Jhon Botia, primer pastor abiertamente gay de la Iglesia Metodista en Colombia
Jhon Botia es un enérgico activista LGBTI en la ciudad de Bogotá y todo el territorio nacional. Su trabajo se ha desarrollado al rededor de la ayuda a la comunidad gay y otros actores sociales, luchando contra la discriminación, exclusión y desigualdades con respecto a diversos grupos más favorecidos. Desde su servicio en la iglesia Metodista Príncipe de Paz en la ciudad de Bogotá, ha participado en programas de ayuda social en la localidad de Chapinero, donde han prestado, junto a otros miembros de su comunidad cristiana, soporte a personas en estado de vulnerabilidad como niños de escasos recursos económicos, madres cabeza de hogar einmigrantes venezolanos.
Así mismo, ha creado diferentes iniciativas de inclusión entre organizaciones de fe y comunidades víctimas de segregación, al igual que participa activamente en espacios ecuménicos y de diálogo interreligioso a favor de la inclusión y el desarrollo de programas igualitarios en diversos escenarios a lo largo y ancho del territorio nacional. Tras la renuncia del pastor Oscar Quevedo a su cargo ministerial al frente de la iglesia Metodista Príncipe de Paz en la ciudad de Bogotá, el Obispado ha considerado su nombre para asumir dicha responsabilidad, lo que deja un precedente sin igual en Colombia, pues de esta manera, se convierte John en el primer pastor abiertamente gay reconocido por una organización cristiana tradicional.
Hablé con él a propósito de su nombramiento y cómo este precedente puede aportar o generar inconformidad en medio del desarrollo de la fe cristiana en nuestro país.
¿Por qué consideraron su nombre en la Metodista para ser pastor?
La Iglesia Metodista Nacional hace casi un año pidió a sus pastores enviar nombres de posibles candidatos al ministerio que sintieran el llamado de Dios, además del deseo de servir con amor y devoción, esto con el fin de capacitarlos en cuanto a la historia, doctrina y disciplina de la denominación. Atendiendo a esta invitación, durante el año 2017 viajé varias veces a recibir capacitación. De mi iglesia local fuimos 4, sin embargo el único que terminó el proceso fui yo.
En diciembre del año pasado el Pastor de Bogotá, renunció voluntariamente al cargo, dejando la vacante. El Obispo después de mucha meditación y oración, además de ver mi experiencia y preparación, me designa como el Pastor de La Iglesia Metodista Príncipe de Paz.
¿Es usted el primer pastor Gay de la Metodista?
Creo que dentro de la Iglesia Metodista y del cristianismo siempre ha existido la diversidad sexual, sin embargo esto ha sido un tema tabú, lo que ha hecho que muchos ministros religiosos jamás hayan podido ser o amar con libertad. La Iglesia en Colombia es completamente inclusiva. Sé que puede haber algunos ya ejerciendo el ministerio, sin embargo, yo seré consagrado siendo el primero abiertamente homosexual ante mi familia, la iglesia y la comunidad en general.
¿Usted es ahora pastor laico u ordenado?
Seré consagrado el próximo domingo 25 de febrero como Pastor Laico, aún necesito terminar mi Licenciatura en Teología y prepararme todavía más para el Ministerio ordenado.
¿Qué orientación le dará a la iglesia Metodista Príncipe de Paz durante su pastorado, se convertirá en una iglesia gay?
Como metodistas afirmamos que construimos comunidades de mentes abiertas para afirmar a todos los hijos e hijas de Dios, corazones abiertos para amarles incondicionalmente y puertas abiertas para recibirles y que se sientan en familia. Esa es la orientación que durante mi pastoral tendrá nuestra comunidad Príncipe de Paz. No hacemos iglesias gay, como no hacemos iglesias heterosexuales; hacemos iglesia, hacemos familia.
No somos una iglesia con apellido, ni que se casa sólo con una línea. Todas las causas de justicia y equidad son la causa del Padre, el reino de Dios no se construye sólo con manos gay, de hecho, este no se interesa por la sexualidad, raza, género, edad, vestimenta, estrato, o nacionalidad que haya detrás de las manos que lo construyen. Sólo se interesa por que haya comunidades construyendo paz, justicia, amor y equidad para toda la humanidad.
Mientras exista una comunidad Metodista en Bogotá, habrá un oasis espiritual para todas las personas, de todos los credos, de todas las razas, de todas las nacionalidades. En el barrio Juan XXIII, en la localidad de Chapinero, estamos construyendo un rincón sin estrato, sin nacionalidad, sin odio. En ese lugar solo importa que vengamos a buscar el rostro divino de Dios que se refleja en todos los rostros que entran por nuestras puertas.
Y nuestra misión es una, construir un hogar espiritual para todos, vivimos la misión de Cristo y creemos que esta es nuestra misión. A eso invitamos a todos; heterosexuales, LGBT, Inmigrantes, blancos, negros, indígenas, de todas las clases sociales, del sur, del norte, del occidente, del oriente. Todos, significa todos.
¿Está usted en medio de una relación homoamorosa?
Sí, actualmente tengo un hombre maravilloso a mi lado, Fabio Meneses es mi pareja, llevamos casi 20 meses de relación.
¿Viven juntos?
No, hemos pensado en vivir juntos y esperamos hacerlo pronto.
¿Por qué no se han casado?
Estamos comprometidos y ansiosos por casarnos, pero todos tenemos una boda ideal, estamos trabajando para hacer de ese momento algo íntimo y especial.
