El arzobispo de Bruselas, condenado por actuar “con pasividad” ante un caso de abusos
Al final, a este obispo homófobo le han dado por donde más le duele… él, que se ha dedicado a condenar a lo homosexuales, a afirmar que el SIDA era un “acto de justicia” y que los cass de abusos sexuales a menores “un hecho del pasado”, he tenido que rendir cuentas ante la Justicia por ese “pasado”… Donde las dan las toman…
Léonard “no trató el caso con la diligencia necesaria” e indemnizará con 10.000 euros a la víctima
Devillet reprocha a la Iglesia belga ocultar el caso y haberle aconsejado no presentar una denuncia
El ex arzobispo de Bruselas calificaba en 2013 el sida como un acto de “justicia”.
Las declaraciones fueron descritas por la sociedad belga como “innobles”y “nauseabundas”
Un tribunal belga condenó este jueves al arzobispo de Malinas-Bruselas, André-Joseph Léonard, presidente de la Conferencia Episcopal belga, a indemnizar con 10.000 euros a un antiguo monaguillo que fue violado por un sacerdote, por haber actuado “con pasividad” ante el caso.
Joël Devillet, que sufrió abusos por parte de un cura luxemburgués entre 1987 y 1991, presentó una denuncia ante el tribunal eclesiástico años después, cuando el arzobispo Léonard era obispo de Namur (sur de Bélgica), informa el diario “La Libre Belgique“.
El arzobispo Léonard no trató el caso con la diligencia necesaria, según la sentencia emitida hoy por el Tribunal de Apelaciones de Lieja. Los abusos comenzaron en 1987, cuando Devillet tenía 14 años y era monaguillo en la localidad belga de Aubange, y se prolongaron de manera repetida hasta 1991.
Devillet reprocha a la Iglesia católica belga haber intentado ocultar el caso y haberle aconsejado no presentar una denuncia.
El Tribunal de Apelaciones de Lieja responsabilizó al presidente de la Conferencia Episcopal Belga de una parte de los problemas psicológicos que padece ahora el denunciante, por culpa de los cuales está parcialmente incapacitado para trabajar.
Devillet, que actualmente tiene 42 años, llevó el caso al tribunal civil de Namur en noviembre de 2013. “La manera en que el demandado (monseñor Léonard) tomó en cuenta y trató la denuncia de los abusos de los que Joël Devillet fue víctima mantuvo a este último con un sentimiento de injusticia y abandono entre 1996 y 2001″, dice la sentencia.
El fallo del tribunal agrega que también “contribuyó al hundimiento de su estructura física“ y a “los problemas psicológicos que han dado lugar a una incapacidad de trabajo del 50 por ciento”. Añade que el arzobispo no tomó conciencia suficiente de la situación de víctima ni adoptó medidas contra el sacerdote, que después volvió a reincidir.
En otra sentencia dictada en 2013, el Tribunal Correccional de Arlon, en Bélgica, estimó que la Iglesia católica belga debía haber denunciado al cura responsable de los abusos.
Devillet ya fue indemnizado por el sacerdote que le violó, pero decidió interponer una acción por otros perjuicios, informa la radiotelevisión pública RTBF.
***
Msr Léonard y el cura tridentino Guillaume Loddé
En octubre de 2010, el prelado causó un gran revuelo en Bélgica al asegurar en un libro que “jugar con la naturaleza del amor” conduce a catástrofes así. El arzobispo de Bruselas-Malinas, André-Joseph Leonard, quien fuera máximo responsable de la Iglesia en Bélgica, describía el sida como un acto de “justicia”. Unas palabras en las que no cabe malinterpretación ya que el portavoz del arzobispo había asegurado que le advirtió de la polémica que generarían y no las quiso cambiar.
En el libro de conversaciones con el prelado católico entonces de más alto rango en Bélgica se indicaba que Leonard cree que el sida “no es una justicia divina” sino “una especie de justicia inmanente”. El prelado justifica esa consideración señalando que jugar con la naturaleza del amor puede conducir a catástrofes así, y compara esa situación con las consecuencias medioambientales del abuso de recursos que el hombre está haciendo de nuestro planeta.
Estas manifestaciones recibieron inmediatamente las críticas de casi todo el espectro político belga, desde los nacionalistas flamencos del N-VA hasta los socialistas, pasando por liberales y los verdes. Desde “falta de compasión con los enfermos”, hasta las dudas sobre las posibilidades de reconciliación entre la Iglesia y la sociedad, pasando por comentarios como “innoble” o “nauseabundo”, numerosos ministros nacionales o regionales, así como parlamentarios, reaccionaron de forma muy negativa.
Y es que estos comentarios se produjeron un mes después de la presentación de un informe demoledor sobre los casos de pederastia en el país a manos de miembros de la Iglesia Católica (Medio millar de niños belgas fueron violados por curas). Algo que el propio Leonard calificó como “errores del pasado”.
El portavoz de Leonard, Jürgen Mettepenningen, intentó rectificar reconociendo, en la cadena de radio flamenca VRT, que “yo no lo hubiera dicho así”. Mettepenningen explicó que, al releer el borrador del libro, advirtió de que esa expresión podía generar problemas, pero indicó que “el arzobispo no la ha modificado, al afirmar que no podía escribir otra cosa de lo que él piensa”.
El libro “Monseñor Leonard: Conversaciones”, es una actualización realizada por autores flamencos de una obra de igual título publicada en francés en 2006, cuando el actual cardenal era solamente obispo de Namur. En esas conversaciones, el arzobispo defiende el celibato sacerdotal a pesar de que está muy cuestionado por los escándalos de pederastia. Leonard recuerda que la mayoría de los casos de abusos sexuales de menores se dan en el ámbito familiar, sin que por ello se plantee la desaparición de la institución de la familia. El prelado considera que, con el tiempo, es posible que desaparezca el celibato, pero “independientemente” de la cuestión de la pederastia en algunos religiosos.
Comentarios recientes