Ilusos… Medios mexicanos guardan la esperanza de que la Iglesia cure la homosexualidad.
La iglesia que ‘cura’ homosexuales
Desmontando el fenómeno del ‘Movimiento Ex Gay’
Varios medios mexicanos han destacado la labor del Refugio la Esperanza situada en Tijuana, Baja California, que asegura curar la homosexualidad.
En México ha habido muchos avances en el último tiempo en lo que respecta a la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo y todo lo que está relacionado con los derechos humanos y las Comunidades LGBT.
Sin embargo, aún quedan muchas reservas y muchas personas que piensan que la homosexualidad es algo que se puede curar porque lo consideran una enfermedad más. Dicho esto, no nos extraña que una asociación cristiana conocida como “Refugio la Esperanza” esté en el punto de mira desde que distintos medios importantes en México hayan destacado su labor para curar la homosexualidad.
México.- Medios como Sipse, Milenio y otros, han destacado un artículo sobre la labor del Refugio la Esperanza, a cargo de José Mora, líder de una congregación cristiana en Tijuana, Baja California.
El artículo en cuestión contiene citas bíblicas como: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni vestirá el hombre ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace (Dt, 22:5)”. Esta cita es la introducción al caso de un travestí de nombre “Dayana” (Roberto) que se prostituye para pagar la droga a la que es adicto, y quien llegó al Refugio la Esperanza buscando ayuda para desintoxicarse definitivamente. “‘Así llegan todas, vestidas, con sus chichis, drogadas, enfermas…’asegura Mora, quien hace algunos años arribó a este lugar justo como Dayana”, relata el autor del artículo Julio I. Godínez Hernández.
El artículo destaca el hecho de que el Refugio la Esperanza es uno de los pocos lugares seguros para personas como “Dayana”, en lugares rodeados de homofobia y poca actuación de las autoridades al respecto.
“‘No obstante, como me dijo Alberto Hernández, investigador del Colegio de la Frontera Norte, la Iglesia Refugio la Esperanza, tal como muchos grupos religiosos en esta ciudad han hecho desde la década de los setenta con el tratamiento de la drogadicción, parece estar más interesada en salvar las almas de los transexuales que en lograr una rehabilitación a partir de enfoques terapéuticos formales que permitan reinsertarlos a eso a lo que ellos temen y llaman el mundo exterior'”, dice el artículo.
“No entrará a la congregación el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril” (Dt, 23:1)”, dice una cita bíblica más a manera de introducción a otro caso, el de Cristina, una transexual mexicana que a finales de los 80’s viajó a San Francisco, EU, para “comerse al mundo“; pero las cosas no funcionaron como ella imaginaba. Durante su estancia en San Francisco, Cristina disfruto de la vida “liberal” de esa ciudad y sus ventajas económicas. Pero “el alcohol, las drogas y el sexo que se practicaba sin control y muchas veces sin protección alguna, se mezclaron en tiempos en los que nuevas enfermedades se esparcían sin piedad, sobre todo entre la comunidad LGBT del mundo”, relata el artículo. Roberto, es decir “Cristina”, se enteró que tenía VIH cuando fue detenida por la Policía de San Diego en 1990, luego volvió a Tijuana y siguió ejerciendo el trabajo sexual, ahora espera que el Refugio la Esperanza la “rescate“.
Otro caso es el de Gustavo Silva, de 41 años de edad, quien con la Biblia en la mano, asegura llevar 9 años sin acostarse con otro hombre. Él llegó al Refugio la Esperanza en 2004, buscando una solución a sus adicciones.
Uno de los casos más sorprendentes de esta supuesta “cura gay”, es el de Osiel Noé Amado, quien dejó la prostitución homosexual para casarse con una mujer y formar una familia, tienen dos hijos. “Hace 13 años, Osiel fue invitado a lo que en esta congregación llaman terapia de liberación, una serie de pasos para que los homosexuales logren ser lo que hasta ahora no han sido. Una vez desintoxicado de las drogas que consumía, lo invitaron a que se cortara el cabello, que se vistiera con camisa, pantalón y zapatos, y que se deshiciera de los implantes de seno que tenía. ‘Mire, me dice levantándose la camisa, sólo me quedan las cicatrices’. Además, como parte de su ‘tratamiento, lo invitaron a creer en Jesucristo”, dice el artículo. ´
El artículo también cita las palabras de Leticia Rosas, benefactora y pastora de por lo menos 4 albergues como el de la Esperanza. Ella equipara a la homosexualidad con todas las adicciones y afirma que tienen su origen en abusos durante la infancia. “La homosexualidad es producto de engaños del diablo, y sus deseos insanos son producto de espíritus malignos”, advierte Leticia.
Destaca que Tijuana cuenta con el “nada honroso segundo lugar” en crímenes de odio por homofobia a nivel mundial, con 98 muertes, según el Instituto Oikos Centro Integral (sólo detrás de Brasil).
Gracias a este artículo nos podemos dar cuenta de uno de los orígenes más importantes de la homofobia, la ignorancia, pues los mexicanos siguen equiparando la homosexualidad con las adicciones a las drogas, pensando que se pueden curar.
Uno de los argumentos más utilizados para probar la teoría de la “cura gay” que plantean muchas congregaciones religiosas, son los casos de estos hombres que ejercieron la prostitución homosexual para sobrevivir a diferentes circunstancias. Es muy probable que muchos de ellos no sean homosexuales, pero esto no aplica para el resto de la comunidad gay.
Con la divulgación y los testimonios escuchados únicamente se destaca que personas que han ido por una adicción a las drogas y son homosexuales, o algunos trabajadores del sexo que han contraído VIH en sus prácticas, son los verdaderos maleantes y propagadores de las mismas es decir, desde aquí se asocia que quienes traen el VIH y otras enfermedades sexuales son los gay.
Las asociaciones LGBT han criticado por completo esta posición y se ha generado la polémica. Una vez más, vemos los problemas existentes de homofobia e ignorancia en el país de México.
Fuente SDPnoticias
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