Cada 20 de octubre las organizaciones celebran una jornada de reivindicación
Se celebra a finales de octubre coincidiendo con el aniversario de la muerte de la activista marroquí Leila Amrouche.
El 30 % de los homosexuales en Marruecos han pensado alguna vez en suicidarse.
El artículo 489 del Código Penal castiga con penas de tres meses a tres años de prisión. Desde la independencia de Marruecos en 1956, más de 5.000 homosexuales, la mayoría hombres, han sido encarcelados por su orientación sexual. ”La sexualidad es un tema tabú en este país, pero aún lo es más si eres homosexual. Te ven como un enfermo desviado e inmoral. Estamos perseguidos y desprotegidos”, cuenta un militante LGTB al diario español EL MUNDO.
Cada 20 de octubre celebran que en 2007 Leila Amrouche, una activista marroquí, prefirió acabar con su vida a someterse al matrimonio forzoso con el que su familia pretendía curar su homosexualidad.
KifKif, una asociación marroquí con base legal en España, celebró ayer diversas charlas en Casablanca para tratar de conmemorar este día. Una jornada para reunirse con un poco menos de miedo que las demás. “Lo peor no es estar fichado, sino que pueden usar esa información para intimidarte. Estamos expuestos a un constante peligro”, aseguran desde las organizaciones LGTB, que estima que el 30% de los homosexuales en el reino alauí han pensado alguna vez en suicidarse.
Leila Amrouche era una activista marroquí lesbiana a la que sus padres condenaron a un matrimonio forzoso con un hombre para “curar” su homosexualidad. Antes de someterse a ello, Leila prefirió quitarse la vida. Sucedió el 20 de octubre de 2007 y desde entonces esa es la fecha elegida para la celebración del Orgullo Gay en Marruecos, una manifestación silenciosa y clandestina en la que se realizan actos y manifestaciones en los que se informa de los derechos de la comunidad homosexual, derechos que están muy lejos de ser reconocidos por las autoridades e incluso por la sociedad marroquí. “Ser gay en Marruecos es hacer frente a todo un país que piensa que estás enfermo y eres diferente”, lamenta Hamza, un joven marroquí que con sólo 22 años ya ha sufrido el rechazo por su condición sexual incluso por parte de su propia familia. Cuando Hamza decidió asumir su homosexualidad, su familia le amenazó con que tendría serios problemas si no se comportaba “como un hombre”, llegando al punto de recibir una brutal paliza de su padre y su hermano en la que le rompieron los dientes.
Hamza es ahora miembro de Kaynin, un movimiento en defensa de los derechos LGTB. Abandonó su hogar y vive con un amigo con el que está dispuesto a contar su experiencia en las redes sociales para evitar que otros jóvenes gays marroquíes pasen por el mismo calvario por el que pasó él. Este lunes acudirán a uno de estos encuentros en Casablanca organizados por KifKif, una asociación marroquí con base legal en España. “Hemos intentado el reconocimiento legal en Marruecos, pero es imposible“, dice Samir Bargachi, representante de este movimiento.
El artículo 489 del Código Penal ilegaliza la práctica de la homosexualidad en el país magrebí y la castiga con penas de tres meses a tres años de prisión. Desde la independencia de Marruecos en 1956, más de 5.000 homosexuales, la mayoría hombres, han sido encarcelados por su orientación sexual. Las víctimas de esta persecución suelen proceder de los sectores más populares, donde los trabajadores sexuales se llevan la peor parte ya que suelen ser condenados a las mayores penas.
“La sexualidad es un tema tabú en este país, pero aún lo es más si eres homosexual. Te ven como un enfermo desviado e inmoral. Estamos perseguidos y desprotegidos”, cuenta Bargachi. Según el activista, “la policía tiene una base de datos en la que se registra a todo aquel que ha practicado actos homosexuales”. “Lo peor no es estar fichado, sino que pueden usar esa información para intimidarte. Estamos expuestos a un constante peligro”, lamenta Samir, que calcula que el 30 % de los homosexuales en Marruecos han pensado alguna vez en suicidarse.
Samir Bargachi es el fundador de Mithli, una revista digital con contenido LGTB en árabe y con publicaciones muy puntuales. Su nombre proviene de un juego de palabras que significa “homosexual” y “yo mismo” en árabe.
Al igual que Kaynin, existen otras asociaciones se hacen eco de los derechos homosexuales en el país. Sin hacer mucho ruido aportan su grano de arena a una sociedad que poco a poco está empezando a admitir que se hable de homosexualidad en las calles de Marruecos. “Hace cinco años era impensable escuchar conversaciones sobre este tema en los cafés de Marruecos. Siendo optimista, en diez años empezaremos a notar algo más de sensibilización con la población homosexual“, concluye Samir Bargachi.
Fuente Ociogay y Cáscara Amarga
General, Homofobia/ Transfobia., Islam
Clandestinidad, Islam, Kaynin, Leila Amrouche, Marruecos, Mithli, Orgullo LGTB, Samir Bargachi
Comentarios recientes