Cancelado el Orgullo LGTB de Beirut tras la detención de su organizador, Hadi Damien, por «fomentar el libertinaje y ofender la decencia pública»
El pasado sábado 12 de mayo daba comienzo la semana del Orgullo LGTB en Beirut, pero los diversos eventos programados pronto tuvieron que ser cancelados tras la detención de su organizador, el activista Hadi Damien, a quien la policía amenazó con presentar cargos por «fomentar el libertinaje y ofender la decencia pública», un delito castigado con hasta dos años de prisión. Se trata del segundo año consecutivo en el que se celebra el Orgullo LGTB del Líbano, pero también es el segundo año en que debe ser cancelado debido a la presión de los grupos LGTBfobos.
La semana del Orgullo LGTB de Beirut comenzó el pasado 12 de mayo con un encuentro con padres que apoyan a sus hijos LGTB. También se lanzó una campaña dirigida a empresarios para que implementen medidas contra la discriminación en el trabajo por razón de orientación sexual o identidad de género. Diversos actos de este tipo se deberían suceder a lo largo de la siguiente semana.
Como parte de esos actos, el organizador del Orgullo, el activista libanés Hadi Damien, ofrecía el pasado lunes 14 una lectura en un pequeño estudio hasta que irrumpió la policía, al parecer a instancias de grupos opuestos a los derechos LGTB. Inmediatamente, las fuerzas del orden se dispusieron a clausurar el evento alegando que no había sido aprobado por la censura oficial. También procedieron a la detención de Hadi Damien y a conducirle a la comisaría para interrogarle.
Según Layal Saqr, abogada de Damien, la policía no quiso identificar a quienes habían denunciado a Damien y actuó en todo momento con tono amenazante. Su principal interés era conocer los actos del Orgullo LGTB que aún quedaban por celebrar. Damien refirió que entre ellos se incluían una fiesta callejera, un espectáculo de drags, varios conciertos y lecturas poéticas. Tras conocer la programación pendiente, la policía amenazó a su cliente con presentar cargos por «fomentar el libertinaje y ofender la decencia pública» si no se comprometía por escrito a cancelar todos esos eventos. Esos cargos podrían acarrear penas de hasta dos años de prisión, por lo que el consejo de la abogada fue que aceptase firmar la cancelación pues «no quería verle entre barrotes». Damien accedió y firmó en consecuencia, consiguiendo así ser liberado tras pasar más de 12 horas encerrado en una celda abarrotada.
Este era el segundo año en que se llevaba a cabo una celebración del Orgullo LGTB en el Líbano, y también ha sido el segundo año consecutivo en que los distintos eventos han tenido que ser cancelados. En 2017, grupos islamistas irrumpieron en diversos actos y amenazaron con atacar con violencia si se celebraba la programada Marcha del Orgullo, que finalmente fue cancelada. Debido a ello, este año ni siquiera se había previsto celebrar la Marcha, pero la presión de los grupos LGBTfobos ha conseguido de nuevo la cancelación de los actos, además de la detención del principal organizador.
Activismo versus LGTBfobia institucionalizada
Las relaciones homosexuales en el Líbano (una república árabe multiconfesional en la que coexisten musulmanes sunitas, musulmanes chiítas, cristianos de diversas confesiones y drusos) son formalmente ilegales. El artículo 534 del Código Penal establece penas de un año de prisión para quienes realicen «actos sexuales contra natura». Sin embargo, cuatro jueces han fallado en contra de que se aplique a las relaciones homosexuales, por colisionar con los derechos fundamentales de los ciudadanos libaneses, de modo que el artículo 534 ha quedado en la práctica invalidado para ese fin. Por ello, al igual que sucede en países como Egipto, las fuerzas del orden utilizan los ambiguos artículos del Código Penal contra la decencia para reprimir de hecho tanto las relaciones homosexuales como la defensa de los derechos LGTB.
Pero el Líbano también se caracteriza por tener un valiente grupo de activistas LGTB que lucha contra la arraigada LGTBfobia de Estado. Por ejemplo, una de las manifestaciones proigualitarias más importantes de los últimos años tuvo lugar en 2012. Entonces, decenas de personas se manifestaron frente a los tribunales de justicia en Beirut (capital del país), para protestar por el uso de exámenes anales contra hombres sospechosos de ser homosexuales. La concentración tenía lugar tras la detención de 36 hombres en un cine frecuentado por gais, que fueron posteriormente sometidos a dichos exámenes. El acto fue convocado por el colectivo LGTB Helem bajo el lema «contra los exámenes de la vergüenza, vaginales o anales, en solidaridad también hacia las mujeres víctimas de exámenes vaginales para determinar su virginidad».
Como muestra de la omnipresente LGTBfobia de Estado en el Líbano, en mayo de 2013 año informábamos de las declaraciones del ministro del Interior, Marwan Charbel, que se jactó de que su país es hostil a los gais y propuso negar la entrada al mismo de las parejas del mismo sexo que se casen en Francia, precisamente durante el proceso de aprobación del matrimonio igualitario en el país galo. Estas declaraciones homófobas tenían lugar apenas dos semanas después de que se produjera una redada en la principal discoteca gay de Beirut, la capital del país. La policía arrestó, desnudó y golpeó a seis asistentes, que fueron acusados de “promover la prostitución, las drogas y la homosexualidad”. En 2014, asimismo, recogíamos que 27 hombres fueron detenidos en un hamam por sospechas de comportamiento homosexual.
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