DragonQueer, primer equipo de fútbol queer y trans de Madrid.
“Estamos aquí para recuperar el espacio para las personas queer y trans que quieren participar”.
El fútbol sigue siendo un espacio dominado por los hombres, plagado de homofobia y lento a la hora de adoptar una verdadera inclusión. Según Kick It Out, una organización sin ánimo de lucro líder que aborda la discriminación en el fútbol, los incidentes de odio contra las personas LGBTQ+ en Internet aumentaron drásticamente en 2023, y los abusos transfóbicos aumentaron un alarmante 183 %. Esta hostilidad se refleja en el hecho de que, a nivel mundial, solo existen seis futbolistas profesionales varones abiertamente homosexuales, un duro recordatorio de lo difícil que sigue siendo para los deportistas queer prosperar en este deporte.
Para las mujeres queer, el entorno puede parecer más inclusivo debido a la visibilidad de las jugadoras que lo han hecho públicamente, pero la discriminación persiste. Las actitudes dañinas y las microagresiones persisten, creando barreras para el progreso. En el documental It’s All Over: The Kiss That Changed Spanish Football, los miembros de la selección nacional de España relatan el comportamiento sexista y homofóbico del exentrenador Ignacio Quereda, que dijo la tristemente célebre frase: “Lo que necesitas es un buen hombre o una buena polla”. Tales comentarios revelan los prejuicios profundamente arraigados que están presentes incluso en espacios donde se celebra la participación de las mujeres.
Collin Martin, uno de los pocos jugadores masculinos abiertamente homosexuales, ha hablado con franqueza sobre los desafíos que enfrentan los hombres queer. “Existe una sensación de machismo y homofobia internalizada que impregna el juego masculino en todo el mundo”, compartió Martin. Sus palabras resaltan cómo los ideales masculinos arraigados excluyen a las personas LGBTQ+ y subrayan la necesidad urgente de un cambio.
Como dijo la famosa Megan Rapinoe, “No se puede ganar un campeonato sin gays”. Ya sea que se declaren abiertamente o no, los atletas queer siempre han jugado un papel integral en el deporte. Un club que canaliza esta energía es el CDE Dragones de Lavapiés (Dragones), con sede en Madrid.
El CDE Dragones de Lavapiés es un club de fútbol con 28 equipos que une a jugadores de todas las edades bajo la misión de usar el “fútbol para el bien”. Fundado en 2014, Dragones refleja la diversidad de Lavapiés, el barrio más multicultural de Madrid, con más de 500 jugadores de más de 50 nacionalidades.
El club va más allá del fútbol al ofrecer recursos para comunidades marginadas, como clases gratuitas de idiomas, apoyo profesional, un banco de alimentos y asistencia para desalojos. Estas iniciativas, junto con programas deportivos estructurados, crean espacios para inmigrantes, personas LGBTQ+ y personas de color que a menudo quedan excluidas del fútbol convencional.
Dragones también lidera esfuerzos contra el racismo en colaboración con la Red FARE Network, realizando talleres y campañas para fomentar la inclusión en el fútbol europeo. A través de su equipo femenino, “Las Dragonas“, han ampliado aún más el acceso al deporte para las madres del barrio, ejemplificando su compromiso con la inclusión.
Reconociendo la necesidad de abordar la homofobia y la transfobia, Dragones lanzó el primer Torneo anual contra la Homofobia de Madrid en mayo de 2021, en colaboración con organizaciones LGBTQ+ locales. Este evento marcó un punto de inflexión para el club y la comunidad.
El entrenador de Dragones, Fra Sampietro, explicó: “Los espacios de fútbol tradicionales están dominados por hombres heterosexuales cisgénero, abrumados por la homofobia, y expulsan del campo a aquellos de nosotros que no encajamos en el cuadro masculino perfecto del fútbol. Estamos aquí para recuperar el campo para las personas queer y trans que quieren jugar”.
El torneo inspiró la creación de DragonQueer, el primer equipo de fútbol queer y trans de Madrid. Comenzando con solo cuatro jugadores, DragonQueer ahora cuenta con más de 40 miembros y dos sesiones de entrenamiento semanales, ofreciendo un entorno seguro y afirmativo para los atletas LGBTQ+.
Para muchos jugadores, DragonQueer es más que un equipo: es un símbolo de la recuperación de espacios tradicionalmente construidos para hombres heterosexuales y cisgénero. “El balón solía simbolizar la homofobia que experimenté cuando era niño”, comparte el jugador fundador Turi Cantero. “Pero a través de DragonQueer, he encontrado alegría en el fútbol y una comunidad de apoyo”.
Gracias al boca a boca y a los esfuerzos de las bases, el equipo se ha convertido en un elemento básico de la comunidad queer de Madrid, atrayendo a jugadores de todos los orígenes. En 2023, DragonQueer coorganizó un torneo de fútbol y baloncesto para el Día Nacional contra la Homofobia, al que asistieron más de 150 jugadores.
La visión de DragonQueer es clara: crear un entorno de fútbol más inclusivo y alegre. Mientras el equipo se prepara para los Juegos Gay de Valencia de 2026, sigue construyendo un futuro más fuerte y más queer para el fútbol, demostrando que el juego realmente pertenece a todos.
Fuente GOMAG
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