(Photo by Chesnot/Getty Images)
Canadá ha introducido legislación para criminalizar la práctica traumatizante y pseudocientífica de la terapia de conversión.
Después de las elecciones federales de 2019, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, hizo que la prohibición nacional de la terapia de conversión sea una “máxima prioridad” para su nuevo gobierno.
En una carta al secretario de justicia del país en diciembre, Trudeau enumeró una serie de prioridades que espera que los funcionarios del gobierno cumplan. Incluía enmendar el Código Penal para prohibir la terapia de conversión y tomar medidas para poner fin definitivamente a la práctica en todas las provincias y territorios de Canadá.
La propuesta se encuentra entre varios movimientos pro LGBTQ del gobierno de Trudeau. En 2017, el primer ministro se disculpó por los esfuerzos de Canadá para purgar a las personas LGTBQ de los trabajos del gobierno desde la década de 1950 hasta principios de la década de 1990 y ofreció una compensación financiera a los afectados.
El lunes 9 de marzo, el ministro de justicia y fiscal general de Canadá, David Lametti, y la ministra de diversidad e inclusión y juventud, Bardish Chagger, presentaron un proyecto de ley que finalmente criminalizaría la terapia de conversión.
Las enmiendas propuestas al código penal del país por el proyecto de ley S-206, incluyen convertir en delito hacer que alguien se someta a una terapia de conversión, publicitar o beneficiarse de la terapia de conversión y retirar a un menor de Canadá para someterse a una terapia de conversión en el extranjero.
También permitiría a las autoridades ordenar la eliminación o eliminación de cualquier anuncio publicitario para la práctica desacreditada.
Lametti dijo en un comunicado de prensa: “La terapia de conversión es una práctica cruel que puede provocar un trauma de por vida, particularmente para los jóvenes. El enfoque que proponemos hoy demuestra el fuerte compromiso de nuestro gobierno para proteger la dignidad y los derechos de igualdad de las canadienses lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, queer y de dos espíritus, al criminalizar una práctica que los discrimina y perjudica. Si se aprueba, este proyecto de ley haría que las leyes de Canadá sobre terapia de conversión sean las más progresivas y completas del mundo”.
Chagger agregó: “Todos tenemos un papel que desempeñar para asegurarnos de que las personas LGBT + se sientan seguras y puedan participar plenamente en la sociedad canadiense. La legislación progresiva que propusimos hoy ayudará a garantizar que todos, en todas partes en Canadá, puedan ser quienes realmente son y vivir una vida plena, saludable y segura”.
Un estudio, publicado en 2019, encontró que “las personas transgénero que están expuestas a los esfuerzos de conversión en cualquier momento de sus vidas tienen más del doble de probabilidades de intentar suicidarse en comparación con aquellas que nunca han experimentado los esfuerzos de los profesionales para convertir su identidad de género”.
La propuesta ha recibido elogios a nivel internacional. «El proyecto de ley de Canadá es un hito para los derechos humanos LGTBQ«, dijo un comunicado emitido por Mathew Shurka, un sobreviviente de terapia de conversión y cofundador de Born Perfect, un proyecto de National con sede en EE. UU. Centro de Derechos de las Lesbianas. “Ser sometido a terapia de conversión lleva a muchos jóvenes LGTBQ a la desesperanza. La aceptación de un padre es hacer o deshacer el futuro de un niño LGTBQ. El proyecto de ley de Canadá envía un poderoso mensaje de que los jóvenes LGBTQ nacen perfectos«.
Jessica Stern, directora ejecutiva de OutRight Action International, dijo en un comunicado de prensa: “Al presentar un proyecto de ley que prevé una prohibición a nivel nacional, el gobierno de Canadá ha enviado un mensaje poderoso: que las personas LGTBIQ no necesitan cambio ni cura. Elogio a los ministros en cuestión por dar este importante paso e insto a las autoridades a que refuercen este esfuerzo con medidas diseñadas para promover la comprensión e inclusión de las personas LGBTIQ, abordando así las causas profundas de estas prácticas dañinas e inhumanas».
Brasil, Ecuador, Malta y Taiwán tienen prohibiciones a nivel nacional de terapia de conversión. En los EE. UU., 20 estados y más de 70 ciudades y condados han hecho ilegal que los profesionales con licencia sometan a menores a la práctica, y algunos sobrevivientes de dicha terapia han demandado con éxito a sus antiguos terapeutas bajo las leyes estatales de fraude al consumidor.
Las últimas noticias acerca de este esperpento de las falsas “terapias” fue que la asociación española Abogados Cristianos se querella contra Ignacio Aguado por hacer pública la multa a la coach de terapias para personas LGTBI, y que, ante la protesta ciudadana, el Ministro de Educación de Israel se retractaba de su apoyo a las terapias de “curación” para gays.
Una tendencia creciente a la prohibición
En Europa la pionera fue Malta, que aprobó una ley en 2016. Irlanda y el Reino Unido también están dando pasos en esta dirección. En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que prevé la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI, que se discutió en el Congreso de los Diputados (aunque el PP intentó «colar»una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de elecciones anticipadas.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
En EE.UU., gran aliado de Israel, California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de Oregon, Illinois, Vermont, Nuevo México, Rhode Island, Nevada, Connecticut, Washington, Hawái, Maryland, Delaware y New Hampshire, Nueva York, Colorado y Massachusetts, cuyo texto entró en vigor el pasado 8 de abril tras la firma del gobernador republicano Charlie Baker.
En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Y el pasado 8 de mayo, la Cámara de Representantes de Maine aprobó el proyecto de ley 1025 por 91 votos a favor (de demócratas, independientes y cinco republicanos) frente a 46 en contra (todos ellos republicanos). Su tramitación continuó en el Senado, donde salió adelante el día 21 de mayo por 25 votos afirmativos (de los demócratas y cinco republicanos), frente a 9 contrarios (todos republicanos).
Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales.
En abril se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado. Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales, así como el estado de Utah.
No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
«Nada que Curar», la guía que ayuda a combatir con información científica las denominadas terapias de conversión
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Fuente Pink News/Cristianos Gays
General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia.
Bardish Chagger, Born Perfect, Canadá, Código Penal, David Lametti, Jessica Stern, Justin Trudeau, Ley S-206, Mathew Shurka, OutRight Action International, Terapia de conversión
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