¿Cómo afecta el matrimonio igualitario a las expectativas de las parejas homosexuales?
¿Cómo influye socialmente la aprobación del matrimonio igualitario y/o la unión civil homosexual? Según los resultados de una investigación de la Universidad Británica de Columbia -UBC-, las parejas homosexuales replantean sus relaciones y nace la presión adaptativa por ver oficializado su estado civil.
”¿Para qué quieres reproducir los patrones de la sociedad heternonormativa casándote?’‘ Este es uno de los principales argumentos que frecuentemente empuñan las personas homosexuales a quienes la institución matrimonial no les convence.
”El tema no es casarse a punta de pistola. Es que no me lo prohíban si me apetece hacerlo.” Es casi la respuesta instantánea que articulan las personas a favor del derecho tras escuchar el razonamiento anterior.
Las parejas homosexuales han vivido siglos sin ver sus relaciones reconocidas por los Poderes Públicos -y está claro que pasarán muchos años hasta que las reconozcan los eclesiásticos-. Por esta razón han establecido vínculos particulares y sólo acreditables dentro de los lindes del entorno cultural del colectivo.
Pero… ¿qué ocurre cuando la legislación ”cambia de un día para otro’‘ y favorece las bodas homosexuales? Según afirma el grupo de investigación del Departamento de Sociología de la UBC, las parejas del mismo sexo comienzan a sentir presión porque su relación sea reconocida en términos normalizantes.
Derecho a casarse = Presión por casarse
Tal y como expresan los resultados del estudio de la UBC publicado en el diario de la Asociación Canadiense de Sociología, las parejas no casadas que fueron entrevistadas en el estudio han visto cómo ha cambiado la perspectiva de su relación desde la aprobación de la Ley de Matrimonio Civil de 2005 en Canadá.
La investigación afirma que este es un efecto provocado por la imposibilidad de acceder anteriormente al derecho. Por eso, muchas personas LGBTQ que habían desarrollado modelos relacionales fuera del sistema, ahora enfrentan la presión de adaptarse a las normas sociales comunes.
Gran parte de las parejas expresaron que su relación obtendría legitimidad a través del matrimonio, especialmente en contextos sociales en los que todavía se enfrentan prejuicios. Esto demustra un interés mayor por la istitución matrimonial por parte de las parejas homosexuales frente a las heterosexuales, a quienes la facilidad histórica para acceder al derecho les provoca menos preocupación por él en actualidad.
Cabe destacar que entre los participantes de la investigación que continuaban en relaciones de convivencia, la principal decisión para no casarse ha sido la oposición a la institución.
Katherine Lyon, co-autora del estudio con Hélène Frohard-Dourlent, ha afirmado en este sentido:
Muchos de los participantes vienen de generaciones en las que salir del armario significaba perder tus derechos matrimoniales. […] Ahora que el matrimonio homosexual es legal, ¿veremos cómo cambian las políticas e ideas sobre relaciones de las personas LGTB en las próximas décadas? […] ¿Hemos eliminado las jerarquías de los tipos de relación, o sólo hemos ampliado los ideales dominantes a un nuevo grupo de personas?.”
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