Islandia aprueba histórica prohibición de terapia de conversión y es trans-inclusiva
El parlamento islandés aprobó una ley que prohíbe la terapia de conversión sobre la base de la sexualidad, la expresión de género y la identidad de género. (Betty)
El parlamento islandés aprobó una ley que prohíbe las llamadas prácticas de terapia de conversión sobre la base de la orientación sexual, la expresión de género y la identidad de género en una mayoría aplastante.
El viernes (9 de junio), el país nórdico se unió a Canadá, Brasil, Ecuador, España, Alemania, Francia, Malta y Nueva Zelanda para prohibir las prácticas de conversión dañinas.
Ni un solo representante votó en contra del proyecto de ley, propuesto por la presidenta del partido parlamentario Viðreisnar y diputada del Partido Reformista, Hanna Katrín Friðriksson, con 53 votos a favor y tres abstenciones.
Friðriksson ha dicho anteriormente que las prácticas de conversión están “basadas puramente en la ignorancia y las ideas reaccionarias” y “no tienen cabida en nuestra sociedad”, según Reykjavik Grapevine.
Según Ugla Stefanía Kristjönudóttir Jónsdóttir, escritora y experta en temas LGBTQ+ en Islandia, la abrumadora mayoría que votó a favor de la prohibición en el Althingi (parlamento islandés) mostró que la legislación fue ampliamente apoyada, incluso después de los intentos transfóbicos de eliminarla.
“La legislación tuvo el apoyo de todos los partidos en el parlamento, a pesar de los intentos de conocidos grupos de odio anti-trans bajo la influencia inglesa de oponerse a ella, y alegando erróneamente que lograron ‘matar el proyecto de ley'”, informó en Twitter. “Sus argumentos fueron descartados como retórica anticientífica y antitrans”.
BREAKING: The Icelandic Parliament has just passed a law against conversion practices based on sexual orientation, gender expression and gender identity with a vast majority vote; 53 yes, 3 abstained, none against.
— Ugla Stefanía Kristjönudóttir Jónsdóttir (@UglaStefania) June 9, 2023
Major thanks to everyone who pushed this important legislation forward. It’s an important reminder that progress can still be made amidst rising anti-LGBTQIA+ rhetoric and legislations, and the rights and liberty of LGBTQIA+ people need to be secured and protected.
— Ugla Stefanía Kristjönudóttir Jónsdóttir (@UglaStefania) June 9, 2023
Las publicaciones en el foro de mensajes para padres Mumsnet y en cuentas anti-trans con sede en el Reino Unido en Twitter han celebrado erróneamente la eliminación de la prohibición en días anteriores.
Islandia se convirtió en el primer país del mundo en tener un jefe de gobierno abiertamente homosexual en 2009, cuando Jóhanna Sigurðardóttir fue nombrada primera mujer primera ministra de Islandia.
La actual primera ministra de Islandia es la política del Movimiento Izquierda-Verde Katrín Jakobsdóttir.
La nación europea actualmente ocupa el puesto 90/100 en el índice global de derechos LGBTQ+ de Equaldex, una posición que probablemente mejorará aún más cuando se actualice para reflejar la prohibición integral de la terapia de conversión.
Islandia reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, permite a los ciudadanos cambiar su género registrado sin intervenciones médicas y registrarse como un tercer género con el marcador de género ‘X’ en los documentos oficiales. Las parejas del mismo sexo pueden adoptar legalmente en Islandia, y la discriminación contra las personas LGBTQ+ es ilegal según la ley islandesa.
Islandia ocupa un lugar destacado en derechos LGBTQ+ en el índice global Equaldex.
A medida que el Reino Unido va a la zaga de otros países del mundo en la implementación de una prohibición completa, efectiva e inclusiva de las personas trans sobre las prácticas de conversión, las divisiones en el Partido Conservador bajo Rishi Sunak sobre los derechos de las personas trans se han vuelto cada vez más pronunciadas.