¿Cómo lo sortearán? Ya que la legislación colombiana no contempla el matrimonio homosexual
Según la Corte Suprema de Justicia y la sentencia SU-214 del 2016, se aprobó el matrimonio civil entre parejas del mismo sexo en Colombia, ¡Estamos felices por esto!
¿Cómo ha tomado la iglesia Príncipe de Paz su designación como pastor?
Todo cambio siempre trae algo tensión, sobre todo por que el Pastor anterior es muy querido por las personas. Sin embargo, sólo he recibido palabras de consejo, ánimo y felicitaciones; es un gran reto, sobre todo por el gran trabajo que viene realizando Príncipe de Paz en la comunidad. En términos generales diría que muy bien.
¿Y Cómo cree que la comunidad externa, como iglesias cristianas y sociedad colombiana tomen este nombramiento?
La sociedad colombiana aún es muy conservadora. Creo que la mayoría de Iglesias y grupos espirituales cristianos no estarán de acuerdo. Sin embargo, también muchos celebrarán este acontecimiento, muchas personas LGBT, sus familias y amigos que pertenecen a iglesias conservadoras, pero que no están de acuerdo con la discriminación y señalamientos de sus líderes.
¿Cómo se prepara para afrontar estas actitudes?
Siguiendo el ejemplo de Cristo, entendiendo al otro aún en la diferencia, respetando y amando, pero también compartiendo y educando en cuanto a diversidad sexual. Los mayores temores surgen a causa de la desinformación y la ignorancia.
¿Cómo son las relaciones de la iglesia Metodista con otras expresiones de fe protestantes y evangélicas en Colombia, pertenecen a Cedecol?
La Iglesia Metodista es ecuménica y participa activa y ampliamente de diversos eventos y espacios donde puede dialogar con otras expresiones de fe, por ejemplo la Oficina de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior donde yo aporto para seguir construyendo la política pública de libertad religiosa. También estamos ayudando a organizar el Foro Cristiano Mundial, etc; podemos decir que tenemos relaciones cordiales con otras expresiones de fe, no hacemos parte de Cedecol.
¿Su ordenación pastoral sumará o restará frente a las relaciones interministeriales?
No sabría decir qué tanto impactará mi consagración de forma positiva o negativa las relaciones ecuménicas de la Iglesia.
La mayoría de la cristiandad en Colombia concibe la homosexualidad como pecado de abominación
En la cristiandad de Colombia y el mundo, pero creo que hemos dado un paso importante para la plena inclusión de las personas sexualmente diversas. Todo gran cambio comenzó por algo pequeño.
Pero según la Biblia, ¿No es contradictorio un pastor gay?
Esa pregunta reside en la mente de mucha gente, de hecho es una de las que más nos formulan a quienes somos LGBT, ¿No es contradictorio ser gay y cristiano? Este interrogante no responde a lo que dicen las Escrituras, sino a cómo estas han sido interpretadas por la derecha cristiana y por el patriarcado que impera en nuestras tradiciones.
Tan cerca como en la década de 1960, era contradictorio ser mujer y pastora, anterior a eso era contradictorio ser negro y pastor, o negro y ser humano. Lo cierto es que con la Biblia no podemos hablar de género, ahí está el primer error de tal interpretación. En las Escrituras más antiguas disponibles, no aparece la palabra homosexual, la cual es invención de la modernidad a finales del siglo XVIII, y la palabra gay, a mediados del siglo XX.
Por tal motivo, toda traducción bíblica que nos coloque homosexual en ella, está errada. Las palabras que aparecen tanto en Corintios, como en Romanos, hablan de malakos, palabra en Griego para describir a los hombres que se afeitan la barba o que juegan roles sexuales de pasivos. No por condenar el acto sexual, sino para condenar las tradiciones que celebraban orgías públicas para adorar a la diosa de la Fertilidad, como en las tradiciones griegas, egipcias y cananeas, entre otras.
Las Escrituras de Israel condenan todo acto que es utilizado por otras tradiciones para adorar a diversos dioses; a esto llama abominaciones: Mezclar tipos de tela, comer camarones, cerdo, conejo, tocar la carne de animales muertos, etc. Si tomamos estas cosas literales, sería contradictorio ser cristiano y jugar cualquier deporte que utilice balones hechos de piel de animal, o ser cristiano y vestir de traje que no sea de lino puro, o ser cristiano hombre y afeitarse, o ser cristiano y comer lechona.
El texto, por ejemplo, no condena, ni menciona el lesbianismo, pues el pecado también estaba en el desperdicio de la semilla del hombre, el semen. La mujer no tiene semilla según la tradición judía de la antiguedad. El pecado no sería el acto sexual entonces, sino la eyaculación que no va dirigida a la procreación. Así diríamos que las familias que no quieren procrear por x o y razón, son pecadores.
Hay que tener mucho cuidado cuando interpretamos el texto sagrado. Nosotros los Metodistas, creemos como la tradición profética judía creía, la palabra de Dios es igual a justicia; todo lo que no hable de justicia y equidad, no es Palabra de Dios. Esto lo creemos con mucho respeto a la diversidad de interpretaciones, pues toda interpretación es respetable, pero no toda es válida. La interpretación del texto tiene que ser responsable y bien estudiada, de lo contrario podríamos convertir un texto de vida, en uno de muerte.
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Visita el blog del autor de la entrevista: David Gaitán
Fuente Lupa Protestante
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