Un estudio desmonta científicamente el “pánico gay”
Un estudio descubre que el “pánico gay” no tiene ningún tipo de base biológica y, por lo tanto, la violencia homófoba no puede justificarse como una “pérdida del control”.
El “pánico gay” es una estrategia de defensa que muchos hombres utilizan durante un juicio para justificar un crimen de odio homófobo. No suele ser una defensa habitual y no siempre funciona, pero hemos visto casos muy escandalosos en los que asesinos -a veces confesos- se han librado de prisión argumentando que sintieron “pánico gay” y no eran responsables de sus actos. Fue el caso, por ejemplo, de Jacobo Piñeiro al que un jurado popular absolvió del asesinato a puñaladas (57 para ser exactos) de dos homosexuales “en defensa propia” por un “miedo irracional” a ser violado. Por suerte el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia consideró “completamente huérfano de fundamentación” el argumento del “pánico gay” y en un segundo juicio Piñeiro fue condenado a 58 años de prisión.
Pues ahora la psicóloga Karen Blair, de la Universidad Saint Francis Xavier de Canadá, ha publicado un estudio en la revista Psychology and Sexuality, en el que ha demostrado que el “pánico gay” no tiene ninguna base biológica. Es decir, que no hay ningún “mecanismo de defensa ancestral” que ponga a ningún hombre en una situación que les haga perder el control y no poder evitar “defenderse”.
Sin embargo sí que detectaron que los niveles de alfa amilasa salival era superior en todos los hombres (homófobos o no) cuando veían una imagen de un beso homosexual que cuando veían una de un objeto neutral, lo que para Blair tiene raíz en la homofobia interiorizada, incluso de los que decían ser más tolerantes: “Tal vez se trate de un signo de algún tipo de condicionamiento social que ha ido teniendo lugar históricamente. Durante generaciones nos han educado para creer que la homosexualidad está mal y es algo asqueroso. Eso está presente incluso en la homofobia interiorizada que tienen las propias personas gais. Así que probablemente esto esté señalando que aún estamos experimentando de forma psicológica una reacción de desagrado, independientemente de nuestras opiniones.”
El equipo de Blair ahora repetirá el estudio con una muestra de hombres mucho más grande y, además, con hombres que no sean norteamericanos. Aunque para la doctora la evidencia de que la homofobia no está basada en una respuesta biológica ayudará a detectar la manera de poder tratar el problema (la homofobia) para reducir ese tipo de conductas.
Fuente | International Business Times, vía EstoyBailando
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