Jónsdóttir comentó a PinkNews que la histórica votación demuestra que “la justicia prevalecerá sobre los prejuicios”.
“Esta prohibición de todas las prácticas de conversión es un recordatorio importante de que el progreso legal vital para todas las personas LGBT+ no es un tema controvertido para quienes centran la justicia y la compasión en sus políticas.
“Durante lo que solo puede describirse como una reacción violenta concentrada contra los derechos de las personas trans y LGBT+ en general, se envía un fuerte mensaje de que se puede lograr el progreso y que, al final, la justicia prevalecerá sobre los prejuicios”.
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En enero de este año, el gobierno de Irlanda promete promulgar una ley que prohíba las terapias de conversión antes de 2024. Sin embargo, el pasado mes de mayo informábamos de que los obispos católicos de Minnesota se manifestaron contra la ley que protege la atención médica de afirmación de género, en particular de los jóvenes trans y la prohibición de las terapias de conversión.
El pasado mes de octubre, el Senado de México votó para prohibir todas las terapias de conversión. En agosto, la ya dimitida primera ministra del Reino Unido Liz Truss, se posicionaba en contra de prohibir las terapias de conversión. El Partido Conservador había estado prometiendo una prohibición de la terapia de conversión en el Reino Unido desde 2018, y el año pasado finalmente produjo un documento de consulta. Sin embargo, la consulta estuvo plagada de banderas rojas, comparando el tratamiento médico afirmativo para niños trans con la terapia de conversión, brindando exenciones religiosas e incluso afirmando que los adultos pueden dar su consentimiento libremente a la terapia de conversión.
Las propuestas de legislación del Reino Unido empeoraron este año cuando se anunció que la prohibición solo cubriría la orientación sexual y no la identidad de género. Por otro lado, Escocia se ha separado de la postura arcaica de los Tories, produciendo su propio informe de un grupo asesor de expertos del gobierno. El informe integral fue bien recibido por la comunidad LGBTQ+, centró a los sobrevivientes en todas las áreas y estableció principios clave para legislar en contra de la terapia de conversión.
Estos incluyeron una prohibición futura que debe cubrir cualquier tratamiento, práctica o esfuerzo que tenga como objetivo cambiar, suprimir o eliminar la orientación sexual, la expresión de la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona, y brindar orientación específica sobre las experiencias de las personas de color LGBTQ+. – y sobrevivientes de grupos religiosos étnicos minoritarios.
En mayo, los obispos y las obispas de la Iglesia Anglicana de Gales celebraban que el Gobierno galés prohíba las “terapias” de conversión antiLGTBI. El pasado febrero, Israel prohibía las terapias de conversión para miembros de la comunidad LGTBQ+. Al otro lado del Atlántico, la Cámara de los Comunes de Canadá le dio su visto bueno el pasado diciembre, por unanimidad, a un proyecto de ley para prohibir las pseudoterapias de conversión, y definitivamente el pasado enero de este año. Se trata de un veto total, no solo en menores de edad, y contempla penas de hasta cinco años de cárcel para quien inflija estas prácticas y hasta dos para quien se beneficie económicamente de las mismas o las publicite. El Senado aprobó el texto en una tramitación exprés apenas seis días más tarde y, tras recibir la firma de la gobernadora general, entró en vigor el pasado 7 de enero, y el pasado marzo les seguía Chile que prohíbe por ley las “terapias reparativas” de la homosexualidad o la transexualidad.
Sin embargo, hace unos meses conocíamos que Boris Johnson cedía a la presión del lobby transexcluyente y dejará fuera de la prohibición de las «terapias» de conversión la identidad de género. Y más recientemente, el Consejo General del Poder Judicial español criticaba en su informe no preceptivo, la prohibición de las mal llamadas terapias, en el proyecto de la ley Trans española. A esto se sumaban las desafortunadas palabras de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, gracias a los votos de la extrema derecha, Díaz Ayuso quien no sancionará al obispo homófobo Reig Plá por las terapias para ‘curar’ la homosexualidad’.
