias de todo proceso revolucionario”, precisó en su bitácora.
Fuente Cáscara Amarga
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