Un juzgado francés considera que llamar “homófobos” a los organizadores de la manifestación homófoba La Manif Pour Tous es un delito de “difamación”.
Graves noticias para los defensores de los derechos LGTB en Francia. El Tribunal de Apelaciones de París ha dictaminado que calificar a la Manif pour tous de grupo homófobo constituye un delito de injurias públicas. Por ello, ha condenado a la antigua presidenta de la asociación de defensa de los derechos LGTB Act Up-Paris a una multa de 800 euros más el pago de las costas judiciales. La sentencia entra en conflicto con una anterior del mismo tribunal, que desestimó una denuncia por injurias presentada también por la Manif pour tous. Desde Act Up-Paris han comunicado que presentarán un recurso de casación, dada la injusticia de negar a las personas LGTB el derecho a dar el nombre apropiado a quienes abogan por discriminarles.
La Manif Pour Tous es el nombre que se han puesto los colectivos homófobos que organizan las manifestaciones homófobas (que venga un juzgado francés a decirme lo contrario) que protestan contra el matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas homosexuales, niegan las “teorías de género” y se oponen a los derechos de las personas trans. Así que oye, bien pensado, no deberíamos llamarla manifestación homófoba, sino LGTBfóbica. O Todófoba, que también les queda bien. Ah, el nombre de La Manif Pour Tous es un intento de ironizar sobre el nombre que se le daba al proyecto de ley del matrimonio igualitario: Mariàge Pour Tous.
Durante la tramitación del matrimonio igualitario en 2013, el grupo la Manif pour tous consiguió convocar a cientos de miles de ciudadanos franceses que se oponían a que las personas LGTB pudieran alcanzar la igualdad de derechos. El discurso de los manifestantes y convocantes fue en muchas ocasiones extraorinariamente duro y agrio, lo que hizo que se viviese en Francia un ambiente de crispación y violencia inaudito, hasta el punto de que se estima que las agresiones homófobas se incrementaron en un 78 % durante ese período.
Bares de clientela gay violentados, manifestaciones diarias ante la Asamblea Nacional con constantes enfrentamientos con la policía, la jerarquía católica culpando a las víctimas de ser los causantes de la violencia, la agresividad en los discursos de los diputados opuestos al proyecto de ley sobrepasando todas las barreras, incluso la de la agresión física… La amenaza de la líder de quienes se oponían al proyecto de ley, la cómica Frigide Bajot, de que correría la sangre, se convirtió en realidad y tuvimos que informar de agresiones como la sufrida por una pareja gay en París, la muerte por una paliza de un joven antifascista y participante en manifestaciones contra la discriminación o ataques a militantes LGTB por parte de fanáticos, entre ellos un concejal del ultraderechista Frente Nacional.
Pero incluso después de la aprobación definitiva de la ley de matrimonio igualitario la Manif pour tous siguió convocando a sus partidarios. En una ocasión, desplegó una manifestación en la que se profirieron consignas a favor de la ley contra la llamada “propaganda homosexual” en Rusia y contra el derecho de asilo para los perseguidos por su orientación sexual e identidad de género. Como respuesta, el 4 de agosto de 2013, un grupo de activistas de la AIDS Coallition to Unleash Power, también conocidos como Act Up-Paris decidió actuar ante la sede de la Fundación Jérôme Lejeune, y se manifestaron contra la fundación anti-abortista Jerome Lejeune que es una de las organizaciones que apoya La Manif Pour Tous donde ejercía su actividad la presidenta de la Manif pour tous, Ludovine de la Rochère. Allí arrojaron condones rellenos con líquido que imitaba la sangre contra el edificio de la Jerome Lejeune Foundation y pegaron carteles en los que se calificaba a la Manif pour tous de ser un grupo homófobo y se colgaron pósters con la foto de La Rochère y la palabra “homófoba” impresa sobre su cara.
Ludovine de la Rochère presentó una demanda por injurias en nombre de la Manif pour tous y otra por difamación a título personal. La demanda inicialmente fue desestimada en primera instancia por defecto de forma. Los responsables de la Manif pour tous recurrieron esa desestimación y el pasado 2 de noviembre el Tribunal de Apelaciones de París, que no pareció reparar en esos defectos formales, resolvió a su favor, condenando a la antigua presidenta de Act Up-Paris, Laure Pora, a indemnizar a la Manif pour tous con 800 euros por un delito de injurias públicas, y a pagar otros 1.500 euros de costas procesales.
Pósters con la cara de Ludovine La Rochère (Foto: ACT UP Paris Facebook)
Pues a los de La Manif Pour Tous esto les pareció intolerable porque decidieron demandar a Laure Pora, la presidenta de ACT UP en ese momento, argumentando que acusarles de homófobos era un “delito criminal“. Y lo más lamentable es que el Tribunal de Apelaciones de París ha condenado a Pora a pagar 800€ en concepto de daños y perjuicios a La Manif Pour Tous por “difamación“, además de hacerse cargo de los 1.500€ de costas del juicio.
La sentencia, ha causado conmoción entre las asociaciones LGTB, entra en contradicción con una anterior del mismo Tribunal de Apelaciones de París de febrero de 2014. Da la casualidad de que en 2014 La Manif Pour Tous también demandó al por entonces senador Jean-Pierre Michel por lo mismo después de que Michel dijera que sus manifestaciones mostraban “el peor tipo de homofobia“. En ese caso el juzgado le absolvió. En aquella ocasión, la corte desestimó los cargos por injurias contra el senador socialista Jean-Pierre Michel, ponente de la ley de matrimonio igualitario en el Senado, que había dirigido un escrito a los miembros de la Manif pour tous en el que los acusaba de “representar la peor de las homofobias”. El Tribunal de Apelaciones estimó entonces que el senador estaba haciendo uso de su libertad de expresión en el ejercicio de su cargo parlamentario y no cabía condenarle por un delito de injurias.
La abogada de ACT UP, Karine Géronimi, ha dicho que esta decisión del tribunal es “particularmente injusta” y sigue defendiendo que no ve la difamación ni el insulto por ninguna parte al llamar homófobos a los que, efectivamente, son homófobos.
Para Act Up-Paris, la sentencia niega a las personas LGTB el derecho a calificar a quienes trabajan por denegarles sus derechos:
La palabra “homofobia” no es un insulto, sino la caracterización política de un discurso de desprecio hacia los homosexuales, que avala la desigualdad ante la ley con respecto a los heterosexuales y alimenta la discriminación y la violencia.
¿Cómo se puede designar a aquellos cuyas palabras y actos se oponen habitualmente a todo lo que podría servir a la emancipación de las personas LGTB? No podemos aceptar que el Tribunal de Apelaciones nos niegue así los medios para nombrar y denunciar los discursos políticos de nuestros adversarios.
Los activistas han comunicado que recurrirán la sentencia en casación, con la esperanza de que una más alta instancia permita a las personas LGTB poder dar un nombre a la discriminación que sufren y a quienes las discriminan. También se encuentran a la espera de que se resuelva la segunda de las demandas, la interpuesta por Ludovine de la Rochère a título personal por difamación, cuya audiencia tendrá lugar el próximo 17 de noviembre.
General, Homofobia/ Transfobia.
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