“Dallas Buyers Club”, una de las triunfadoras de los Óscar 2014
Leemos en Dosmanzanas que la 86 ceremonia de entrega de los Premios Óscar deparó pocas sorpresas y los favoritos cumplieron con los pronósticos. En lo relativo a las películas de temática LGTB nominadas en esta edición, ambas basadas en historias reales, hubo una de cal y otra de arena. Dallas Buyers Club, cinta dirigida por el canadiense Jean-Marc Vallée, logró alzarse con tres premios. Así, además del Óscar al mejor maquillaje, la película se hizo con la estatuilla al mejor actor principal, para Matthew McConaughey, y la de mejor actor de reparto, para Jared Leto. En cambio, Philomena, ganadora del Queer Lion 2013 a la mejor película de temática LGTB en el Festival de Cine de Venecia, no logró hacerse con ninguno de los cuatro galardones a los que optaba.
Dallas Buyers Club, una de las triunfadoras de la noche y que ya el pasado año ganó el Premio Sebastiane, supuso el primer Óscar como actor para McConaughey, que nunca antes había estado nominado. El actor americano, de 44 años, figuraba como gran favorito en todas las quinielas, sobre todo tras haberse llevado el Globo de Oro, el premio del Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG) y el Critics’ Choice, concedido por la Asociación de Críticos de Estados Unidos (BFCA). Su interpretación como Ron Woodroof, drogadicto y mujeriego al que a mediados de los ochenta diagnostican VIH y pronostican un mes de vida, le ha consagrado como uno de los intérpretes del momento.
McConaughey, que perdió más de 18 kilos para interpretar a Woodroof, recogió el premio emocionado y lo dedicó, en primer lugar, “a Dios”, por aparecer en su vida “con oportunidades que estaban fuera de mi alcance”. Asimismo, dedicó el Óscar a su padre, “que sé que ahora está celebrándolo en calzoncillos con una copa bailando en algún sitio” y a su madre “que nos enseñó a exigirnos a nosotros mismos”. Tampoco faltaron las palabras de agradecimiento para su familia. “A mi mujer y a mis hijos, por la valentía que me dais cada día”, dijo. McConaughey concluyó su discurso asegurando que seguía persiguiendo su sueño de “ser mi propio héroe”. El actor ha recibido críticas por no mencionar ni una sola vez durante su discurso a las víctimas del sida, pese a que sea el papel de una de ellas el que le ha dado el que hasta ahora es su único Óscar.
Asimismo, el actor y cantante Jared Leto logró hacerse con la estatuilla al mejor actor de reparto por su interpretación de una mujer transexual seropositiva en esa misma película. Leto, cuya carrera despegó a mediados de los noventa con su papel de adolescente conflictivo en la serie de televisión Es mi vida y que en pleno auge de su popularidad decidió abandonar la interpretación para centrarse en su carrera musical como líder de la banda de rock 30 seconds to Mars, era el claro favorito en esta categoría.
“Ellen, te quiero”. Con un guiño a la conductora de la ceremonia comenzó Leto su discurso de agradecimiento. Después, tuvo palabras de afecto para el resto de los nominados en su categoría y para la Academia. También para su madre, a quien dio las gracias por su apoyo y por “enseñarme a soñar”. En lo que fue el discurso más crítico con la actual situación sociopolítica, Leto se acordó de “todos los soñadores del mundo que están viendo esto en lugares como Ucrania o Venezuela” y señaló que “en la medida en que lucháis por hacer realidad vuestros sueños, por vivir lo imposible, estamos pensando en vosotros esta noche”. Asimismo, durante su emotivo discurso alzó su premio y lo dedicó a “los 36 millones de personas que ahí fuera han perdido la batalla contra el sida”.
El Mago de Oz, homenajeada en su 75 aniversario
Por su parte, la Academia rindió un homenaje a la película El mago de Oz, que cumple 75 años, presentado por la actriz y comediante Whoopi Goldberg. Esta dio paso a la actuación de la cantante Pink, que interpretó el famoso tema Over the Rainbow, a la vez que se mostraban imágenes del conocido musical. Tras la ovación de los asistentes a la gala, la presentadora DeGeneres se acercó al escenario disfrazada de la Bruja Buena Glinda, arrancando los aplausos y risas del público.
La gala, producida por Craig Zadan y Neil Meron y presentada desde el Dolby Theater de los Ángeles por segunda vez por la actriz cómica y presentadora de televisión Ellen DeGeneres, abiertamente lesbiana, vio como Gravity, del mexicano Alfonso Cuarón, se convertía en la gran triunfadora de la noche, con siete de los diez galardones para los que estaba nominada. La mejor película fue sin embargo Doce años de esclavitud, dirigida por Steve McQueen, que se alzaba con tres premios. Por el contrario, La gran estafa americana, de David O. Russell, se fue de vacío pese a las diez nominaciones con las que encaraba la noche.
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