“Mea culpa” de los obispos franceses: “No escuchamos lo suficiente a las víctimas; nos faltó valentía”
La Iglesia gala pide perdón por el “largo silencio culpable” ante los abusos
El episcopado presenta un informe sobre los casos investigados y la actuación de sus responsables
(Jesús Bastante).- “Un solo abuso es demasiado”. Las palabras, rotundas, duras, directas, del Papa Francisco ante la pederastia clerical suponen un llamado de atención a todos y cada uno de los sacerdotes y religiosos, a todos y cada uno de los obispos católicos. Los de Francia, este lunes, se han congregado este lunes en el santuario de Lourdes en una jornada de ayuno y oración para pedir perdón por “largo silencio culpable” de la Iglesia del país vecino frente a los abusos a menores.
“No escuchamos lo suficiente a las víctimas (…) nos faltó valentía para tomar las medidas que debían ser tomadas”, declaró el arzobispo de París, André Vingt-Trois, ante más de un centenar de prelados. A diferencia de otras iglesias, como la española, donde las condenas se han dado de forma genérica y sin un análisis de las causas, los obispos franceses presentarán los resultados de un informe en el que desgranarán los casos de abusos acaecidos en las diócesis y congregaciones galas, así como la actuación de sus responsables y la colaboración exigida con la justicia.
“Debemos salir del largo silencio culpable de la Iglesia y de la sociedad y escuchar el sufrimiento de las víctimas. Los actos de pedofilia, estos crímenes tan graves, quebrantan la inocencia y la integridad de los niños y los jóvenes”, recalcó monseñor Luc Crepy, reponsable de la lucha contra la pedofilia del episcopado francés.
En España, aunque ya existe un sacerdote responsable, su nombre no se ha hecho público -fuentes extraoficiales hablan de Silverio Nieto, responsable del Servicio Jurídico Civil de la CEE-, ni se conoce la existencia de un informe sobre los casos investigados en nuestro país.
La jornada de “oración y penitencia” forma parte del cumplimiento a las normativas emanadas desde la Santa Sede, cuya comisión antiabusos pidió a cada país la creación de un día de reparación a las víctimas de abusos del clero. Varios países, como Australia o Francia, ya lo han llevado a cabo.
Durante la ceremonia en Lourdes, Luc Crepy pidió a sus hermanos en el Episcopado poner todo de su parte en su lucha “contra las escandalosas y criminales acciones que afectan a los pequeños”.
Entre los presentes, se encontraba el cardenal Barbarin, quien en agosto pasado fue absuelto de las acusaciones de encubrimiento y protección a un sacerdote acusado de agresión sexuales y violación de un menor.
Barbarin fue interrogado en junio por investigadores del caso del reverendo Bernard Preynat, un sacerdote acusado de abusar de boy scouts en la década de 1980. Barbarin dijo haber estado convencido de que el sacerdote se había reformado cuando lo conoció, en 2007-2008.
Preynat se retiró en agosto de 2015 tras ser relevado de sus funciones por la diócesis. En enero fue acusado de agresión sexual contra menores como persona en posición de autoridad.
Para la asociación La Parole libérée (La Palabra liberada), que reúne a las víctimas del padre Bernard Preynat, estas iniciativas son insuficientes. “No hay una voluntad de la Iglesia detrás” de estas jornadas de oración, estima su presidente François Devaux.
Su asociación se moviliza para alargar los plazos de prescripción de estos crímenes. En Francia, las víctimas pueden presentar una denuncia antes de cumplir 38 años, mientras que en Suiza o Reino Unido las agresiones sexuales en contra de menores son imprescriptibles. En España, estos casos suelen prescribir entre diez y quince años.
Fuente Religión Digital
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