Bertín Osborne no se arrepiente de sus “bromas” homófobas: “al que no le guste, que se joda”
Deplorable espectáculo el de Bertín Osborne, que recientemente ha saltado con su programa de entrevistas de Televisión Española a Telecinco, y del que se ha difundido un vídeo en el que el cantante reconvertido a entrevistador derrocha homofobia a costa de los que ahora son sus compañeros de cadena.
El vídeo muestra un fragmento de uno de los espectáculos que representa Osborne junto al humorista Arévalo, otro decadente personaje que se hizo famoso con sus chistes “de mariquitas” en una época en la que la burla a los homosexuales no solo no merecía sanción social alguna, sino que era jaleada por las masas. Chistes “de mariquitas” que por cierto ambos siguen defendiendo: en una entrevista publicada en abril por La Vanguardia, Arévalo aseguraba que “cuando alguien se enfada por un chiste de mariquitas suele ser alguien que no tiene ni idea. ¡Pero si ahora hay series en televisión con mariquitas de verdad y mariconeando!”. Osborne lo defendía: “Nadie hace un chiste así con deseo de ofender. En los últimos 15 años, en España se ha perdido el sentido del humor. Esto parece otro país, tiene razón Paco”, añadía…
Volviendo al vídeo (que en realidad está en YouTube desde 2012, pero que es ahora cuando se han viralizado), en el fragmento grabado Bertín Osborne utiliza la homofobia para burlarse de los personajes de Sálvame, el inclasificable programa que desde hace años ocupa las tardes de Telecinco (supuestamente una tertulia “rosa”, convertida ya en un reality con vida propia). Entre sus participantes hay diversas personas LGTB, destacando muy especialmente su principal presentador, el abiertamente gay Jorge Javier Vázquez.
Con independencia de la opinión que cada uno pueda tener de Sálvame, lo que en cualquier caso no es de recibo son las bromas homófobas que Bertín Osborne utiliza en su espectáculo para críticas a quienes califica de “moñas ‘desocupás’ que no han pegado un palo al agua en su vida”. En concreto, en clara referencia a su presentador, Osborne cuenta cómo un día fue al programa y “como no tenía más remedio, metí el culo contra la pared, y el zócalo lo deje limpio, limpio, limpio… Cuando estaba a cuatro o cinco metro de la silla me tiré en plancha, y menos mal que tenía ruedas, porque cuando terminó la entrevista me fui sentado en la silla hasta el taxi. Me atravesé todos los pasillos sentao en la silla apretao bien…”:
El conocimiento del vídeo, según asegura también La Vanguardia, no ha sentado muy bien a sus nuevos compañeros de cadena. Pese a ello, Bertín Osborne no solo no piensa rectificar, sino que está dispuesto a seguir “diciendo lo mismo” porque “me sale de las narices. ¡Y ya está! Y al que no le guste que se joda”. Osborne insiste en que en España “se ha perdido el sentido del humor” y asegura que “los políticos” son los culpables por imponer lo “políticamente correcto”.
Que dos personajes como Osborne y Arévalo, símbolo de la España más rancia y casposa, sigan gozando del favor de cierto público dice poco a favor de su gusto artístico, pero allá cada cual. Uno podría hasta mirarles con cierta benevolencia si admitieran que sus desagradables bromas del pasado eran fruto de la sociedad de su época, que por fortuna ha experimentado profundos cambios, y demostraran una mínima capacidad de empatizar con aquellos a los que han ofendido. Pero no es así: se empeñan en perpetuar una homofobia que ya no puede seguir banalizándose. Y nada tiene que ver con la corrección política, sino con la protección de los más vulnerables.
Fuente Dosmanzanas
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