Putin no reconoce las torturas contra homosexuales en Chechenia, mientras los periodistas rusos que las destaparon están amenazados de muerte
El clamor internacional para que el Gobierno de Rusia investigue la existencia de un campo de concentración para homosexuales en Chechenia y depure responsabilidades es cada vez mayor. Existen evidencias y testimonios directos del horror, así como varios cadáveres. Sin embargo, para la administración que encabeza Vladimir Putin no se trata de “información creíble”, razón por la cual, al menos por el momento, las autoridades federales permanecerán con los brazos cruzados ante el horror perpetrado por las “fuerzas de seguridad” chechenas, con el supuesto conocimiento de su presidente, Ramzán Kadýrov. Esta pasividad contrasta con las amenazas de muerte que están recibiendo los periodistas de Novaya Gazeta (el mismo diario ruso que destapó el escándalo sobre los secuestros, torturas y homicidios de homosexuales en la República de Chechenia).
Como venimos explicando, los presidentes de la República de Chechenia y de la Federación de Rusia comparten formación política (Rusia Unida) e intereses comunes, entre los que se encuentra la LGTBfobia de Estado. Quizá los métodos del checheno Ramzán Kadýrov sean excesivamente comprometedores para la línea trazada por Putin, pero todo apunta a que, lamentablemente, las alianzas políticas y la estabilidad de esta república semiautónoma (castigada por los enfrentamientos violentos continuos entre separatistas y prorrusos) son cuestiones que preocupan más al Kremlin que los derechos humanos del colectivo LGTB.
El negacionismo ante las evidencias parece la táctica escogida por los afines a Vladimir Putin, con la esperanza de que pronto amaine la tormenta y se vaya disipando el foco informativo internacional sobre lo que está ocurriendo en Chechenia. El portavoz principal de Putin, Dmitry Peskov, ha asegurado que el Kremlin no tiene conocimiento de “ninguna información creíble” sobre las denuncias de detenciones, torturas y asesinatos de más de 100 hombres gais en Chechenia.
Por supuesto, Peskov tampoco ha hecho ningún comentario oficial sobre el campo de concentración de prisioneros homosexuales, ubicado en un antiguo complejo militar en la ciudad chechena de Argún, a unos 15 kilómetros de Grozni (la capital de la república). La administración rusa no parece tener en consideración, ni siquiera, a la comisionada para de Derechos Humanos en Rusia, Tatiana Moskalkova, que días atrás enviaba una solicitud oficial al Fiscal General sobre la persecución de personas homosexuales en Chechenia.
Sin embargo, hay varios testimonios (y cada vez parece haber más) de supervivientes de esas detenciones que explican lo que está ocurriendo en el país. El diario se basa en el testimonio de personas que aseguran haber escapado de allí y que relatan historias escalofriante a ‘Novaya Gazeta’: “Varias veces al día llevaban a un interrogatorio en el que nos golpeaban. La principal tarea es averiguar nuestra red de contactos, pues piensan que al ser detenidos por ser homosexuales toda nuestra red también lo es”. Golpes con objetos contundentes, escupitajos en la cara, vejaciones… Algunos detenidos incluso son maltratados hasta quedar KO. Todo para llevar a cabo una limpieza contra todo el colectivo homosexual. En una redada, en la que murieron al menos tres homosexuales, cien fueron detenidos.
El rotativo británico The Guardian empezó ayer a publicar relatos de testimonios. Cita por ejemplo el caso de Adam, que denuncia que sus captores le electrocutaban varias veces al día. Si no chillaba, asegura, llegaban más carceleros para apalearle con bastones de madera o barras de hierro. “A veces intentaban obtener información; otras, simplemente se divertían”, denuncia el hombre. Muchos de ellos son devueltos a sus familias, tras haber sido apaleados hasta casi la muerte, para que sus propios familiares realicen lo que en las sociedades extremistas islámicas se conoce como “asesinato por honor”.
En cambio, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), cuya sede se encuentra en Ginebra, se ha sumado a las autoridades europeas y a organizaciones no gubernamentales como ILGA-Europa (la rama europea de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales), Amnistía Internacional o Human Rights Watch, así como a las exigencias de países como los Estados Unidos, el Reino Unido o Alemania. En un comunicado conjunto, cinco relatores pidieron que se ponga fin a los abusos y acoso contra ese colectivo y exhortaron al gobierno ruso a condenar las declaraciones homofóbicas, que incitan al odio y la violencia, y que muchas veces son pronunciadas por las autoridades locales. “Es vital que se investiguen a fondo las denuncias de secuestros, detenciones ilegales, tortura, palizas y asesinatos de gays y bisexuales”, subrayaron. A través de un comunicado, el ACNUDH exige que “los hombres detenidos en la República de Chechenia por el simple hecho de ser percibidos como homosexuales deben ser puestos en libertad inmediatamente y se debe terminar con los abusos y persecuciones”.
