La iglesia y sus artimañas para evitar la aprobación del matrimonio igualitario
Desde que el presidente Peña Nieto declaró su apoyo a los matrimonios homosexuales, los religiosos han hecho hasta lo imposible para que no sean aceptadas. En septiembre, el Congreso mexicano vuelve a discutir la agenda legislativa y uno de sus pendientes será el matrimonio igualitario.
Psicología, anatomía, gastronomía y semántica. A todo esto ha recurrido la Iglesia católica mexicana en las últimas semanas para argumentar contra los matrimonios homosexuales.
El presidente Peña Nieto propuso en mayo una reforma constitucional que permitirá la unión de personas del mismo sexo en los 32 Estados del país. Desde entonces, las autoridades católicas iniciaron una cruzada en defensa de la familia e instrumentaron una campaña basada en ocurrencias para plantar una oposición a cara de perro a la lucha contra la discriminación del Gobierno mexicano.
La más reciente perla ha llegado de Aguascalientes, en el centro de México. El obispo José María de la Torre dijo esta semana que la homosexualidad es un modelo “ideológico… sajón, nórdico”, que ha sido implantado a toda la humanidad a la fuerza.
El obispo fue más allá y se metió hasta la cocina. “¿Cómo llaman en el Distrito Federal a esos tacos con queso? Aquí decimos quesadillas y en la Ciudad de México hay quesadilla de frijoles y de flor de calabaza. Llámenles tacos de calabaza, pero no les pueden llamar quesadillas. Es algo contrario a la lógica. Llamarle matrimonio es contrario a la lógica y contrario a la naturaleza”.
De la Torre decidió utilizar la gastronomía mexicana como ejemplo —una de las más ricas y diversas del planeta— para explicar por qué la Ciudad de México, la primera entidad que aprobó el matrimonio gay, está imponiendo una visión a otros Estados.
Aguascalientes es una de las regiones donde se investiga la intromisión de la Iglesia en la política. El PRI, que perdió el gobierno local, cree que el obispo operó para que el PAN triunfara en las elecciones de junio. Un grupo de priístas piensa que la propuesta de legalizar los matrimonios homosexuales en todo el país llevó a los religiosos a trabajar para favorecer a la derecha, la gran ganadora de los comicios.
El caso de De la Torre en Aguascalientes no es aislado. La Archidiócesis de México, encabezada por el polémico Norberto Rivera, ha dedicado varias páginas de su semanario a argumentar en contra del matrimonio homosexual. En Desde la fe se dice que la unión entre personas del mismo sexo “no tiene estabilidad emocional” y que en ella hay más celos, resentimientos y rupturas. Parte de la información se escuda en los supuestos hallazgos científicos del sociólogo estadounidense Paul Sullins. Se omite, por cierto, mencionar que el experto es un pastor anglicano que enseña en la Universidad Católica de América, en Washington.
Otra afirmación polémica hecha en Desde la fe se publicó el mes pasado. “El cuerpo humano no está diseñado para la relación homosexual”, se asegura en la segunda de cinco entregas del artículo ¿Por qué la Iglesia se opone a la iniciativa del presidente que promueve el matrimonio igualitario? En este texto se dice que “el ano del hombre no está diseñado para recibir, solo para expeler”. Aquí no se cita a doctores o especialistas que respalden los dichos. Solo un nombre aparece en el texto: San Pablo.
En septiembre, el Congreso mexicano vuelve a discutir la agenda legislativa. Uno de sus pendientes será el matrimonio igualitario. Pocos partidos tienen esta reforma en sus prioridades a pesar de haber sido propuesta por el presidente.
Hasta el momento, la Iglesia, que ejerce una enorme influencia en muchos mexicanos, está ganando la batalla. Por increíble que parezca, los risibles argumentos de arzobispos y obispos se están imponiendo en una discusión de normas y derechos.
Fuente Sipse
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