Argentina: ¿Hay un aumento de la violencia a los homosexuales?
Un joven fue golpeado en Parque Lezama “por ser gay”. En un cine de Palermo y durante una escena homoerótica, una de las espectadoras se la pasó diciendo “qué asco”. Todo en menos de una semana.
Un hombre agarra a otro por el cuello y de un manotazo lo tira al piso.
¡Paf! Suena la caída.
“Así se trata a un maricón”, dice. Lo patea y lo golpea. Y lo persigue por todo el espacio. “Así se trata a un maricón”. Y lo patea. “Así se trata a un maricón”. Y lo golpea. “Así se trata a un maricón”. Y lo persigue a piñas.
La escena dura unos veinte minutos. Es insoportable y violenta. Hay unas cien personas mirando la situación. Nadie dice ni mu. Pero todos se preguntan cuándo va a dejar de pegarle.
Mientras esa escena de ficción transcurría el domingo pasado en un teatro de Almagro, donde se presentaba Savage, una obra de la compañía de danza del IUNA, a unas cuadras del teatro sucedía lo mismo.
Ariel Olivera. Víctima de una paliza en Parque Lezama.
“Tenés que morir por puto”, le dijeron a Ariel Olivera, un joven que paseaba por el Parque Lezama.
A la amenaza, le siguió una tremenda paliza. Y esta vez, el escenario no era una sala de teatro.
“Párate puto, parate”, le pedía el agresor en medio del parque. Ariel pudo resistir los primeros golpes. Pero una patada en el estómago lo desmayó. Cuando recuperó el conocimiento estaba hundido en su propio charco de sangre.
Pero no era ficción.
La homosexualidad sigue siendo un tema incómodo. El cambio cultural parece tardar mucho más que los cambios legales.
Pedro Robledo, golpeado en 2013 por su orientación sexual.
Lo mismo pasó en una fiesta privada en San Isidro, el 23 de marzo de 2013.
“El Papa es argentino. No pueden haber putos argentinos”, le dijeron a Pedro Robledo y Agustín Sargiotto, una pareja que disfrutaba de la fiesta. Y otra vez volvieron a golpear con violencia a dos hombres por ser homosexuales.
INFOnews publicó hace menos de una semana, la columna “Los homosexuales y el asco” en la que también se denunciaba un acto de violencia contra la comunidad gay. Sucedió en Palermo durante la emisión de la película Muerte en Buenos Aires.
En el cine, mientras se sucedía una escena en la que el protagonista, un empresario homosexual, bailaba con jóvenes de torsos desnudos “en la platea, una rubia de unos 25 años exclamaba ruidosamente: `¡Qué asco!´. La chica repitió la exclamación cada vez que ocurría una situación homoerótica. Junto a sus amigos, repiqueteaba de manera nerviosa el suelo con los pies, decía `no, no´ ante los besos y escarceos de los protagonistas como si se tratara de una tarántula inesperada en una película de terror”.
La homosexualidad sigue siendo un tema incómodo. El cambio cultural parece tardar mucho más que los cambios legales. Desde el 22 de julio de 2010 en Argentina se permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo. Sin embargo, los episodios de violencia se suceden sin importar qué dicen las leyes.
¿Hay un aumento de la violencia a los homosexuales?
“Lo que hay es visibilidad. La ley de matrimonio igualitario permitió un empoderamiento del colectivo, que se anima más a denunciar” aseguró a INFOnews Esteban Paulón presidente de la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB).
El episodio de Ariel Olivera, como el de Pedro Robledo o los comentarios que se escucharon en ese cine de Palermo durante la emisión de Muerte en Buenos Aires vienen a mostrar “que tenemos que seguir trabajando, aunque haya un respaldo legal que legitima las diferentes orientaciones sexuales” analizó Paulón. Así funciona el matrimonio igualitario, que reconoce que “la unión, la relación de afectividad es igual entre las parejas del mismo sexo” que en el resto de los casos.
Muerte en Buenos Aires. La película que dio “asco” a una de sus espectadoras.
Aunque en Argentina se sigan registrando episodios de violencia, la tolerancia tiene mucho más lugar en nuestro país que en el resto de Latinoamérica. “En Colombia y Paraguay el debate por el matrimonio igualitario es muy diferente. Hay mucha más discriminación, mucha más violencia”, reconoció Paulón. De todos modos “tenemos que seguir trabajando” para que el ataque físico por orientación sexual deje de ser noticia.
Desde la dirección de denuncias jurídicas del Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI) aseguraron a INFOnews que en el último tiempo recibieron con mayor frecuencia denuncias por violencia contra homosexuales. “Eso puede ser porque hay más nivel de violencia o porque el tema tiene más visibilidad. Aunque es muy difícil registrar a qué se debe el aumento en la cantidad de denuncias”, explicó Julián Díaz Bardelli, titular de la dirección de denuncias jurídicas.
Luego de que el joven golpeado en Parque Lezama hiciera su descargo sobre lo que le había sucedido “en la comisaría calificaron al hecho como robo seguido de lesiones”, precisó Bardelli. Esa tipificación se desprende de que a Ariel se le desapareció “la mochila o morral que tenía antes de la golpiza”. Pero la pérdida de su bolso se produce después de la agresión. De este modo, “la tipificación policial diluye el aspecto” central del ataque. Ariel recibió una paliza por ser gay y no en el marco de un robo. Así, este joven que caminaba en la noche del domingo por Parque Lezama fue doblemente vulnerado. Primero por su agresor y después por la policía. Otra muestra de que, como bien señaló Paulón, “hay que seguir trabajando”.
Fuente: InfoNews
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