Inmigrantes LGBTIQ son los que más abusos sufren mientras están en el servicio de migración de EEUU
La muerte Roxana Hernández, una mujer trans y seropositiva de Honduras, prendió las alarmas sobre la situación que vive la población LGBTIQ en manos de las autoridades de inmigración estadounidense.
Aunque el colectivo de Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales, Intersexuales y Queers (LGBTIQ) representa el 0,14 por ciento de los detenidos en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés: U.S. Immigration and Customs Enforcement), actualmente es la población más vulnerable y la que sufre mayores violaciones a sus derechos humanos.
La representante del partido Demócrata, Kathleen Rice, informó que más del 12 por ciento de los inmigrantes LGBTIQ fueron víctimas de abusos y agresión sexual en el año 2017, según un informe presentado por el mismo Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Esto representa la tasa más alta de violencia de todo el conjunto de personas que se encuentra en manos de las autoridades de inmigración.
La agencia recibió 227 denuncias de abuso y agresión sexual, 28 de ellas con víctimas LGBTQ, según la cifras que maneja el ICE y que entregó directamente a la Representante en respuesta a sus solicitudes.
Ante esta situación, Rice, junto a 36 de miembros de la Cámara, enviaron una carta al secretario de Seguridad Interior de los EEUU, Kirstjen Nielsen, a fin de abordar esta problemática que pone en riesgo la vida de estas personas.
“Escribimos para expresar nuestras preocupaciones sobre la detención de inmigrantes lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) en la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)”, dijo Rice.
“Estas personas, en particular las mujeres transgénero, son extremadamente vulnerables al abuso, incluida la agresión sexual, mientras están bajo custodia”, aseguró la representante demócrata, quien constató que las mujeres trans son encerradas en celdas para hombres y dejadas retenidas en promedio más del doble que un inmigrante general.
“ICE no debería utilizar sus recursos limitados para detener a cientos de personas que son vulnerables al abuso y no representan una amenaza para la seguridad pública”, tuiteó Rice.
ICE should not be using its limited resources to detain hundreds of people who are vulnerable to abuse and pose no threat to public safety. https://t.co/C1UUAhdZAp
— Kathleen Rice (@RepKathleenRice) 30 de mayo de 2018
Estas estadísticas se hicieron más evidentes tras el fallecimiento el pasado 25 de mayo de la ciudadana hondureña Roxana Hernández, de 33 años de edad, quien era una mujer trans y seropositva, y se encontraba en custodia de los funcionarios del ICE desde finales de abril. Ella hacía parte de una caravana de refugiados que buscaba pedir asilo en los EEUU a fin de comenzar una nueva vida lejos de las experiencias de odio, estigma, violencia y discriminación que había experimentado en su país de origen.
Organizaciones como Pueblo sin Fronteras y Diversidad sin Fronteras denunciaron que su muerte no es otra cosa que un “asesinato institucional” debido a una “negligencia médica”.
Según denunciaron los activistas sus días en prisión fueron crueles, con las luces encendidas las 24 horas del día, con frío, sin alimentación ni atención médica adecuada en un centro que comparan con “una caja de hielo”.
Fuente Universogay
Comentarios recientes