El obispo Joseph María Bonnemain afirma que “El comportamiento sexual entre personas del mismo sexo no puede ser aprobado”
Joseph Maria Bonnemain
Un obispo suizo que había hablado positivamente sobre las protecciones legales para las parejas del mismo sexo, a pesar de que se opuso al reciente referéndum de igualdad matrimonial de la nación, y que señaló que su aparente contradicción dependía de la palabra “matrimonio“, afirma ahora que no se pued aprobar las relaciones entre personas del mismo sexo.
El controvertido obispo de Coira, Joseph Bonnemain, ha confirmado que a pesar de cumplir 75 el años, el Papa le ha dado una prórroga de cinco años más.
El obispo, nacido en Barcelona y miembro del Opus Dei, ha concedido una entrevista a The Pillar y ha hablado sobre algunas de las polémicas que le salpican durante estos años como obispo de la conservadora diócesis suiza.
Bonnemain señala que para él, el cristianismo “se trata de una relación personal y viva con Cristo. No es una figura del pasado, sino el centro del cosmos y de la historia”.
Cuando fue nombrado obispo de Coira, causó conmoción su decisión atípica de no elegir escudo episcopal. El obispo español da la siguiente respuesta para justificar su decisión: “Respeto la tradición de que los obispos suelen tener un escudo de armas. Esta tradición ha surgido sobre todo del hecho de que durante siglos los obispos también ocuparon una posición temporal de poder. Desde el Concilio Vaticano II, se ha hecho más claro que los líderes de la Iglesia ejercen un ministerio pastoral exclusivamente espiritual. Por eso quise subrayar con la renuncia al escudo de armas que entiendo mi actividad en la Iglesia como una actividad fraterna y que la Señal de Cristo de la Cruz me basta. Así que traté de estilizar una Cruz con el lema horizontal combinado con una barra vertical”.
El prelado de la diócesis suiza se defiende también de las críticas sobre algunas de sus declaraciones sobre la homosexualidad y asegura que “siempre he afirmado, de acuerdo con la fe de la Iglesia Católica, que las personas con sentimientos u orientación hacia el mismo sexo merecen todo nuestro respeto. Pueden integrarse y participar activamente en la Iglesia como miembros de pleno derecho”.
Sobre esta misma cuestión, enfatiza que “el comportamiento sexual entre personas del mismo sexo, por otro lado, no puede ser aprobado. Basado en la revelación bíblica, el sacramento del matrimonio es la fidelidad indisoluble y de por vida de una sociedad entre un hombre y una mujer, orientada hacia el bienestar mutuo y la procreación y educación de la descendencia”.
Por otro lado, subraya que respeta ”la decisión democrática en nuestro país (Suiza) de reconocer legalmente las parejas del mismo sexo por parte del estado. Sin embargo, en mi opinión, usar el término “matrimonio para todos” [“ Ehe für alle ” en alemán] genera confusión. Diferentes realidades son nombradas con el mismo término, lo cual no sirve al entendimiento”.
“Es por eso que inicialmente abogué por llamar a lo que la Iglesia siempre ha llamado matrimonio, y como la sociedad civil lo ha llamado durante siglos, “biomatrimonio”. Es decir, en el sentido de original, inmutable, genuino. Esto crearía una diferencia conceptual del nuevo llamado ‘matrimonio para todos’”, agrega.
Otro de los asuntos polémicos en los que se ha visto envuelto este obispo del Opus Dei es a consecuencia del código de conducta que introdujo en la diócesis en abril del 2022 y que fue fuertemente criticado por sacerdotes de la diócesis. El obispo Bonnemain defiende en la entrevista con The Pillar que “este código contiene sugerencias y propuestas o instrucciones muy concretas sobre cómo comportarse profesionalmente en el campo de la pastoral en relación con las cuestiones de cercanía y distancia en situaciones interpersonales”.
“Incluso el grupo de sacerdotes que criticó el código dice estar de acuerdo con cerca del 95% del contenido. Sin embargo, puedo entender que la redacción de algunos puntos pueda causar dificultades de comprensión”, destaca el obispo.
Sobre las tensiones existentes dentro de la diócesis, el prelado reconoce su existencia y afirma que “no se puede negar que existe una tensión interna entre dos orientaciones en cuanto a la comprensión de la Iglesia”. Además, no duda en señalar que “esta tensión no es muy diferente de la que también existe en la Iglesia mundial y que el Papa Francisco menciona muy a menudo. La Iglesia no debe ser algo parecido a un museo, sino dinámica y en evolución. Pero tampoco debe ser un campo experimental para la arbitrariedad”.
Fuente The Pillar
Comentarios recientes