Amenazas y hostigamiento político a las activistas trans que marcharon por el Orgullo LGBT en Ledesma
La marcha se realizó sin el acompañamiento del municipio jujeño que retiró los equipos de sonido durante el acto.
La 4ta Marcha del Orgullo LBGTQ en Ledesma, Jujuy, que se realizó el 3 de diciembre estuvo marcada por una violenta censura en medio de los discursos, mensajes de odio y amenazas de demandas a referentas travesti trans.
El departamento de Ledesma, Jujuy forma parte de las Yungas Australes o selva de nubes que va desde Venezuela hasta la provincia de Catamarca, Argentina. Esta eco región se caracteriza por ser una de las zonas de mayor biodiversidad del país, y es el puente que une la Puna de Los Andes y el Bosque Chaqueño. Así se conforma parte del extenso territorio indígena coya en las alturas y ava guaraní en los bajos.
Libertador General San Martín es el municipio cabecera de Ledesma en la parte de las yungas jujeñas. Este lugar fue escenario de “La noche del apagón” durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica, la madrugada del 20 de julio de 1976. En esos años, el terrorismo de Estado a través de las fuerzas armadas operó junto con la familia Blaquier, -dueña del ingenio azucarero Ledesma-, y la iglesia católica. En esos años secuestraron a más de 400 personas y 33 de ellas están aún desaparecidas.
Jujuy es un cuerpo con injusticias históricas y ése ha sido uno de los momentos más dolorosos y traumáticos que continúa en impunidad. En el mismo trabajo coordinado de aquella Noche del Apagón, hoy diciembre de 2022 el poder judicial argentino vuelve a ratificar que los intereses que defiende son de los empresarios racistas, terricidas y transodiantes. Varias cosmovisiones indígenas, entienden la vida y la historia como eventos que se repiten, como un gran espiral cíclico, de la cual deberíamos aprender.
El boicot
La 4 Marcha del Orgullo se realizó el sábado 3 de diciembre. En las jornadas previas, la comisión organizadora recibió poco apoyo e incluso la negativa total para declararla de Interés público por el Concejo Municipal de Ledesma.
El concejal Maximiliano Espinoza señaló: “El colectivo LGBTQ de Ledesma es una pantomima de la marcha de capital. Muy innecesaria”.
Las chicas travesti trans de la Fundación Damas de Hierro fue el colectivo más convocante. Durante los discursos, la referente local aludió a esta situación desde el escenario. Los funcionarios municipales al escucharla, cortaron el audio y se llevaron los equipos. Todavía faltaban todas las presentaciones artísticas de compañeras que habían llegado desde distintos lugares del departamento.
Ese mismo día, el locutor de la radio local más escuchada, dijo… “Esta gente no debe realizar estas marchas obscenas en lugares públicos, ni frente a niños. Si quieren respeto, que respeten primero”.
Bajo amenaza
Al día siguiente se filtró un mensaje en el que secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Libertador Gral. San Martín, Paula Cepeda amenaza con denunciar a las referentas trans que estuvieron sobre el escenario.
En una clara posición de amedrentamiento, esta institución pública amenazó con demandas a las activistas travestis. De ese modo, dejaron al descubierto tienen el poder de utilizar la justicia a su favor, y buscan provocar miedo entre quienes piensan diferente.
El municipio y las instituciones de derechos humanos, omiten los discursos transodiantes hacia la comunidad LGBTQ por parte de concejales y figuras públicas reafirmando su postura adoctrinante de la supremacía heterosexual y religiosa. Callan y no actúan frente a las violencias de géneros. De esa misma forma callan los incendios provocados que buscan cambiar el uso de suelos a cultivables para la empresa.
“Llevamos semanas de respirar humo tóxico que nos deja los pulmones cansados y enfermos” comentó en la marcha una de las mujeres trans.
“Ninguna compañera trans está sola”
El martes estaba previsto que se realice una conferencia de prensa donde la gobernadora del municipio presentaría algunas denuncias. Pero todavía no se concretó.
En un territorio tan herido por injusticias abiertas y una obscena empresa Ledesma muy presente en la vida las personas, dificulta la recuperación de una convivencia sana. Se mantiene un poder territorial, vigilancia, control de los cuerpos, impunidad, y la tecnología necesaria para la persecución política, al punto de provocar que las organizaciones sociales decidan no realizar acciones legales contra el municipio.
Este año, un chico trans después de trabajar durante mucho tiempo para la empresa Ledesma, dejó de ser convocado cuando inició su transición de género. Prefirió el anonimato y tampoco quiso denunciar el hecho ante la justicia por miedo a la persecución y posible desvinculación de familiares y amigos que ahí.
«Nunca es fácil ser una persona trans, en ninguna parte, pero en lugares con una cultura represiva como Ledesma, es aún peor. Debes aguantar el maltrato y amenazas incluso de las instituciones públicas que deberían resguardar nuestra integridad”, dice, también en anonimato, une compañere durante la marcha.
A través de un comunicado, desde Damas de Hierro, anunciaron que no van a dar un paso atrás a la cultura del terror implantada hace siglos. “Nos jugamos el derecho a nuestra existencia y no por un color político partidista. Nosotras somos personas políticas que nos colectivizamos para hacer valer nuestros derechos negados históricamente. Ninguna compañera trans está sola”.
Fuente Agencia Presentes
Comentarios recientes