La situación en otros países
Canadá y Francia se unieron al reducido grupo de países que han prohibido las pseudoterapias de conversión, ya sea de manera general o en menores de edad el pasado mes de enero. Le siguió Nueva Zelanda el pasado 15 de febrero, y el pasado marzo les seguía Chile que prohíbe por ley las “terapias reparativas” de la homosexualidad o la transexualidad.
En EE.UU., California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de Oregon, Illinois, Vermont, Nuevo México, Rhode Island, Nevada, Connecticut, Washington, Hawái, Maryland, Delaware y New Hampshire, Nueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor en 2019 tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.
En abril del mismo año también se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y en mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).
Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo hemos aprobó por ejemplo en enero de 2019 por decisión unánime de sus concejales, así como el estado de Utah.
Y en julio, era Ciudad de México quien prohibía las «terapias» de conversión de la orientación sexual y la identidad de género. Y en octubre de 2020, en el Estado de México. y en julio de 2021 el Estado de Yucatán.
En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. La siguió Alemania el año pasado, aunque con un texto limitado a los menores de edad y con ciertas ambigüedades que el próximo Gobierno de Olaf Scholz se ha comprometido a revisar. El próximo país en sumarse será posiblemente Francia, cuya Asamblea Nacional aprobó en octubre, también por unanimidad, el veto a las pseudoterapias de conversión. Irlanda ha dado pasos en la misma dirección, antes de la disolución del Parlamento con la convocatoria de elecciones en 2020, y también se debate sobre el asunto en Austria. En mayo de este año, el Gobierno británico de Boris Johnson anunció un proyecto de ley, mientras que en Albania existe un veto de facto, toda vez que el colegio de Psicología prohíbe a sus miembros la práctica de cualquier procedimiento encaminado a intentar cambiar la orientación sexual o la identidad de género, ya sea en menores de edad o en adultos.
En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y era una de las disposiciones que preveía la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de las elecciones de abril de 2019. Tras la repetición electoral, el acuerdo de Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos contempla «la aprobación de una Ley contra la Discriminación de las Personas LGTBI incluyendo la prohibición a nivel nacional de las llamadas terapias de reversión».
Y, por fin, El Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez, presentó el pasado junio el proyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, que incluye la prohibición de las pseudoterapias de conversión aprobado por el Consejo de Ministros, iniciando ya su trámite para su debate y aprobación en el Congreso de los Diputados que culminó el pasad9 22 de diciembre con su aprobación por mayoría en el Congreso de los Diputados (188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones), el pleno del Congreso Diputados de España aprobó y que ha sido remitido al Senado para su ratificación, siendo definitivamente aprobado.
Pero, ¡Ojo! El candidato a la Presidencia del Gobierno del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, ya anunció que la derogaría si gana las elecciones convocadas para este 23 de Julio, siguiendo los deseos del partido ultraderechista VOX. Nosotros sólo podemos decirle que nos encontrará de frente.
#VOTA DERECHOS, NO VOTES DERECHA
NI UN PASO ATRÁS
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
«No» rotundo de los especialistas a las pseudoterapias reparadoras
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. A nivel internacional, ya en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las terribles «terapias»reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas (los riesgos incluyen depresión, ansiedad y comportamiento autodestructivo). Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
De hecho, en julio de 2021, nos enterábamos de que el Vaticano frenaba las “terapias de conversión” e instruía a los obispos españoles a desautorizar a un grupo de ex-gays. Sin embargo, con la dimisión del obispo Xavier Novell nos enterábamos de que éste, participó, y avaló, ‘terapias de conversión’ de homosexuales hasta que fue frenado por el Vaticano. otros prelados que avalaban dichas prácticas (según las víctimas) serían: José Ignacio Munilla, Javier Martínez, Arturo Ros y Juan Antonio Reig avalarían estas prácticas.
Hace unos días conocíamos que funcionarios de escuelas cristianas acusados de intentar ‘exorcizar’ a un adolescente gay para expulsar ‘demonios’
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Fuente PinkNews/Cristianos Gays
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