Javier Gimeno, el cofrade de Lledó vetado por ser gay apela al Papa: “Creo que se ha banalizado mi fe y mi dignidad”
El castellonense Javier Gimeno lamenta el “escarnio público” que ha sufrido
Pide que la Hermandad de la Mare de Déu “reconsidere su posicionamiento retrógrado”
El castellonense Javier Gimeno ha enviado una carta al Papa Francisco después de que la Cofradía de Lledó -de la que se dio de baja después de que no le dejaran acceder a la junta directiva por ser homosexual y estar casado con un hombre- para que “interceda” y la Cofradía “reconsidere su postura”.
En la misiva, Gimeno, que es conocido en Castellón por ser la pareja del modisto Higinio Mateu, expone su situación y explica que la Cofradía de la Mare de Déu de Lledó, encargada de los festejos de la fiesta dedicada a la patrona de la ciudad, desestimó, pese a su reconocida religiosidad, su petición para ser miembro de la Junta Directiva por “ser homosexual y casado con un hombre”.
Esta decisión generó un debate en la ciudad de Castellón y, según explica en la carta, tanto las personas allegadas al seno de la Cofradía como la sociedad en general “se decantaron por arroparme y darme su apoyo”. Gimeno recuerda al Papa sus manifestaciones respecto a los gays, en las que se negaba a juzgar a una persona por ser homosexual.
El castellonense ha asegurado que en estos tiempos que “existe un evidente alejamiento de la sociedad hacia la Iglesia por los numerosos casos de corrupción y pederastia, ahora que usted está poniendo su empeño por introducir reformas sustanciales en el seno de la Curia, nos salpica otro episodio profundamente lamentable como ha resultado mi caso por ser homosexual y estar casado con un hombre”.
Gimeno ha añadido que, a lo largo de su vida, ha demostrado “su profunda religiosidad y amor por nuestra madre la Virgen María”, y ha subrayado que, con la negativa a admitirlo como directivo, se ha “banalizado” su fe y su dignidad al “haberme sometido a un escarnio público que no merezco, menospreciándose mi voluntad de ser miembro de la Cofradía de la Mare de Déu de Lledó”. Por ello ha pedido la intercesión del Papa para que la Cofradía “reconsidere la postura y abandone ese posicionamiento retrógrado”.
Gimeno ha aprovechado también la carta para pedir al Papa que “interceda igualmente por aquellas personas separadas o divorciadas que, al igual que yo, también forman parte de la Iglesia, y que no suponen ninguna amenaza para los valores familiares”.
El texto completo de la carta de Javier Gimeno al Papa Francisco
Castellón de la Plana, 17 de mayo de 2017
Beatísimo Padre:
Quiero contarle de forma muy resumida la situación creada en mi ciudad, en Castellón de la Plana, con motivo de las celebraciones de las fiestas patronales dedicadas a la Mare de Déu de Lledó, a principios del mes de mayo. Con ese motivo se hizo público en la prensa local la desestimación por parte de la Real Cofradía de la Mare de Déu de Lledó (encargada de la organización de los festejos) de mi petición para ser miembro de la junta directiva de dicha entidad. Según las informaciones, el prior de dicha Cofradía don Ignacio Pérez de Heredia, había desestimado mi solicitud en aplicación del Derecho Canónico, por ser homosexual y casado con un hombre.
A la publicación de la noticia siguieron los habituales comentarios y debates que causaron una gran polémica entre la sociedad castellonense, y en la que se vieron involucrados la propia Cofradía, el obispado de la diócesis Segorbe-Castellón, y el propio Ayuntamiento, que tomó cartas en el asunto mediando entre ambas instituciones eclesiásticas. Todo ello vino seguido, además, de numerosas declaraciones en prensa por mi parte y de personas allegadas tanto del seno de la Cofradía como de la sociedad civil en general que se decantaron por arroparme y darme su apoyo.
Está claro y respeto que la postura adoptada por la Real Cofradía de la Mare de Déu de Lledó ante estos hechos debe ser la postura de la Iglesia, porque son hijos de la Iglesia. Como Vd. dijo en una ocasión, la Iglesia tiene una postura clara sobre estos asuntos. Pero la Iglesia también es misericordia como Vd. ha recordado con la celebración del Año de la Misericordia, un año santo en el que debemos anteponer la misericordia al juicio.
Ahora quisiera recordar sus declaraciones con motivo de su retorno de Río de Janeiro en su viaje a Brasil en 2013, respecto a los gays:
“Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy bella. Dice que no se debe marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos”.
Precisamente ahora, en estos tiempos en los que el nihilismo invade de manera creciente a la juventud y a la sociedad en general, como nos ha recordado su predecesor Benedicto XVI; ahora precisamente que existe un alejamiento evidente de la sociedad hacia la Iglesia por los numerosos casosde pederastia, corrupción…; precisamente ahora cuando Vd. está poniendo todo su empeño por introducir reformas sustanciales en el seno de la Curia a las que está encontrando una fuerte resistencia.
Precisamente, ahora, nos salpica otro episodio desagradable y profundamente lamentable como ha resultado ser mi caso por ser homosexual y estar casado con un hombre; yo que he demostrado sobradamente mi profunda religiosidad y amor a nuestra madre: la Virgen María en su advocación de Santa María de Lledó.
La Iglesia, Beatísimo Padre, se ha expresado en reiteradas ocasiones sobre estos temas y no era necesario volver sobre ello una vez más. Sino de las cosas positivas que representa la Real Cofradía de la Mare de Déu de Lledó para la ciudad de Castellón de la Plana, y de sus gentes.
Permítame, por favor, mi vana y exagerada presunción, pero quiero poner de manifiesto ante Vd. que el motor de la vida individual y colectiva de los pueblos ha sido y es la religión, entendida ésta como el conjunto de misterios y realidades, que han ligado el espíritu humano con su poder de atracción o repulsión, de admiración y respeto, al mismo tiempo que se manifestaban a través de fenómenos físicos y espirituales. Entendida la religiosidad en este sentido tan amplio, hemos de confesar que la religiosidad es tan antigua como la humanidad, y así ha quedado demostrado por la cultura y la evolución de la propia humanidad.
Santidad, creo que se ha banalizado mi fe y mi dignidad por haberme sometido a un escarnio público que no merezco, menospreciándose mi voluntad de ser miembrode la Real Cofradía de la Mare de Déu de Lledó. Hasta el punto que el fervor y amor por nuestra Madre -como advirtió el Papa Benedicto XVI- podría hacer mella en mí y reducirse hasta lo absurdo.
La Iglesia no puede tratar este asunto sin más. Y es por eso que pido su intercesión para que se reconsidere la postura de la Real Cofradía de la Mare de Déu de Lledó para que abandone ese posicionamiento retrógrado, y que esta institución tan arraigada y querida por todos los castellonenses abrace a todos sus hijos por igual, que sea madre y consuelo, que contribuya muy positivamente al desarrollo de la sociedad y al fortalecimiento de la fe y la religiosidad popular.
Aprovecho esta carta para solicitar que interceda, igualmente, por aquellas personas separadas o divorciadas que, al igual que yo, también forman parte de la Iglesia, y que no suponen ninguna amenaza para los valores familiares. Para que no se alejen del Dios de Jesucristo.
Porque no se excluya a nadie y para que abran los ojos a las nuevas formas de familia. Porque todos somos y seremos miembros de la Iglesia.
Con mi fraternal saludo,
Javier Gimeno
Fuente Agencias/ Religión Digital
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