El ejército de Lituania, acusado de intentar detectar a personas LGTB entre los aspirantes a soldados preguntándoles si les gustan las flores
En ocasiones la homofobia alcanza niveles que rozan con lo absurdo, pero que son bastante reveladores de la mentalidad instalada en muchas personas. El ministro de Defensa de Lituania ha tenido que salir al paso de los indicios que apuntan a que los aspirantes a ingresar en las fuerzas armadas del país son sometidos a tests psicológicos, que pretenden entre otros fines detectar a posibles candidatos LGTB para excluirlos. Con este objetivo se pregunta a los futuros reclutas, por ejemplo, si les gusta recoger flores…
Lituania abolió el servicio militar obligatorio en 2008, pero lo reintrodujo a principios de este año esgrimiendo como causa la tensión entre Rusia y sus vecinos en Europa oriental. Los varones, de entre 19 y 26 años y escogidos aleatoriamente (las mujeres pueden servir con carácter voluntario), deben superar un proceso de selección con el objetivo de evaluar su aptitud para el servicio militar, de nueve meses de duración.
En teoría, y en consonancia con la normativa antidiscriminación europea, las personas abiertamente homosexuales no están excluidas del ejército. Sin embargo, el test psicológico que es uno de los criterios selectivos incluye, al parecer, preguntas como si al aspirante le gusta recoger flores, si ha pensado trabajar en la industria de la floristería o si alguna vez ha deseado ser una mujer (en el caso de reclutas de sexo masculino). Estas “sutiles” cuestiones tendrían la finalidad de detectar y excluir a las personas LGTB del ingreso en el ejército, como ha reconocido un psiquiatra de una oficina de reclutamiento de la ciudad de Klaipėda.
Kęstutis Ramanauskas afirmó a un periódico local que las preguntas pretendían averiguar la orientación sexual del candidato a soldado y además manifestó su convencimiento de que los hombres gays no deben servir en las fuerzas armadas. “Aunque se dice que no es una enfermedad, lo es. Una orientación errónea es un desorden psico-conductual. Aunque algunos no estén de acuerdo. Pero una persona así será acosada en el ejército, no será capaz de servir el periodo de nueve meses”, opinó.
Con el eco mediático de estas declaraciones, creció la polémica hasta tal punto que el ministro de Defensa del país, Juozas Olekas, tuvo que dar explicaciones en el Parlamento para reafirmar que las fuerzas armadas lituanas “están abiertas a personas heterosexuales y homosexuales”. El dirigente justificó las “pintorescas” preguntas de los tests de aptitud con el argumento de que sirven para comprobar el estado psicológico de los aspirantes y su idoneidad para servir en el ejército y aseguró que los cuestionarios son los mismos que se utilizan en otros países miembros de la OTAN.
Lituania: un discurso de odio muy poco disimulado
Lo cierto es que Lituania lleva un tiempo avanzando de manera preocupante hacia posiciones cada vez más intransigentes con la realidad LGTB, y de ello hemos dado cuenta en dosmanzanas. En octubre de 2010 entró en vigor la reforma que prohíbe la “manifestación y promoción” de contenidos publicitarios referidos a orientación sexual. Una prohibición que afecta a servicios publicitarios dirigidos a toda la población, y no solo a menores. Poco antes, en marzo de 2010, había entrado en vigor la ley de “de protección de menores contra el efecto perjudicial de la información pública” con el objetivo de obstaculizar la información positiva sobre diversidad sexual. Y aunque su versión inicial fue corregida por las protestas, su redacción definitiva sigue estigmatizando la información sobre homosexualidad.
En septiembre del año pasado informábamos sobre la prohibición de un inocente spot contra la homofobia, en base a esta legislación. En enero de este año, un diputado lituano lanzaba veladas amenazas contra la asociación LGL, a la que acusaba de “jugar con fuego” con “provocaciones” que podrían costarles un ataque como el sufrido por la revista satírica Charlie Hebdo en París. Y ese mismo mes, un tribunal lituano calificaba de “excéntrica” la foto en la que una pareja gay aparece besándose y descartaba actuar ante las amenazas homófobas que habían recibido sus protagonistas.
A todo lo anterior se suman otras iniciativas recientes encaminadas a endurecer la legislación contra la visibilidad LGTB. Entre ellas, destaca un paquete de medidas que incluía la aprobación de una ley contra la “propaganda homosexual” similar a la rusa. La iniciativa quedó en suspenso en el Parlamento lituano en marzo de 2014, no tanto porque no dispusiera de apoyos como por temor a las consecuencias diplomáticas de una decisión así (la mayor parte de los diputados del principal partido de centro-derecha no votaron, con lo cual la iniciativa, pese a reunir la mayoría simple, no consiguió suficientes votos para ser tomada en consideración).
Fuente Dosmanzanas
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