1.º Congreso Mundial de asociaciones homosexuales católicas.
Redactarán un documento que enviarán a Roma coincidiendo con el Sínodo
Unas 30 asociaciones que representan a los católicos homosexuales de todo el mundo se reúnen a partir de hoy en Portimao durante tres días con el objetivo de federarse y que sus voces sean escuchadas por fin en el Vaticano.
Con el nombre ‘Construyendo puentes’, el Primer Congreso Mundial de Homosexuales Católicos abre hoy sus puertas durante tres días en Portimao, en el Algarve portugués, bajo los auspicios de la Asociación Novos Rumos Homossexuais Católicos (Nuevas Orientaciones de los Homosexuales Católicos). Tras la clausura del congreso, se enviará una carta al papa Francisco con el objetivo de contribuir en los debates del Sínodo sobre la familia y el matrimonio que se celebran en el Vaticano hasta el 19 de octubre. Durante dos semanas, unos 300 prelados y otros tantos laicos debatirán a puerta cerrada sobre temas considerados tradicionalmente tabúes para la Iglesia, como el matrimonio homosexual, las parejas de hecho, la comunión para los divorciados que se vuelven a casar o las parejas mixtas. Los participantes en el Sínodo de la Familia son casi todos varones presuntamente célibes, que no tienen experiencia de primera mano de la creación de sus propias familias. Una docena de parejas heterosexuales han sido invitadas a acompañarlos en estas sesiones, para que les acerquen sus experiencias personales. Lamentablemente, ninguna pareja del mismo sexo ha sido invitada. El objetivo de encuentro es presentar las propuestas para sentar las bases de un nuevo sínodo a celebrar en 2015.
Juntos tienen la intención de presionar para un “cambio urgente de actitud por parte de las autoridades católicas” hacia los feligreses homosexuales, asegura José Leote cuyo grupo Rumos Novos (New Directions) es el principal impulsor del evento. Lo más destacado de este encuentro pionero será la “creación de una organización mundial de asociaciones que representan a los católicos homosexuales“, según José Leote, presidente de Novos Rumos y organizador de la conferencia. ‘Queremos que las voces de los homosexuales sean escuchadas en la Iglesia y las instituciones internacionales’, y añadió que ‘es indispensable un cambio urgente de actitud por parte de las autoridades católicas para la integración de los homosexuales en las parroquias’.
Su congreso coincide con el sínodo extraordinario que comenzó en el Vaticano el domingo para revisar la actitud de la Iglesia sobre asuntos como el matrimonio, la cohabitación y el divorcio.
Entre 15 y 20 delegados se reunirán presencialmente en Portugal, mientras que un número cercano lo harán a través de videoconferencia, para elaborar una declaración que enviarán al Papa Francisco y a los casi 200 obispos reunidos durante dos semanas en Roma.
“Jesús comenzó con 12 personas y mira lo que ha hecho”, asegura Francis DeBernardo, lider del “News Ways Ministry” con sede en EE.UU. que representa a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) católicos.
DeBernardo tiene la intención de actuar como un puente entre el Congreso y el sínodo que se inauguró el domingo en Roma, donde también llevará a cabo un seminario sobre el lugar de los homosexuales en la Iglesia. El grupo estadounidense escribió al Papa hace unos meses dándole las gracias por su apertura a la discusión de temas LGBT e instándolo a ir más allá: ‘Hemos enviado una carta al Papa hace unos meses para darle las gracias por sus ideas sobre el tema de los homosexuales y de fomentar el progreso en esta dirección’. El líder de la asociación americana ofrece una conferencia sobre el lugar de los homosexuales en la iglesia. “Creo que esta será una cuestión importante del sínodo”, asegura DeBernardo. “El tema de la homosexualidad está tan extendida en muchas sociedades que afecta no sólo los que son LGBT, sino también a familias, amigos y compañeros de trabajo”.
El sínodo católico podría potencialmente conducir a cambios en las actitudes hacia el matrimonio, la cohabitación y el divorcio.