Desde el ACNUDH añaden que “son actos de persecución y violencia a una escala sin precedentes en la región, y constituyen graves violaciones de las obligaciones de la Federación Rusa, en virtud del derecho internacional en materia de derechos humanos”. Asimismo, los expertos de la ONU en derechos humanos urgen “a las autoridades a que procedan a la liberación inmediata de todas las personas detenidas ilegalmente en la República de Chechenia debido a su orientación sexual real o percibida, a que lleven a cabo investigaciones inmediatas, exhaustivas e imparciales sobre todos los casos sospechosos de secuestro, tortura y homicidio ilícitos y a velar por que todos los que participen en esos actos sean hechos responsables y por que se proporcionen a las víctimas recursos efectivos”. Entre los firmantes del comunicado se cuentan Vitit Muntarbhorn, experto en la protección contra la violencia por orientación sexual, y David Kaye, relator especial sobre la libertad de opinión y expresión.
Los periodistas de Novaya Gazeta, amenazados de muerte
El siniestro Ramzán Kadýrov rezando…
Fanáticos religiosos y nacionalistas chechenos están haciendo una llamada para defender el “honor” de su pueblo, frente a las informaciones destapadas en territorio ruso por el diario Novaya Gazeta. Hace unos días, la mezquita principal de Grozni se utilizaba, según apuntan varios medios rusos e internacionales, para abordar el tratamiento informativo que los profesionales de la comunicación de este medio han realizado sobre el caso de las torturas a homosexuales en Chechenia. Tras la publicación del reportaje que denunciaba los abusos del gobierno que dirige Ramzan Kadírov, se celebró en la mezquita central de Grozni una reunión con unos 15.000 asistentes entre los que estaban los principales líderes religiosos de la región. Durante esa reunión un consejero de Kadírov acusó al Nóvaya Gazeta de haberse inventado las acusaciones y los declaró “enemigos de nuestra fe y de nuestra patria“. Al acabar el acto se aprobó una resolución: La llamada resolución de la Alta Asamblea de teólogos islámicos y líderes de la opinión pública en Chechenia ha lanzado la siguiente amenaza: “teniendo en cuenta el insulto a los fundamentos centenarios de la sociedad chechena y la dignidad de los hombres chechenos, así como a nuestra fe, prometemos que la respuesta alcanzará a los verdaderos instigadores, dondequiera que estén y quiénes sean, sin prescripción alguna”. Además, han solicitado “a todas las personas sensatas que luchen contra la difusión de semejante bajeza y provocación de todas las maneras posibles”.
Más tarde durante una entrevista a la emisora Habla Moscú, el muftí (un consultor jurídico musulmán cuyas decisiones públicas suelen considerarse leyes) de Chechenia se refirió a los periodistas del Nóvaya Gazeta así: “Yo no quiero llamar personas a esa gente. Esos seres responderán de acuerdo a la ley. En cuanto al castigo, el castigo de Alá les alcanzará irremediablemente“.
Vladimir Putin junto a Ramzan Kadirov, presidente de Chechenia
Desde el Nóvaya Gazeta han publicado una declaración en la que han denunciado estas amenazas contra la redacción del periódico. Su director, Dmitri Muratov, se ha puesto en contacto con el Kremlin para informar de la situación y avisarles de que la redacción del periódico teme por su seguridad.
El Nóvaya Gazeta ha recordado al muftí checheno que durante el conflicto entre Rusia y Chechenia el periódico se mostró muy crítico con Rusia y defendió a Chechenia, lo que le costó la vida a la periodista Anna Politkóvskaya: “No hemos ofendido ni hemos tenido intención de ofender al pueblo chechén. Lo apreciamos sincera y profundamente. Estuvimos cerca en los años trágicos de la guerra, ayudamos a evacuar a los heridos, llevamos ayuda humanitaria, liberamos a rehenes. Cientos de familias chechenas recuerdan con agradecimiento el trabajo humanitario de nuestra reportera Anna Politkóvskaya. Confío en que la resolución de la Alta Asamblea estuviera dictada por la emoción. Especialmente en la parte que habla del castigo. Aquí veo un llamamiento directo a la represalia. Y la redacción recuerda muy bien y nunca olvidará los asesinatos por encargo de Anna Polikóvskaya y Natalia Estemirova.”
Ante tales amenazas, Elena Milashina, la periodista de Novaya Gazeta que firmó las primeras informaciones sobre las torturas ilegales contra hombres gais en Chechenia, se ha visto obligada a esconderse en un lugar seguro, temiendo por su propia vida. En una entrevista concedida a Victoria Derbyshire, de la cadena de televisión británica BBC, Milashina ha dicho que las reacciones desde Chechenia han sido “aterradoras”, citando que “en la mezquita más grande de Grozni, 15.000 personas se reunieron y declararon una yihad contra nosotros … no solo contra mí personalmente, sino contra todos los periodistas de Novaya Gazeta”. Este es el vídeo de la entrevista:
Amnistía Internacional también ha denunciado esa declaración de los líderes chechenos y la consideran “una clara amenaza de violencia contra los periodistas“.
