Elizabeth Taylor se arriesgó a ir a la cárcel por facilitar el tratamiento a enfermos con sida
La actriz Elizabeth Taylor era muchas cosas: toda una dama del Imperio Inglés, ganadora de dos Óscar y una magnate del mundo del perfume. Pero, ¿traficante de medicamentos?. Taylor Kathy Ireland, amiga íntima de la actriz y compañera activista en la lucha contra el SIDA, ha revelado esta semana que la fallecida leyenda de Hollywood, que murió en 2011 a la edad de 79 años, usaba su casa en Bel Air para obtener medicamentos a pacientes con VIH. “Una gran parte del trabajo que ella hizo fue ilegal pero estaba salvando vidas. Dijo que sus compañeros de negocios le pedían que dejara pasar eso. Recibió amenazas de muerte, amigos que le colgaban el teléfono cuando pedía ayuda, pero algo que adoro de Elizabeth fue su coraje”. ha dicho Ireland a Entertainment Tonight.
En los 2013, Matthew McConaughey ganó un Óscar por su interpretación de Ron Woodruff en la película Dallas Buyers Club, un hombre con SIDA que distribuía medicamentos no aprobados en Texas para el tratamiento a enfermos seropositivos que no se los podían costear. En esta historia real, Woodruff era un homófobo incorregible pero tras tener relaciones sexuales de riesgo contrae la enfermedad y su vida se convierte en una lucha contra la administración para lograr que nadie muera por no poder pagarse el tratamiento a consecuencia de la pandemia. La labor de Elisabeth Taylor llegaba más allá.
“Ella vendía joyas, hubo transferencias de dinero, a veces, en una bolsa de papel… Pensó que podría detenerla por hacer algo ilegal pero no tenía miedo. Iría a la cárcel por ello. Elizabeth y el miedo no estaban en la misma frase. Lo que amaba de Elizabeth es su valentía”, ha revelado la activista y amiga de la actriz.
A mediados de la década de 1980, Taylor dejó su legendaria carrera como actriz en un segundo plano y dedicó los últimos 26 años de su vida a ser activista contra el SIDA. Es co-fundadora de la Fundación Americana para la Investigación del Sida (amfAR) y también tenía una Fundación con su propio nombre, la Elizabeth Taylor SIDA, que se centra en el tratamiento y cuidado de las personas que padecen la enfermedad desde 1991. En 1992, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos, le otorgó el premio humanitario Jean Hersholt por su contribución a la causa de la investigación del sida.
‘Ella solía ir en privado, sin estar rodeada de medios y sin la prensa, a centros hospitalarios y abrazaba a pacientes que no habían sentido el contacto humano. Su legado es el amor y la vida’, ha explicado Ireland.
Cuando falleció la actriz, el presidente de la Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación (GLAAD), Jarret Barrios, dijo: “La comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales pierde un aliado extraordinario en el movimiento por la igualdad plena. Taylor fue un icono no sólo en Hollywood, sino en la comunidad LGBT, donde trabajó para asegurar que todos sean tratados con respeto y dignidad”.
Por su parte, el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam), indicó que el activismo de Taylor en contra del VIH/sida supuso un importante espaldarazo económico a la lucha contra la epidemia, a la vez que ayudó y mucho a despertar la conciencia de la gente sobre esta infección: “Le agradecemos su entrega por unos derechos que aún hoy siguen en peligro, porque la discriminación por VIH/sida es un hecho que se sigue dando 30 años después del descubrimiento de la epidemia”.
Fuente Ragap
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