Mientras que la Iglesia Católica Romana no es ciertamente a punto de abrazar el matrimonio gay, podría enviar una señal de compasión, dejando claro sacerdotes deben estar listos para bautizar a los hijos de parejas del mismo sexo.
Más informes sobre el 1º CMAHC pueden encontrarse en Facebook (facebook.com/congressomundial), twitter (twitter.com/1CMundial) y, después de mañana, en la página web oficial del evento en: congressomundial.pt.vu
Este congreso nos invita a mirar con serenidad y profundidad nuestra Iglesia y nuestra vida, dejando que, desde “ambos lados del puente”, la luz pueda aclarar la visión de todos, muchas veces distorsionada por prejuicios, temores y pesares.
Sin una mirada de conversión no será posible que todos recorramos dicho “puente” y percibamos la propuesta de renovación y encuentro que ella nos presenta y propone.
La conversión nos pide una nueva actitud pastoral: una pastoral de reconciliación, que sabiendo leer las señales de los tiempos (de acuerdo con el reto que nos ha lanzado el Vaticano II) eche a un lado visiones cerradas del mundo, que ya no responden a las necesidades de nuestro tiempo.
En este contexto, es fundamental que nos dejemos iluminar por la Palabra de Dios. Es necesario revisar las Sagradas Escrituras, a través de una mirada nueva dirigida a Jesús, El que es el Camino, la Verdad y la Vida. Es necesario conocer su contexto histórico y las circunstancias en las cuales fueran redactadas.
Debemos, principalmente, tener siempre presente que Jesús jamás se mantuvo neutral. Él encaró proféticamente la casta sacerdotal y expulsó a los mercaderes del Templo, aunque sabiendo que este suceso sería determinante para su condena a muerte en la cruz. Este es el reto que se nos lanza en este Congreso: que seamos testigos fieles del Señor resucitado y actuemos bajo la orientación y el poder del Espíritu Santo; que, a ejemplo de las primeras comunidades, tras las cuales se estableció la Iglesia primitiva, vivamos en la unidad, «construyendo puentes» con la jerarquía, pero igualmente entre nosotros, y denunciemos el pecado y las injusticias.
El lema de este congreso “Vayan y aprendan qué significa: ‘Yo quiero misericordia y no sacrificios.’” (Mt 9, 13), nos recuerda que el sufrimiento por el sufrimiento es inútil y debe de combatirse, pues Dios, que es amor, quiere amor y justicia para todos, dando la preferencia a los que están al margen, en las periferias. La práctica del amor y de la justicia, la contribución real a una sociedad buena y justa y más feliz implican la capacidad de sacrificarse. Ya no el sacrificio por el sacrificio sino por causas mejores, que inevitablemente exigen renuncia, entrega, donación. Aquí, el sacrificio surge en toda su dignidad, del étimo latino: sacrum facere – volver sagrado. Este es igualmente un reto que el congreso propone a todos, ya que no hay amor, gran obra, ni salvaguardia de la humanidad en su dignidad, sin la disposición de cada uno de nosotros para sacrificarse por lo mejor. ¿Cuál de nosotros, respondiendo al reto de este congreso, se atreve entonces a ir hasta el final, superando los obstáculos del egoísmo y de la pereza, de la mezquindad y de la opresión, entregándose a la realización de la humanidad de todos los hombres, haciendo algo sagrado, volviendo el mundo humano, justo y tolerante, esto es, sagrado?
Este congreso no nos pide compromisos sino coherencia de Fe, ya que, también Jesús, en vez de huir u optar por compromisos, fue consecuente con su mensaje y dio testimonio, hasta el final, hasta la muerte, de la verdad y del amor, del Dios que no quiere sacrificios sino misericordia, defensa de los derechos humanos, inclusión, tolerancia, fraternidad, libertad, amor entre todos.
Esto es lo que esperamos de nuestro congreso, en el cual acogemos a todos con amor y generosidad, dándoos la bienvenida.
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