Desde el Kremlin su portavoz, Dmitri Peskov, ha asegurado que están al tanto de la situación y confirma que han recibido la carta del director del Nóvaya Gazeta. Peskov asegura que el gobierno ruso está “categóricamente en contra de cualquier método de presión que esté fuera de la ley. Y especialmente de cualquier acción que pueda suponer una amenaza para la seguridad de los periodistas.” El gobierno ruso recuerda a las autoridades chechenas que si consideran que las publicaciones del periódico no se ajustan a la realidad pueden acudir a los tribunales para denunciar a los autores.
Pero a la vez que dicen esto, después de haber prometido que investigarían la situación en Chechenia y a pesar de que todos los organismos internacionales que velan por el cumplimiento de los Derechos Humanos han dado total veracidad a los informes y testimonios que llegan desde la república, ahora el Kremlin asegura no tener “información fiable” de que se esté persiguiendo a los hombres gais en Chechenia y no les consta que haya ningún problema en la región.
Da la casualidad de que estos días el nuevo Secretario de Estado americano, Rex Tillerson, está de visita en Moscú. A Tillerson se le está presionando fervientemente para que interceda frente al Kremlin para que se investigue la situación en Chechenia. 50 miembros del congreso norteamericano firmaron una carta en la que urgen a Tillerson a hacer una declaración pública condenando la purga de gais en Chechenia y a presionar al Kremlin para que ponga fin a la situación.
Víctimas del horror homófobo en Chechenia, repudiadas por sus propias familias
Como hemos recalcado en las noticias relacionadas que hemos publicado, las autoridades chechenas se han negado a reconocer abiertamente la persecución organizada contra homosexuales (y otras posibles víctimas LGTB) con el argumento de que “no puedes detener a personas que no existen en nuestra república. Si personas así existieran en Chechenia, las fuerzas de orden público no tendrían que preocuparse de ellas: sus propias familias se encargarían de enviarlas donde no pudiesen volver”.
Más allá de la bravucona respuesta, lo cierto es que la realidad parece estar dándoles la razón en lo que a las represalias familiares homófobas se refiere. Sin ir más lejos, hace una semana nos hacíamos eco de una de las terribles historias ocurridas en Chechenia: un hombre gay de Grozni había sido torturado en una silla eléctrica para delatar a otros homosexuales. Ahora hemos sabido que se trata de un hombre joven que, después de sobrevivir a la tortura policial, se ha visto obligado a escapar de su familia y a huir de Chechenia.
Las descargas eléctricas a las que era sometido al menos una vez al día se compaginaban con palizas, insultos y vejaciones constantes. “A veces trataban de obtener información de mí, otras veces solo se estaban divirtiendo”. Cuando los matones policiales decidieron que habían obtenido suficiente información, llevaron a la víctima a su casa y le dijeron a su padre lo siguiente: “tu hijo es un maricón. Haz lo que tengas que hacer con él”. Aunque el joven no admitió a su familia que es gay, su padre lo amenazó con violencia física, incluso después de su terrible experiencia. Una noche, poco después de su liberación, abandonó su casa y escapó de Chechenia. Ya no tiene contacto con su familia.
El Gobierno español no se pronuncia y la FELGTB se une a la condena internacional
En España, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) se ha sumado a la campaña de Amnistía Internacional para “investigar sin demora los informes sobre secuestros, torturas y homicidios de homosexuales” en la República de Chechenia. Sin embargo, el Gobierno sigue sin pronunciarse oficialmente, a diferencia de otros países como Reino Unido o Alemania, entre otros.
A través de un tuit, Jesús Generelo, presidente de la FELGTB, se ha preguntado: “¿Volvemos a la Edad Media? Rusia debe parar su escalada de homofobia”:
¿Volvemos a la Edad Media? #Rusia debe parar su escalada de #Homofobia @EmbajadaRusaEs @KremlinRussia_E #Chechenia https://t.co/Xu6wTFuQOy
— Jesús Generelo (@JesusGenerelo) 11 de abril de 2017
Además de campañas como la de Amnistía Internacional, desde varias plataformas de recogidas de firmas se está instando a que “pongan fin a la represión contra las personas gay en Chechenia, al mismo tiempo que se respeten los valores de la justicia y la tolerancia”. Es el caso de Avaaz, en cuya página se han sumado hasta el momento de publicar este post más de 600.000 ciudadanos de distintas procedencias internacionales.
Fuente: La Vanguardia, Pink News,Dosmanzanas/EstoyBailando/Cáscara Amarga
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